Feria del libro

Un poco de feria para la crisis del libro

La Feria de las necesidades

Las expectativas, como siempre, son “entusiastas”. La Feria del Libro de Madrid (FLM), que arranca este 29 de mayo (hasta el 14 de junio) vuelve a presentarse con su mejor sonrisa a pesar del batacazo acumulado por el sector del libro en el último lustro, un descenso en las ventas de en torno al “40-42%”. “Pero la feria siempre funciona como una isla independiente”, sostiene su director, Teodoro Sacristán. Organizada por el Gremio de Libreros de Madrid, la Asociación de Editores de Madrid y la Federación de Asociaciones Nacionales de Distribuidores de Ediciones, esta reunión primaveral y al aire libre de libreros, editores, escritores y público aporta “entre un 10 y un 20%” de las ventas anuales de los primeros, una cifra que “no es muy alta” pero que, sin duda, puede marcar una diferencia.

Desde este viernes, desfilarán entre las 368 casetas y 471 expositores desplegados en el Paseo de Coches del madrileño Parque del Retiro centenares de autores dispuestos a acercarse a sus lectores, normalmente al otro lado de la pégina, charlando con ellos y firmando ejemplares. Se espera que participen entre 2.600 y 3.100, en línea con lo que ocurrió el año pasado. Con Polonia como país invitado, y bajo el lema El amor está en lo que tendemos: puentes, palabras, tomado de un verso del poeta José Ángel Valente, la feria quiere rendir homenaje al escritor orensano, fallecido ahora hace tres lustros. Junto a él, literatos como Carmen Martín Gaite o Ana María Matute, Dámaso Alonso o Teresa de Ávila, de quien se conmemoran en este 2015 los cinco siglos desde su nacimiento, recibirán también sus cuotas de celebración, materializada en forma de charlas y debates sobre su obra.

La poesía independiente de una feria de farándula

La poesía independiente de una feria de farándula

La superventas Dolores Redondo, autora de La trilogía de Baztán, será la encargada de abrir el programa con un discurso inaugural de esta 74ª edición de la FLM, que cuenta con un millón de euros de presupuesto obtenidos de patrocinios privados, subvenciones y los pagos de las casetas, que cuestan entre 1.500 y 4.000 euros aproximadamente. Desde su pistoletazo de salida, desfilarán por el Retiro bestsellers como la donostiarra, autores de tirón mediático —desde el número 2 de Podemos, Íñigo Errejón, que participará en el debate La paradoja democrática, al jurado y varios participantes de Masterchef, que presentan un (nuevo) libro sobre el programa— y escritores consagrados como, por ejemplo, Javier Marías o Luis Mateo Díez. Un batiburrillo que sin duda facilita atraer la atención del público más variopinto, entre el que los jóvenes continúan siendo quizás una de las principales asignaturas pendientes. Para ellos, ilustra Sacristán, hay dedicado un pabellón infantil y juvenil “que cuidamos mucho”, y por el que el año pasado desfilaron en torno a 700 escolares.

Sobre la difícil presencia del ebook en una feria de corte tradicionalebook como esta, dice su director que, a pesar de todo, “creo que hemos sido pioneros”. “Planeta puso hace muchos años un pabellón en unos momentos en los que libro electrónico significaba un ordenador, o un CD. Planeta metió bastante dinero en esa área, que luego cerró porque la historia empezó a ir por otro sitio. Pero llevamos tres años trabajando con Samsung en el ámbito de la educación. También hubo algunos expositores que en su día trajeron algún libro electrónico, y con libro electrónico me refiero a alguna descarga, un fichero”, recuerda el director, que apunta que en cualquier caso “para comprarse un libro no hace falta venir a la Feria del libro de Madrid”. Tras varios años de rechazo, además, esta vez sí estará presente la controvertida Amazon, que organiza una mesa redonda.

Complementada con un pabellón de actividades generales, donde se han programado diferentes encuentros y actividades, así como por la relativamente nueva biblioteca pública Eugenio Trías, rehabilitada en 2013 y que alojará actos relacionados con la lectura para niños y jóvenes, la FLM continúa con su modelo de siempre, a pesar de que a lo largo de esta crisis ha habido voces a favor de un cambio. Ni siquiera en lo que se refiere a la duración del evento, este 2015 17 días en los que se acumulan puertos muertos como las horas de comer —durante las cuales las casetas cierran— y en los que la mayor afluencia de público se concentrará, como es costumbre, los fines de semana. “La feria no puede hacerse en diez días, si no a los libreros no les salen las cuentas, porque empiezan a amortizar a partir del 11º o 12º día”, explica Sacristán, que destaca de la feria la posibilidad que ofrece de “ver el fondo editorial español: esta es la única ocasión en que está expuesto, así como una buena parte de las novedades”.

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