Energía nuclear
Greenpeace coloca bidones “nucleares” en la Puerta del Sol contra el ATC
Greenpeace instaló este viernes una treintena de bidones "radiactivos" en la Puerta del Sol de Madrid para protestar contra la construcción de un cementerio de residuos nucleares (ATC) en la localidad conquense de Villar de Cañas, informa Europa Press.
La organización ecologista comenzó la protesta a las 9:00 de la mañana y pretende así concienciar del "peligro" que, a su juicio, constituye la instalación, teniendo en cuenta que los residuos nucleares deberán ser trasladados por carretera desde las centrales españolas hasta el almacén temporal centralizado.
Precisamente por esto los responsables de la acción portaban una pancarta con el lema ¡Peligro! Ruta nuclear en 216 municipios y la reivindicación No al cementerio nuclear, reclamando una moratoria al proyecto de construcción del ATC al considerarlo "caro" e "innecesario".
"Bidones radiactivos reales podrían estar ahora circulando por nuestras carreteras y cruzando más de 200 pueblos de España", aseguró la responsable de campañas de la ONG, Raquel Montón. "Un riesgo que no necesitamos, como tampoco tenemos necesidad gastarnos más de 1.000 millones de euros en construir el ATC. Desde Greenpeace queremos reiterar que es un peligro y que no es necesario. Por eso exigimos una moratoria y animamos a los municipios afectados a que se sumen a ella".
Según la organización, esta infraestructura provocará también daños económicos a la región (en términos de disminución del valor de los terrenos y productos locales), mayor ansiedad entre la población del lugar y los municipios por los que discurra el transporte, y "despilfarro económico".
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De 20 a 1.000 millones
Greenpeace asegura que el ATC de Villar de Cañas tendrá un coste de unos 1.000 millones de euros, muy superior a los 20 millones que, según indican, cuesta construir un almacén temporal individualizado (ATI) en una central nuclear.
Además, en lo referente a la obligación de España de repatriar los residuos nucleares enviados a Francia tras el incendio del reactor 1 de la central de Vandellós (Tarragona) en 1989, la organización se muestra convencida de que "se puede renegociar una vez más la fianza con Francia respecto a los residuos nucleares que están alojados en La Hague".