Barra Libre
La ciencia de los ‘urnólogos’
La nueva política ha traído nuevas profesiones. Por ejemplo, los urnólogos. No sé a ustedes, pero a mí me sacan de quicio. Son personajes que, en cuanto te descuidas, te explican qué han querido decir los ciudadanos en las urnas.
– "Nos puede gustar o no, pero los españoles han querido que gobierne Mariano Rajoy", sentencia satisfecho el urnólogo de guardiaurnólogo.
– "Los españoles han situado a los socialistas en la oposición", escribe convencido el urnólogo-editorialista urnólogo-editorialista.
Pues no. Ya lo siento por la urnología realmente existenteurnología, pero eso es una patraña. No hace falta tener conocimientos matemáticos avanzados, que permitan dividir 350 entre 2, basta con que el perito en urnas entienda el siguiente concepto de Barrio Sésamo: si los españoles hubiesen querido que gobierne Rajoy, ya estaría gobernando Rajoy, y si hubiesen decidido que el PSOE estuviera en la oposición, ya estarían allí los socialistas.
Sirva este ejemplo: el 20 de noviembre de 2011 los ciudadanos pensaron que era buena idea colocar a Rajoy en la Moncloa y cuatro días antes de Navidad el presidente del PP llegaba a palacio.
Entonces, ¿qué han decidido los españoles el 26-J? Pues algo que hasta el urnólogo más obtuso debería ser capaz de entender: que gobierne quien logre pactar con un número de diputados suficiente como para obtener la confianza del Congreso. Y los demás, que pasen a la oposición.
¿A que no es tan difícil?
Pues nada, con alguna gente no hay manera.
Lo más cabreante del asunto de la urnología, no obstante, no es la evidente laguna matemática de los representantes de la escuela española. ¡Qué va! Lo insoportable es que se empeñen en distorsionar la realidad.
Seamos serios: se puede defender perfectamente que los socialistas tienen que abstenerse y también que no deben permitir bajo ningún concepto un gobierno de este PP con este Rajoy al frente. Se puede plantear incluso como una alternativa entre la ética de la responsabilidad y la ética de la convicción. Habrá quien considere que para los intereses generales de España es mejor que se forme un Gobierno cuanto antes, y habrá quien concluya que bajo ningún concepto se puede contribuir a que siga gobernando el hombre que susurraba a los tesoreros "Luis sé fuerte".
Ambas conclusiones se pueden argumentar, con rigor, sin necesidad de manipular. Pero hay urnólogos que en cuanto divisan una verdad, salen disparados como una exhalación a embestirla. ¿Ejemplos? Aquí van algunas mentiras y gordas:
1. "Abstenerse no es apoyar un Gobierno de Rajoy, sino permitir la gobernabilidad".
Pero qué me dicen, me quedo a cuadros. Y esa gobernabilidad, ¿quién la va a encarnar y desarrollar? ¿La tía Tula o Mariano Rajoy? Porque digo yo que si la abstención de diputados del PSOE permite que Rajoy siga en Moncloa, lo que han hecho esos parlamentarios socialistas es facilitar la gobernabilidad de... ¡sorpresa!... Rajoy.
Cuestión diferente es que esa decisión suponga entregar el liderazgo de la oposición a Podemos. Eso ya no es una realidad incontestable, es una opinión discutible. Parece difícil establecer una relación mecánica de causa-efecto entre ambos hechos. Dependería de otros muchos factores, entre ellos las iniciativas que plantease posteriormente el Grupo Socialista o cómo evolucionase Podemos.
Pero vamos, que hasta Perogrullo capta que si gracias a la abstención de los diputados socialistas Rajoy es reelegido presidente, efectivamente la conclusión a extraer es que Rajoy es presidente gracias a la abstención de los diputados socialistas.
2. "El responsable del bloqueo es el PSOE".
Pues tampoco.
La verdad es que el principal responsable del bloqueo es el PP. Si Rajoy no hubiese aplicado el rodillo parlamentario durante cuatro años, si Rajoy no hubiese recortado derechos, si Rajoy no hubiese usado la tijera como un poseso, si Rajoy no hubiese enviado aquellos SMS ni recogido aquellos sobresueldos, si Rajoy no tuviese un despacho reformado presuntamente con dinero negro... entonces sería mucho más fácil contribuir a la permanencia de Rajoy en Moncloa.
¿A que es fácil de entender con un poquito de voluntad? La historia de España, esa nación tan llena de españoles "muy españoles y mucho españoles" (Rajoy dixit), no empezó el pasado 20 de junio. Y se tiende a cosechar lo que se siembra.
Por supuesto, eso no equivale a afirmar que el PSOE no tenga su parte alicuota de responsabilidad en el actual bloqueo institucional. Simplemente significa que el primer responsable es Rajoy y el segundo, Sánchez. Ambos, pero por ese orden.
Y es que Rajoy pretende hacer creer que es una especie de derecho natural suyo algo inédito en 40 años de democracia: que sea el segundo partido quien facilite el Gobierno al primero. Ni a Adolfo Suárez se le ocurrió pedir tal cosa a Felipe González en 1977 y 1979, ni González tuvo semejante idea con José María Aznar en 1993, ni a Aznar se le pasó por la cabeza algo similar con su antecesor en 1996, ni José Luis Rodríguez Zapatero se lo reclamó a Rajoy en 2004 y 2008.
Aquí lo verdaderamente extraordinario no es que el segundo partido le diga "no" al primero, lo auténticamente novedoso es que el primero exija "la complicidad" del segundo. Y sí, en política ocurren muchas veces fenómenos extraños, pero conviene mantener al menos la perspectiva y llamar a las cosas por su nombre. El raro (entendido como poco habitual) es en este caso Rajoy, no Sánchez.
En este caso.
3. "Si no hay Presupuestos aprobados el 15 de octubre nos caerán 6.000 millones de multa de la UE. Y no se podrán subir ni las pensiones ni los sueldos de los funcionarios".
Pues ni lo uno, ni lo otro.
Políticos y periodistas muy principales repiten desde hace semanas una especie que puso en circulación el Ministerio de Economía, pero sin dar la cara: si el 15 de octubre no están aprobados los Presupuestos, la UE impondrá una multa a España de 6.100 millones de euros. Cuando infoLibre pidió al departamento de Luis de Guindos que confirmase en público lo que escribían sus amanuenses, los portavoces oficiales de Economía prefirieron esconderse. ¿Y por qué se escondieron? Pues muy sencillo: porque es mentira. Falso. No verdadero. Incierto.
Menos gallinácea fue la actitud de los portavoces de la Comisión Europea, que respondieron a las preguntas de este periódico con claridad: es una "pura especulación" asegurar que Europa multará a España de forma automática si el 15 de octubre no tiene nuevos Presupuestos. Las penalizaciones se pueden imponer, en todo caso, por un déficit excesivo. Y los antecedentes avalan esta interpretación de las normas comunitarias: Portugal no envió el borrador de Presupuestos de 2016 hasta el 22 de enero de este año y no recibió por ello ninguna sanción.
¿Y qué decir de esa amenaza a pensionistas y jubilados de que no se podrán subir sus pensiones y sueldos si no se aprueban con celeridad los Presupuestos? Pues que la burla a los ciudadanos es doble: porque tampoco es verdad y porque la prueba de ello es la actuación del propio Gobierno de Rajoy. El 30 de diciembre de 2011, nueve días después de aterrizar en Moncloa y con los Presupuestos prorrogados, el Ejecutivo decidió mediante un real decreto-ley congelar el salario de los funcionarios y revalorizar las pensiones en un 1%. Y pese a que tenía mayoría absoluta, retrasó la aprobación de los Presupuestos de 2012 hasta junio de ese año, para que los recortes no afectasen a sus expectativas electorales en las elecciones andaluzas.
En fin, parafraseando a Rajoy, esto es lo que hay: urnólogos muy mentirosos y mucho mentirosos. Cuando en realidad sería mucho mejor que prestasen atención a otra de las píldoras filosóficas del presidente en funciones. "España será lo que los españoles quieren que sea", reflexionó en el colegio electoral el 26J. Pues eso.