Plaza Pública

¿Es posible una alternativa?

Ángel Viviente Core

La Asociación Estatal de Directores y Gerentes en Servicios Sociales ha presentado el Informe sobre el estado Social de la Nación. Estos son algunos de los puntos de su informe:

 

  • La renta media de los hogares se ha reducido un 13% desde 2009 (30.045€) a 2015 (26.092€).
  • Más de 8 millones de trabajadores/as están por debajo del umbral de la pobrez.
  • Casi 700.000 hogares, 1,3 millones de personas, no tienen ningún ingreso (4% de los hogares).
  • La mala alimentación por motivos económicos y, en ocasiones, el hambre, son situaciones reales que afectan a más de un millón de personas en España.
  • En uno de cada diez hogares se pasa frío o excesivo calor por no poder mantener la vivienda a temperatura adecuada.
  • 400.000 personas han dejado de buscar trabajo porque creen que no lo van a encontrar.
  • El 1% de la población española con mayor patrimonio acaparaba en 2016 más de una cuarta parte de la riqueza del país (27,4%), mientras que el 20% más pobre se queda con un 0,1%.
  • La fortuna de las 3 personas más ricas en nuestro país equivale a la del 30% más pobre.

¿Qué opinan los partidos que se dicen de progreso ante todo esto? ¿Qué soluciones proponen? ¿Cuál ha de ser esa nueva política que sería necesario aplicar para iniciar el cambio?

Una gran cantidad de estos desfavorecidos, muchos de los cuales se han marginado de la participación electoral dada la poca confianza que les inspira el sistema actual, lo que precisan son alternativas que les puedan hacer ver la luz al fondo del arduo camino que tienen por delante.

Lejos de las críticas al partido que nos gobierna desde hace varios años y desde la perspectiva, ya incluso manida, de las altas cotas de corrupción en este y que ha sido una de las causas de la situación existente, y de lo que ya prácticamente nadie duda, lo que los ciudadanos esperan con urgencia de los partidos de progreso y del cambio son ofertas claras para poder cambiar esta situación.

Suena repetitiva la crítica al partido en el gobierno. De ello ya se ha hablado constantemente en los últimos tiempos y los españoles que quisieron entender lo sucedido, ya tienen bastante información al respecto. Lo que la mayoría de los españoles quisieran escuchar ahora de manera firme y clara son propuestas. ¿Qué pueden ofrecer, aisladamente y con cierta verosimilitud, los partidos del cambio a los ciudadanos? ¿Qué tipo de política ha de aplicarse para cambiar el rumbo de la degradación existente? De eso, poco se ha oído hablar. Las críticas a lo existente sí se han oído, pero no se han definido alternativas claras.

Las críticas entre los partidos que deberían abanderar ese cambio, o en el seno de ellos mismos, ya solo interesan a sus propios protagonistas y son vistos por la ciudadanía como una defensa de cotas de poder que en nada interesan a los que sufren situaciones de extrema dificultad para sobrevivir.

Las posturas y medidas “cara a la galería”, en un esfuerzo para conseguir la atención mediática no sirven para nada. Lo que se precisa ahora es un gran debate a nivel del Estado, en donde puedan discutirse cuales habrían de ser los mecanismos para reconstruir las nuevas políticas.

Lejos de las críticas al pasado y a lo que la izquierda pudo hacer y no hizo, lo que se precisa ahora es la reconstrucción de un Estado cuyas propuestas, acciones y medidas sean entendibles por los ciudadanos, porque estos sientan que van a afectar directamente a su bienestar y al de sus descendientes.

Se precisan estudios y debates que se generen en el seno y entre los grupos y partidos que buscan el cambio. Estos han de ser rigurosos y serán entendibles por la ciudadanía si abordan problemas concretos y básicos, de forma que hagan recuperar a gran parte de los ciudadanos la confianza en opciones electorales plausibles y que generen la ilusión por la política que se ha perdido en la mayoría de los ciudadanos.

El tablero electoral ha evolucionado de forma importante en los últimos tiempos. El efecto muestra que la opción conservadora ha conseguido mantener una unidad férrea que le ha hecho ganar las últimas contiendas electorales y que les hace ver con optimismo las futuras. Todo el mundo sabe, incluidos los dirigentes de esos partidos del cambio, que la única opción posible para arrebatar esa mayoría al partido que nos viene gobernando, pasa necesariamente por una unidad de acción de las fuerzas que dicen quererlo. La fragmentación actual en el campo de la izquierda y de las fuerzas de centro-izquierda que asumirían ese cambio, pasa por esa unidad en torno a unos principios básicos y acuerdos que sirvan para la regeneración política y la aplicación de políticas económicas que se alejen de las neoliberales que nos gobiernan en la actualidad.

Reprobaciones

No son de recibo las discusiones y líneas rojas que solo sirven para obtener el “prestigioso” título de primer partido de la oposición y que a ninguno de los ciudadanos que se encuentran en situaciones de precariedad, alto riesgo y marginalidad, sirven ni interesan.

Convocatoria Cívica, impulsora desde su nacimiento de la unidad de las fuerzas de izquierda y de progreso, plantea el espacio 'Actúa' como un lugar de encuentro de estas fuerzas; en donde se debatan, se revisen y se pongan en común todas las opciones y vías, para poder llegar a esa unidad electoral que es la única forma de arrebatar el gobierno de las instituciones a los que ya durante demasiados años las han mantenido en su poder. Ofrecemos 'Actúa' como el lugar en el que se desarrolle la búsqueda de esa nueva Política que debería venir asociada a una unidad de acción electoral, como única forma de salir de la situación en que nos encontramos.

  * Ángel Viviente Core es coordinador general de Convocatoria CívicaÁngel Viviente Core

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