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Atentados terroristas

Ascienden a 20 los muertos por la explosión de un coche bomba en una escuela de Policía de Bogotá

infoLibre

Al menos 20 personas han muerto y 68 han resultado heridas este jueves a causa de la explosión de un coche bomba en la Escuela de Cadetes de Policía General Santander, en Bogotá (Colombia), en lo que las autoridades del país sospechan que sería un atentado suicida.

"Lamentablemente, el saldo preliminar es de 21 personas fallecidas, incluyendo al responsable del hecho, y de 68 heridas, quienes fueron trasladadas a distintos centros asistenciales con el apoyo de organismos de socorro y emergencia del Distrito", ha señalado la Policía en un comunicado. Sobre las 9:30 (hora local) una camioneta rebasó los controles de seguridad e irrumpió en las instalaciones policiales. Minutos después, el vehículo estalló con el conductor dentro a la altura del patio donde suelen celebrarse los desfiles. En ese momento, se celebraba una ceremonia de ascensos.

El responsable de la explosión ha sido identificado por la Fiscalía General de la Nación como José Aldemar Rojas Rodríguez, según ha recogido el diario local 'El Espectador'. Rojas habría llegado a las inmediaciones de la Escuela General Santander, en el sur de Bogotá, a bordo de una camioneta Nissan Patrol de color gris. En el coche había unos 80 kilos de pentolita, un potente explosivo que se obtiene de la mezcla de TNT y pentrita y que suele utilizarse en la fabricación de minas antipersona.

De los 68 heridos, 58 han sido dadas de alta. "La Institución se solidariza con las respetadas familias de las personas que perdieron la vida y desea la pronta recuperación de quienes resultaron lesionados. Así mismo, de manera conjunta con la Fiscalía General de la Nación y demás autoridades se adelantan las investigaciones tendientes a establecer las causas y los responsables del acto terrorista que enluta a los colombianos", han señalado los agentes. Las autoridades han decretado tres días de luto nacional y han ordenado el fortalecimiento de los controles en las fronteras, así como en las salidas y entradas de las ciudades del país. "No descansaremos hasta capturar y llevar ante la justicia al resto de los terroristas involucrados y les notifico a esos criminales que les espera el repudio social, el rechazo de todos los colombianos y la comunidad internacional, y el castigo ejemplar de la justicia", ha manifestado el presidente colombiano, Iván Duque.

Duque ha inspeccionado la escuela de cadetes y desde allí ha dado órdenes a la Fuerza Pública —policías y militares— para determinar "quiénes son los responsables de este cobarde ataque". El líder conservador ha dejado claro que su Gobierno no dará "ni un paso atrás". "Este demencial acto terrorista no quedará impune (...) Los colombianos nunca nos hemos sometido al terrorismo", ha enfatizado. El expresidente colombiano Juan Manuel Santos ha expresado su "rechazo absoluto al cobarde atentado". "Toda mi solidaridad con nuestros héroes de la Policía y sus familias", ha dicho en Twitter. "¡Qué dolor el carro bomba a la Escuela de Policía!", ha dicho por la misma vía el también expresidente Álvaro Uribe. De momento, se desconoce la autoría del ataque. En Colombia actúan numerosos grupos armados, entre los que destaca el Ejército de Liberación Nacional (ELN), ahora la primera guerrilla del país.

 

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Proceso de paz

Este atentado ha acabado con una etapa relativamente tranquila en Colombia gracias al proceso de paz con la antigua guerrilla de las FARC y el ELN. Pastor Alape, uno de los dirigentes del partido político surgido de las FARC, que firmó la paz con el Gobierno de Santos en 2016, ha condenado lo ocurrido. "Nuestra solidaridad con los familiares de los policías", ha indicado. En su opinión, se trata de "una provocación contra la salida política al conflicto". "Busca cerrar posibilidades de acuerdo con el ELN, deslegitimar las movilizaciones sociales y favorecer a sectores guerreristas", ha sostenido.

Santos también inició un diálogo de paz con el ELN en febrero de 2017 pero con la llegada de Duque a la Casa de Nariño, el pasado mes de agosto, quedó suspendido. La tensión se ha vuelto a disparar este jueves después de que el ELN haya reconocido el secuestro de la tripulación de un helicóptero derribado.

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