28A | Elecciones generales
Política exterior, cultura y crisis climática: así son las propuestas sobre los temas ausentes en los debates
Con los comicios generales a la vuelta de la esquina, la campaña electoral roza su fin. Los debates celebrados este lunes y martes han congregado parte de las propuestas de cada candidato en la lucha por la Presidencia del Gobierno, pero muchos temas también se han quedado fuera. Pese al espacio para detallar sus principales medidas ante las cámaras, los principales partidos dejaron por el camino materias sin abordar, como ocurrió con la política exterior, la cultura o el medio ambiente.
No obstante, los partidos sí dedican espacio en sus programas electorales a las estrategias internacionales, el fomento de la cultura o la lucha contra el cambio climático. Estas son algunas de las medidas que proponen sobre el papel.
Política exterior: Europa, 'Brexit' y Venezuela
La política exterior por la que apuesta el PSOE gira en torno a dos objetivos: la construcción de una “Europa con fuerte dimensión social” y el establecimiento de una “gobernanza mundial multilateral efectiva, justa, sostenible, democrática y tendencialmente supranacional”. A nivel europeo, y con el objetivo de ganar “liderazgo e influencia”, los socialistas desarrollarán tres grandes propuestas: un seguro europeo del desempleo, la creación de un ejército europeo y la puesta en marcha del pilar europeo de derechos sociales.
Dentro de la política comunitaria, apuesta por impulsar una “política migratoria europea basada en los principios de solidaridad y responsabilidad”, además de promover una “política comercial europea progresista e inclusiva”. Los socialistas planean elaborar la llamada Estrategia Española de Integración Europea y, en el ámbito bilateral, reforzar la relación con Portugal a través de tratados de cooperación. Sobre el Brexit, el PSOE “apoyará todas las iniciativas del Gobierno socialista durante la próxima legislatura encaminadas a proteger a los sectores productivos” frente a sus efectos, a partir de planes de contingencia, “para consolidar la capacidad exportadora” de las empresas españolas.
En cuanto a gobernanza mundial, el partido de Pedro Sánchez cree importante promover la reforma del sistema de Naciones Unidas, con el objetivo de blindar “la coherencia de las actuaciones de todas las agencias, organizaciones y programas” y cumplir así con los objetivos de la Agenda 2030. También se inclina por reformar el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, para “hacerlo más eficaz y operativo” e impulsará el establecimiento de una asamblea parlamentaria de Naciones Unidas.
Respecto a Iberoamérica, el PSOE dice tener la voluntad de “prestar especial atención a las relaciones con Cuba y con países en clara deriva autoritaria como Nicaragua y Venezuela”, para propiciar un “proceso pacífico”. Otras medidas en cuanto a política exterior tienen que ver con el “reconocimiento del Estado palestino” por parte de los países miembro, la promoción de una solución del conflicto de Sáhara Occidental o el impulso en el diálogo con China.
Parte de las acciones defendidas por el PSOE son compartidas por el PP. Es el caso de la intención de “promover la democracia en Venezuela”, aunque los conservadores van un paso más allá y hablan de reconocer como legítimo el gobierno de Juan Guaidó. Éste es, de hecho, el primer punto del programa en materia de acción exterior. A Venezuela le sigue Cuba. “Apoyaremos a los demócratas de Cuba para impulsar una transición política que permita dar paso a una democracia”, sostiene la formación.
El equipo de Pablo Casado apuesta además por recuperar el modelo de Marca España, “que ha demostrado ser un éxito al servicio de la sociedad y de la internacionalización de las empresas”.
Respecto a la Unión Europea, los conservadores tratarán de reforzar el papel del país y sus intereses ante los retos que plantea la comunidad, como la Salida del Reino Unido o la lucha global contra el terrorismo. También insisten en defender la posición española con respecto a Gibraltar: “Dejaremos absolutamente claro que no se podrá realizar ningún tipo de acuerdo desde la UE sobre Gibraltar sin el consentimiento del Reino de España”.
El PP se marca como objetivo promover la reforma de la euroorden, dice, “tanto para los delitos de sedición y rebelión sean reconocidos como para acelerar su proceso interno de decisión”. Asimismo, prometen defender la “prioridad de la relación trasanlántica” y promoverán una política común de defensa que permita a la UE “hacer frente a los retos geopolíticos, estratégicos y globales por la defensa de los valores occidentales”.
De la misma manera que el PP tiene bien presente a Cataluña en sus propuestas en suelo europeo, Ciudadanos mantiene una postura muy similar. “Reformaremos la euroorden para que la libre circulación de personas no pueda ser utilizada por quienes huyen de los tribunales”, lanza el equipo de Albert Rivera. También promete reformar la Ley de la Acción y del Servicio Exterior “para frenar la proliferación de embajadas autonómicas” y declarar el cierre de las que “no sean necesarias”.
Respecto al Brexit, la formación naranja dice disponer de los “preparativos necesarios” para afrontar sus efectos y de esta manera garantizas una “transición ordenada que aminore” sus consecuencias negativas, “sobre todo si se produce sin acuerdo”.
Con la mirada puesta en Venezuela, Ciudadanos cree importante defender “los derechos de los exiliados venezolanos que huyen de la miseria y la persecución de la tiranía de Nicolás Maduro”. Exigirán, además, a la UE la prórroga y el endurecimiento de las sanciones impuestas “al régimen de Maduro y a sus responsables y colaboradores”, como por ejemplo la prohibición de viajar por territorio comunitario o la congelación de activos.
La postura de Unidas Podemos en torno al Brexit tiene que ver con no aceptar acuerdos que desprotejan a los españoles en Reino Unido. En cuanto al encaje de España en la UE, el partido morado promete defender un modelo de bienestar basado en los derechos sociales y la acción contra la austeridad y el auge de la extrema derecha en el continente.
“El Gobierno exigirá, para ello, el fin inmediato de las políticas de austeridad que han arrasado el tejido social de nuestras sociedades”, dice Unidas Podemos en las páginas de su programa. Y para ello, la receta que propone tiene que ver con la “relajación inmediata de los corsés fiscales impuestos por Bruselas” o la adopción de planes comunitarios de inversión pública y social. Nada dice, el equipo de Pablo Iglesias, sobre Venezuela.
Fomentar la cultura propia
La cultura no estuvo exenta de debate en la emisión de Atresmedia, pero su presencia fue mínima. Preguntados por medidas culturales con motivo del Día del Libro, los candidatos dieron algunas pistas sobre sus políticas culturales. Casado defendió una Ley de Mecenazgo a la que se sumó Rivera, mientras que Iglesias se centró en los trabajadores culturales y Sánchez abogó por que recibir una pensión sea compatible con ejercer la literatura.
En su programa electoral, el PSOE aborda la cultura como “política de Estado”. En ese sentido, plantea un pacto de Estado por la cultura “que proteja e impulse la actividad cultural”. Cree importante además mantener la independencia del Ministerio de Cultura para “mejorar su organización y funcionamiento”. Los socialistas quieren, asimismo, aumentar “de manera progresiva” el presupuesto para la cultura y aprobar una ley específica para el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música.
En cuanto a la creación de organismos, apuesta por impulsar un Consejo Estatal de la Cultura y la Propiedad Intelectual, refundar la Filmoteca Española, poner en marcha una Casa de la Traducción o crear una Oficina de Derechos de Autor, entre otros. También menciona una nueva Ley de Mecenazgo y completar el desarrollo del Estatuto del Artista con “propuestas laborales”. Pedro Sánchez señala la importancia de impulsar una nueva política audiovisual, con el objetivo de “adaptar y crear instrumentos que respondan a sus necesidades, avances y retos”.
Además de la mencionada Ley de Mecenazgo, el PP apuesta también por crear una Fiscalía especializada en la protección de la propiedad intelectual. Los conservadores se inclinan igualmente por apoyar lo que denominan un “marco estable de financiación de la industria del cine” y en desarrollar el Estatuto del Artista. Los de Pablo casado también desarrollarán un Plan de Mejora de Museos, Archivos y Bibliotecas y reforzarán el Plan Nacional de Tauromaquia “para que extienda el conocimiento y difusión del arte taurino y potencie el conjunto de actividades alrededor de esta importante tradición”.
“Cuidar” de la cultura y “proteger” a los creadores es el propósito que se marca Ciudadanos en su programa electoral. En este punto, la primera medida apunta a la aprobación de una Ley de Mecenazgo que “reconozca y premie a quienes invierten en el interés general”. Coincide en la necesidad de reforzar los instrumentos destinados a “proteger la propiedad intelectual” y, en añadido, “luchar contra la piratería”. Propone juzgados especializados para perseguir los delitos contra los derechos de autor. También apoyará, dice el partido en su programa, la producción de obras audiovisuales españolas y prevé atraer rodajes extranjeros. ¿De qué forma? Estableciendo, afirma, incentivos y facilitando los trámites administrativos.
La formación naranja quiere, finalmente, crear un Centro Nacional de Danza, un Centro Nacional de Fotografía y una Estrategia de Internacionalización de la Cultura y la Lengua Españolas, además de un Plan de Apoyo a la Difusión de la Historia Española.
Sobre el Estatuto del Artista habla de nuevo Unidas Podemos, quien propone un enfoque de protección y defensa de los trabajadores. “La cultura es un sector precario, con un alto porcentaje de falsos autónomos y con problemas muy serios de inestabilidad en el empleo”, lamenta el partido, por lo que tratará de mejorar “el reconocimiento de las enfermedades profesionales y su protección, los periodos de creación y formación, así como la transición profesional al final de las carreras artísticas”.
La formación morada quiere, además, impulsar una red de centros culturales ciudadanos, potenciar la producción de cine en las lenguas del Estado y promover la libertad en internet para una gestión “transparente y limpia de los derechos de autor”. Es fundamental, afirma, “proteger a los autores, a los intérpretes y al resto de titulares de derechos y, al mismo tiempo, fomentar la flexibilidad en los modelos de difusión de la cultura”.
Medio ambiente y crisis climática
El medioambiente fue otro de los temas ausentes en el debate del martes. De hecho, durante la mañana del miércoles las ONG ambientales reaccionaron a tal laguna y tacharon de “inadmisible” y “decepcionante” que en ninguno de los debates electorales de esta semana los candidatos hayan hablado de medio ambiente y cambio climático.
Aunque no lo hicieron ante las cámaras, sí lo tratan en las páginas de sus programas. El PSOE basa sus propuestas en el anteproyecto de ley aprobado por el Gobierno de Pedro Sánchez en torno al cambio climático y la transición energética, el borrador del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima y la Estrategia de Transición Justa. Los tres documentos, aseguran los socialistas, “incluyen los principales compromisos para la próxima legislatura en materia de cambio climático y transición energética”, tales como la reducción de un 20% de las emisiones de gases efecto invernadero en 2020 y de un 90% en 2050; el aumento en el peso de las energías renovables hasta un 35% en 2030 o la creciente electrificación del sector transporte.
Los socialistas también se inclinan por impulsar una fiscalidad medioambiental que desincentive la contaminación, impulse el proceso de descarbonización de la economía y favorezca la transición ecológica.
El cuanto al PP, su propuesta pasa por la defensa de “un mix energético que permita cumplir los objetivos de seguridad del suministro, cambio climático y precio de la energía”. En ese sentido, aprovecharán al máximo, prometen, las opciones renovables “sin renunciar a otras tecnologías que aún son útiles a nuestro país”. También creen fundamental la reducción de emisiones que cumpla con los objetivos para 2030 y promoverán un proceso de transición que “tenga en cuenta a los sectores más vulnerables por la transformación a una economía baja en carbono”. Entretanto, potenciarán los mecanismos de ayuda a la industria “para compensar los efectos de las políticas medioambientales y energéticas”.
Los conservadores rechazan de forma tajante las prohibiciones a los vehículos de combustión. Por contra, afirman, “deben ser la evolución tecnológica y las decisiones de los consumidores los marquen el ritmo de sustitución de unas tecnologías por otras”.
El segundo debate, bronco, confuso, visualmente plano y muy visto
Ver más
En cuanto al partido liderado por Albert Rivera, el programa diseñado para las elecciones generales promete crear una Ley de Cambio Climático y Transición Energética que “garantice la seguridad jurídica y la no dependencia de combustibles fósiles”, además de una Ley de Economía Circular para prohibir los productos de plástico de un solo uso, reducir los descartes alimentarios e incrementar el reciclaje.
Finalmente, Unidas Podemos entiende fundamental acabar con el fraking “debido a las consecuencias irreversibles de esta práctica de extracción”. También prometen atajar la contaminación del aire extendiendo, dicen, “el modelo de éxito de Madrid Central a otras ciudades con problemas de contaminación”.
Implementarán además medidas fiscales para “avanzar hacia un horizonte verde”, bajando el impuesto de matriculación y circulación a los coches híbridos y eléctricos; reformando el IRPF para establecer desgravaciones por el uso de abonos de transporte público y estableciendo un impuesto a las empresas energéticas que grave la producción de energías no renovables. En este apartado, el partido morado creará una Vicepresidencia de Transición Ecológica y Nuevo Modelo Industrial para dirigir y coordinar todas estas reformas.