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INVESTIGACIÓN | 'FOOTBALL LEAKS'

La Asociación de Exjugadores del Real Madrid funcionaba sin control y aprovechaba la confusión con el club para proyectos y contratos

El presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, con el presidente de la Asociación de Exjugadores, Paco Gento (quinto por la izda.), y otros ex madridistas, presentaron en 2016 un partido benéfico entre antiguas glorias del club y del Ajax.

Las relaciones entre el Real Madrid y su Asociación de Exjugadores atravesaron una época turbulenta entre 2013 y 2016. Las operaciones desarrolladas por el agente deportivo Rayco García Cabrera en nombre del Real Madrid en Omán y Tanzania destaparon el escaso control que el club ejercía sobre la asociación y la utilización que los veteranos hacían del nombre, logo y fama del Real Madrid, aprovechando la fácil confusión entre una entidad y otra.

Así consta en documentos de Football Leaks, logrados por el semanario alemán Der Spiegel y compartidos con la red de medios European Investigative Collaborations (EIC), de la que forma parte infoLibre.

Desde el momento en que se destaparon los contratos negociados en Omán y Tanzania por el directivo de la Fundación del Real Madrid Manuel Parreño, el entrenador Rubén de la Red y el agente deportivo Rayco García, para abrir academias de fútbol que se promocionaban con partidos de exjugadores del Real Madrid y el Barça, el club blanco desvió toda la responsabilidad hacia la asociación de veteranos. Creada en 1992 y presidida primero por Alfredo Di Stéfano, después por Ignacio Zoco y por Paco Gento en la actualidad, es una entidad jurídica distinta del Real Madrid a la que, no obstante, el club otorgaba cada año una subvención de 250.000 euros como parte del convenio de colaboración que mantienen ambos. Se trataba de un contrato de arrendamiento de servicios, por el que a cambio de esa cantidad los exjugadores participan en actos sociales, tanto de las peñas como de la fundación, o en partidos benéficos y en la formación de la cantera. También “ostentan la representación del club o de sus dirigentes cuando así les sea solicitado”. Además de con la aportación anual del club, se financian con las cuotas de sus asociados, la publicidad de la revista de la asociación y los partidos que organizan.

A Rayco García los responsables del club lo identifican en sus correos como “representante de la asociación de veteranos”. Él mismo ha reconocido a infoLibre que actuó siempre en su nombre cuando negociaba en el sultanato. Al empresario omaní que demandó al Real Madrid por fraude tras perder casi 1,7 millones de euros por el partido de leyendas jugado en Mascate sin ninguna de las estrellas comprometidas, el club le remitió desde el primer momento a la Asociación de Exjugadores para que le exigiera responsabilidades.

Tenía motivos para ello. Rayco García firmó un acuerdo de cooperación de tres páginas con la empresa de Omán Zan for Events & Conferences encabezado por el emblema del club y en el que éste aparece como una de las partes contratantes, pero donde figura como CIF el de la asociación de veteranos.

Además, la empresa omaní había recibido una carta con el membrete de la asociación y la firma del presidente de los exjugadores, Alfredo Di Stéfano, donde se subrayaba una y otra vez que la asociación enviaba a Omán a sus “representantes oficiales”: Emilio Butragueño, director de Relaciones Institucionales del club; Rubén de la Red, al que presentaba como “director de entrenadores”, y Rayco García, al que identificaba como “coordinador del Departamento Internacional del Real Madrid”. Los dos últimos cargos son falsos. Pero la confusión deliberada entre las tres entidades blancas –club, asociación de exjugadores y fundación, la encargada de gestionar las escuelas– resulta patente.

infoLibre empezó a publicar en julio los detalles del fraude que implica al Real Madrid en dos operaciones emprendidas por empleados del club y un agente deportivo en Omán y Tanzania. El Real Madrid despidió en 2015 al exjugador Rubén de la Red y a un directivo de su Fundación, Manuel Parreño, por negociar sin autorización la apertura de escuelas de fútbol en el sultanato y en el país africano. En febrero de este año, el club blanco fue condenado en Omán a pagar 1,07 millones de euros a un empresario local que le demandó por las pérdidas que sufrió tras organizar un partido de exjugadores del Real Madrid y del Barcelona FC.

  Subvención retenida y plan para definir competencias

En diciembre de 2014, el Comité Ejecutivo del club, presidido por Florentino Pérez, no sólo reitera como “único responsable” del fraude a la asociación, sino que también da cuenta de la reunión que mantuvieron Manuel Redondo, director de la fundación, y Carlos Martínez de Albornoz, director de Control y Auditoría Interna, con Fernando Hierro y Manuel Sanchís, a quienes se solicitó que “profundizasen, en todas las negociaciones donde el agente de la Asociación de Veteranos [Rayco García] hubiera tomado parte, sobre la utilización de marcas y logos, y sobre la implicación de ejecutivos del Real Madrid que puede llevar a confusión a terceros”.

Además, tal y como consta en el acta de esa reunión, el comité decidió revisar el convenio de colaboración con los exjugadores –firmado en 2007 por tiempo indefinido– y elaborar un plan que “delimite claramente los ámbitos de actuación y competencias de la asociación con respecto al club y a la fundación”, así como el uso que aquéllos hacen de la marca, escudos e identidad corporativa del Real Madrid.

Ese plan de delimitación fue elaborado por Martínez de Albornoz y enviado el 21 de enero de 2015 a los principales directivos del club –incluido Florentino Pérez–. El documento deja claro que queda fuera de las competencias de la asociación la organización de academias, campus o clinics, y que los exjugadores sólo pueden “colaborar” con la fundación, la única entidad autorizada para usar la marca del Real Madrid en este ámbito. La celebración de partidos de veteranos, además, precisa del permiso expreso del club. Y éstos deben vestir siempre “camiseta y equipación diferentes de los que utiliza el club, sin las marcas, emblemas y logos de los patrocinadores del Real Madrid”. Todo ello para evitar los “equívocos” que ya se habían producido en Omán y Tanzania.

Tres meses después, el Comité Ejecutivo del club informa a la asociación de veteranos de que ha abierto una investigación interna sobre los contratos firmados en esos dos países y ordena retenerle los pagos mientras no aplique el nuevo convenio. Que incluye el sometimiento de las cuentas de la asociación a una auditoría externa “con la misma firma que audita las cuentas del club” y la creación de una comisión mixta de seguimiento. Finalmente, se requiere a los jugadores y exjugadores que organizan escuelas deportivas, campus y clinics con el nombre e imagen del club para que dejen de hacerlo, “invitándoles” a colaborar con la fundación en la creación y promoción de semejantes iniciativas.

  Problema antiguo con los veteranos

Los roces con los exjugadores por promover campus sin autorización ya venían de antiguo. En agosto de 2012 el club elabora una lista de 20 veteranos, tanto del equipo de fútbol como de baloncesto, que ceden su nombre e imagen para organizar estos campamentos “con fines comerciales”: Albiol, Arbeloa, Isidoro San José, Zoco, Rubén de la Red, Iker Casillas, Wayne Brabender, Rafael Rullán, Martín Vázquez, Michel, Manuel SanchísIsidoro San JoséIker Casillas… Al tener cedidos parte de sus derechos de imagen al club, éste les envía cartas con un requerimiento para que no sigan explotando comercialmente su nombre “sin la autorización previa y por escrito” del Real Madrid. Y les recuerda el porcentaje de esos derechos que corresponde al equipo blanco.

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El informe sobre los contratos fraudulentos de Omán y Tanzania y los requerimientos a la Asociación de Exjugadores tienen fecha de junio de 2015. Ocho meses más tarde, el Comité Ejecutivo se queja de que los veteranos siguen “sin hacer caso de las indicaciones” y continúan utilizando “el escudo del club y no el de la asociación, así como la imagen de jugadores del primer equipo, contribuyendo a la confusión interesada como ocurrió en los casos de Omán y Tanzania”. Martínez de Albornoz se refiere en concreto a un partido que jugaron contra los veteranos del Barça en Arabia Saudí el 12 de febrero de 2016. Es decir, casi tres años después de que comenzaran los problemas en Omán.

Ni el Real Madrid ni la Asociación de Exjugadores han querido explicar a infoLibre si se ha producido algún cambio en las relaciones entre ambos desde entonces.

 

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