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Fusiones bancarias

Supervisión, transparencia y solvencia: las amenazas del 'superbanco' que nace de dos entidades en apuros

Vista de una oficina de Bankia y otra de CaixaBank reflejada en el cristal en el centro de L'Hospitalet (Barcelona)

Bankia y CaixaBank son solventes, pero fusionadas lo serán todavía más; el Banco Central Europeo (BCE) alienta las fusiones; la operación generará un "valor adicional" y "miles de millones" de euros en sinergias; el marco actual de tipos de interés bajos impide producir "rentabilidad" y eso afecta a la concesión de créditos... Estas premisas se reproducen en medios de comunicación a través  de economistas y expertos. Los beneficios de la fusión son hegemónicos en las páginas de color salmón. Incluso los sindicatos mayoritarios defienden el maridaje.

Pero los expertos interrogados por infoLibre (fuentes del sector financiero, conocedores de los entresijos bancarios, economistas críticos) rechazan técnicamente uno por uno todos los argumentos anteriores para respaldar la fusión. Muchos de los consultados no coinciden con el concepto de banca pública promovido por Unidas Podemos y, sin embargo, tampoco compran los razonamientos -sino todo lo contrario- sobre los parabienes de juntar a las entidades cuyos cabezas visibles son José Ignacio Goirigolzarri e Isidro Fainé. 

La única coincidencia general es la del ahorro de costes: a estas alturas, una semana después del anuncio, nadie duda de que habrá miles de despidos y cierre masivo de oficinas que se solapen. 

"Tengo serias dudas sobre la salud de ambas entidades", dice un veterano operador en el sector financiero, que ha ocupado distintas y destacadas responsabilidades y por eso explica que rehúsa dar su nombre. "Dudo que la información que se maneja sea exacta. Porque en la ecuación de canje, cada una de las entidades aportará su precio según el valor de mercado; y el valor de mercado de Bankia o Caixabank es infinitamente inferior al valor en libros", alerta. "Esa diferencia ¿qué es? ¿Un desequilibrio patrimonial?".

Flexibilidad en la supervisión

Sobre el estado de salud de las dos escribió el 4 de septiembre el periodista Ernesto Ekaizer en Ara"A 30 de junio pasado", el precio de las acciones en Bolsa CaixaBank suponían el 45,8 % de su valor téórico contable, el valor que figura en sus libros de contabilidad, mientras que en el caso de Bankia era de apenas un 23,1%". Según Ekaizer, "la rentabilidad del activo anual, clave para saber lo que le pasa al negocio de las entidades, era a 30 de junio del 0,05% en el caso de CaixaBank y del 0,1% para Bankia". 

Otra fuente del mercado, igualmentre desde el anonimato, define la jugada como "rescate a CaixaBank". "Caixabank debería de sanearse antes de absorber Bankia", continúa esta persona. "El agujero por la diferencia entre el valor patrimonial, unos 25.000 millones de euros, y el de libros, de 11.000 millones, es enorme con los datos auditados del primer semestre. Si no se corrige esto, sufrirían pérdidas los accionistas de Bankia, entre ellos por supuesto su máximo accionista, el Estado; la tormenta después arrastrará a los accionistas de la entidad catalana. Y volverán los problemas sistémicos", el mantra del too big too fail tan cacareado la pasada crisis.

Al utilizarse el valor de mercado de las acciones de CaixaBank como instrumento de liquidación de Bankia, se pondrá en evidencia el deterioro de la entidad catalana, coinciden las fuentes.

Las cuentas semestrales presentadas por las entidades el citado 30 de junio se produjeron, además, en un contexto de relajación de la supervisión y de una gran flexibilidad concedida por supervisores como el BCE o el Banco de España debido a la pandemia del Covid-19.

Valor patrimonial y valor en libros

Así lo reconoce, por ejemplo, una nota de Bankia entregada durante la presentación. "A fin de aportar la mayor certidumbre posible en esta coyuntura sin precedentes, las autoridades competentes [y cita al BCE, al Banco de España y a otros órganos como la Autoridad Bancaria Europea, la ESMA o la Junta de Normas Internacionales de Contabilidad] han recordado a través de diversos pronunciamientos el margen de flexibilidad que otorga el marco regulatorio en vigor", recordaba Bankia el 30 de junio. 

Una persona bien informada de la situación de Sareb aporta más problemas a la fusión, en este caso para Bankia. "Bankia cedió muchos activos a Sareb. La cartera más grande que tiene el banco malo es de la entidad madrileña", explica. "El precio que pagó Sareb por los activos de Bankia fue injustificadamente alto, como por el resto de activos tóxicos de otras cajas y bancos, un sobreprecio por el que sufren hoy las cuentas de la sociedad. Así que lo que va a pasar es que Sareb va a tener muy difícil devolver ese dinero y se lo va a acabar comiendo el Estado". 

La cuestión de las ayudas públicas también planea sobre la operación. CaixaBank recibió cuantiosas inyecciones tras absorber Banca Cívica y posteriormente el Banco de Valencia, por no hablar de los más de 22.000 millones de euros inyectados en Bankia en lo peor de la crisis (2012), de los que no se han devuelto ni un euro. "Esos más de 20.000 millones de euros del rescate a Bankia no devueltos a los ciudadanos son un problema no ya económico sino moral en tiempos de pandemia", lamenta el economista Juan Laborda, profesor de Economía en el IEB o en la Carlos III.

Bankia vale tres veces menos

Otro foco de conflicto: la transparencia y la supervisión. Esto opina una fuente del mercado: "La banca antes de la pandemia ya tenía problemas no transparentados. Con la pandemia, los supervisores de todos los países van a conceder flexibilidad para no cumplir con los indicadores de capital. Sufrirá más la transparencia. ¿Cuando termine la pandemia habrá supervisores que den marcha atrás y vuelvan a ser rigurosos con un banco de esa magnitud?". El interpelado cree que, "puesto que es innegable que la fusión tendrá el plácet de las autoridades", difícilmente "se meterá en vereda" a la nueva entidad. "Y eso afectará a los demás bancos".

La generación de sinergias ha sido asimismo rebatida en algún post. Como el del doctor en Economía por la Universidad Complutense, Juan Ruiz, en Ctxt: "Se realiza la operación cuando las acciones han perdido hasta tres veces su valor, aunque desde los medios estos días se destaque la fuerte subida de las acciones de Bankia, un 30% desde que se dio a conocer la fusión". Este economista recuerda que en el programa del PSOE para 2016 se decía que las acciones de Bankia no se iban a malvender. Entonces valían mucho más que hoy. 

El papel del BCE

El último punto rebatido por los especialistas consultados es el de que la fusión viene alentada por el BCE. "El supervisor europeo alienta las fusiones entre bancos de distintos países, no operaciones nacionales. Eso lo sabe todo el mundo en el sector", asegura uno. "El BCE habla constantemente de mecanismos de resolución transfronteriza, de bancos que operen en distintos países para fortalecer la moneda única". Esta fuente apunta al discurso de la presidenta del organismo, Christine Lagarde, el pasado jueves 10 de septiembre. 

"El sistema genera una continua inestabilidad financiera que pone de manifiesto un puzzle del que los economistas ortodoxos no saben salir", concluye Juan Laborda. "Hemos optado por el modelo japonés: generar capital para hacer frente al balance contaminado durante la recuperación económica, algo que no vale para los tiempos del Covid-19. Yo opto más por el modelo sueco: se rescata el banco a costa de acreedores, se sacan los activos a precio de mercado y, si se puede, se hace una quita a los clientes del banco con hipotecas sobre activos sobrevalorados".

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