Los desafíos de la economía
Los nubarrones por el covid-19 trituran la breve ilusión de vuelta a la normalidad del turismo
El turismo había empezado a esbozar una tímida sonrisa. Tras un 2020 lúgubre, con menos de 19 millones de viajeros extranjeros, un 77% de caída respecto a 2019, al fin empezaban a aflorar datos prometedores. En los primeros diez meses del año, habían venido 24,8 millones de turistas internacionales, un 33% de los llegados en 2019. Parece poco, pero la flecha apuntaba hacia arriba. España recibió en agosto, septiembre y octubre un 51%, 53% y 67% de los extranjeros que en en los mismos meses de 2019. Octubre fue el mes en que llegaron más pasajeros procedentes de aeropuertos internacionales desde que empezó la pandemia: 5,5 millones. La ministra del ramo, Reyes Maroto (PSOE), se había fijado el objetivo de recuperar en 2021 la mitad del turismo extranjero de 2019, lo que implicaba también una recuperación de los índices de gasto. Dinero fresco para la economía en un sector machacado que desde marzo de 2020 ha dejado de ingresar 167.000 millones de euros, según la patronal Exceltur. Pero el covid-19 ha venido congelar esa sonrisa. El propósito del Gobierno se complica.
Con parte de Europa reviviendo ya la pesadilla y el mundo en alerta ante la evolución de la variante ómicron, la conversación turística ha vuelto al campo semántico maldito: restricciones, cierres, bajadas... La Organización Mundial de Turismo (OMT), que ha estado reunida esta semana en asamblea en Madrid, ha alertado de que las tasas de vacunación desiguales y las nuevas cepas de covid-19 “podrían afectar la recuperación ya de por sí lenta y frágil”. La tensión económica y la interrupción de las cadenas de suministro también afectarán negativamente a la demanda, añade la OMT.
Eso en lo que respeta a la situación global, de la que España no escapa. "Veníamos ya de un post-verano con unos meses bastante animados en cuanto a reservas, también desde que Estados Unidos facilitó el viaje hacia Europa y el mercado alemán empezó a mostrar cifras interesantes de reservas. Pero, ya a principios de noviembre, Centroeuropa, Benelux y Austria mostraron signos de incremento del covid y se empezó a notar en cancelaciones. Este puente volverá a ser bueno por el turismo interno, pero en las navidades supongo que volveremos a tener cifras de turismo internacional muy bajas", explica el consultor turístico David Mora, que apunta también a las "políticas sumamente erráticas" de Reino Unido, disuasorias y confusas incluso para viajeros que pudieran tener en interés en venir. El mayor impacto, señala Mora, se produce en Canarias, donde la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo (FEHT) ha guardado ya en el cajón el discurso optimista de la salida del verano y alerta de un impacto observable en las reservas debido principalmente a la "incertidumbre", por lo tanto susceptible de empeorar con nuevas noticias inquietantes.
Hosteltur, un portal orientado a profesionales y empresas del sector, señala que "el repunte de los contagios, la aparición de la nueva variante ómicron, las restricciones a la movilidad que están decretando los gobiernos de diferentes países y el temor a nuevos confinamientos han tenido un efecto casi inmediato en la demanda turística para la temporada de invierno". España es uno de los destinos más afectados, señala Hosteltur, que procesa datos de la plataforma TravelgateX. Antes del empeoramiento de la pandemia, los crecimientos de reservas de hotel habían empezado incluso a superar los de 2019, pero ahora hay una "desaceleración" que está siendo especialmente dura en Canarias, Andalucía, Madrid, la Comunidad Valenciana y Cataluña, según Hosteltur.
Del "parón" a las cancelaciones
Hasta ahora el sostén ha sido el turismo español, con más del 70% de las reservas de hotel. El segundo mercado es Reino Unido, con una cuota alrededor del 10% desde el verano que ahora vuelve a bajar y se sitúa en el 8,3%. Los principales temores de los altavoces del sector son dos: 1) Que las restricciones asfixien la llegada de extranjeros. 2) Que el problema se acabe trasladando al turista nacional, auténtico salvavidas durante la pandemia. Un dato: las pernoctaciones de los españoles en hoteles se situaron en octubre por encima de los niveles prepandemia, superando los 9,5 millones.
Carlos Abella, secretario general de la Mesa del Turismo, en declaraciones a Negocios TV, describe un clima de "incertidumbre total" y "temor". El anuncio de la nueva variante se notó "de entrada" un "parón en las reservas", que "lamentablemente" ya se ha extendido a las cancelaciones, afirma.
"Hay preocupación", explica a infoLibre José Luis Yzuel, presidente de la Confederación Empresarial de Hostelería de España, porque las noticias "nos retrotraen" al escenario de pandemia dura. "Tras una fase de crecimiento exponencial de las reservas, ahora se produce una minoración", añade. No obstante, Yzuel expresa "confianza" en que no haya un empeoramiento "exagerado" de la situación sanitaria y la progresión de las vacunas eviten que llegar a situaciones dramáticas.
Las noticias de cancelaciones de hoteles y restaurantes, con estimaciones provenientes del sector, se extienden por buena parte de España. En la mayoría de los casos, se habla de "goteo" de cancelaciones, sobre todo de comidas de empresas que no quieren arriesgar. En ocasiones, hay cálculos. En Sevilla, siempre con datos del sector, se suspenden un 20% de las comidas de Navidad reservadas. En Aragón, un 40%. No hay que olvidar que el Ministerio de Sanidad ha recomendado ya expresamente limitar en lo posible el número de participantes en eventos sociales. El Gobierno no contempla de momento un escenario de restricciones, pero el mensaje que lanza se ha oscurecido.
Fin del espejismo
Aurora Pedro atiende a infoLibre tras participar en la asamblea de la Organización Mundial de Turismo (OMT), organismo del que es consultora. A su juicio, el nuevo escenario de restricciones enfrenta al sector turístico en España a la evidencia de que la pandemia no va a ser un un simple paréntesis, sino un fenómeno que va a desplegar efectos de amplio alcance y que junto al cambio climático obliga a algunos replanteamientos. "Esta pandemia no se va a erradicar fácilmente. Toca aceptarlo para ser realistas. Este verano había un enorme optimismo, pero lo cierto es que, hasta que no esté todo el mundo vacunado, y me refiero a todo el planeta, la situación no va a estar controlada", explica la profesora de Economía Aplicada de la Universidad de Valencia.
La pandemia, explica, ofrecía un escenario propicio para reflexionar sobre el turismo y cuestionar a fondo el paradigma del "crecimiento desbocado". ¿Se ha aprovechado? "La idea de que no podemos seguir así va calando, pero queda mucho por hacer. Creo que la línea a seguir no es destacar y perseguir más y más visitantes, sino plantearse qué estamos haciendo, para qué, qué nivel de contaminación provoca lo que hacemos, qué interés tiene...", explica.
En la misma línea de preocupación por las prisas por un regreso poco reflexionado a las mismas prácticas se ha expresado Javier Blanco en un artículo en este periódico: "Una nada desdeñable corriente de opinión continúa instalada en recuperar tal cual los números, premisas y prácticas que se venían llevando a cabo justo antes del estallido de la pandemia". Pedro se muestra consciente de la dificultad de un sector del que cuelga entre un 11% y un 14% del PIB y el empleo de pararse a pensar, porque las urgencias mandan. Pero cree que es "imprescindible" abrir el debate sobre la "excesiva dependencia del turismo".
"Necesitamos una economía más diversificada. Se está viendo que las crisis nos afectan mucho. Y necesitamos plantearnos a fondo el impacto ecológico y enfocar la investigación a la sostenibilidad del transporte y las energías alternativas", afirma. No es excesivamente optimista sobre la autocrítica del sector o la consolidación de experiencias puesta en marcha con la crisis, con una mayor apuesta por el turismo rural y en la llamada "España vaciada". "Creo que, en la medida en que vuelva la normalidad, se volverá a reforzar el sol y playa", expone.
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Al igual que Pedro y Blanco, el miembro del Grupo de Investigación sobre Sostenibilidad y Territorio de la Universitat de Illes Balears Macià Blázquez señala que la pandemia ha servido para la apertura de "espacios de reflexión" en torno a iniciativas de turismo de proximidad, hoteles que respetan derechos laborales y oferta en la "España vaciada". También, añade, sobre el agudo problema de la precariedad. No obstante, afirma: "Las principales tendencias vienen marcadas por el capital, que pretende retomar ya el crecimiento y volver al turismo de masas, en una dinámica de fusiones y adquisiciones. A eso se suma el turismo de lujo como refugio de clases pudientes".
¿Y las administraciones? Hay de todo, señala Blázquez, pero "la tendencia generalizada es a seguir igual. Parece que a nadie le termina de entrar la idea de que no puede ser. El propio Gobierno, en sus estrategias [aquí y aquí] continúa hablando de 'crecimiento sostenible'. ¡Ni siquiera de desarrollo sostenible! No, dicen 'crecimiento'", señala Blázquez, que cree que este enfoque lleva a "contradicciones" como el haber puesto encima de la mesa proyectos tan ecológicamente criticados como la ampliación del aeropuerto de El Prat.
El consultor David Mora señala que, aunque es imposible dar en un solo brochazo una visión de conjunto por la pluralidad de destinos en el sector turístico, "la idea de cambio ya está inoculada" y ahora le toca "avanzar". Pone sobre la mesa algunos conceptos clave: "sostenibilidad", "programas de compensación de huella de carbono", "énfasis en la calidad de vida del residente", "más gasto de gestión y menos de promoción"... Y reclama superar la narrativa turística en torno a la carrera del número de visitantes y pone el foco en estancia media, pernoctaciones, gasto promedio, satisfacción, índice de repetición...