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"Ahora voy a comprar Coca-Cola para meter cocaína": qué hay dentro de la cabeza de Musk a través de sus tuits

Elon Musk en la alfombra roja del premio Axel Springer, en Berlín (Alemania), en 2020.

A la espera de que se cierre la operación de compra, Elon Musk ya tiene en Twitter un nuevo juguete que se suma a sus coches Tesla y a sus viajes al espacio con SpaceX. Y desde que el pasado 4 de abril anunció que había comprado el 9,2% de las acciones de la red social, convirtiéndose así en el primer accionista de la tecnológica, no ha parado de hacer uso de su futura nueva adquisición. En concreto, hasta este viernes, el empresario de origen sudafricano ha publicado unos 261 tuits, incluyendo multitud de respuestas a usuarios, muchas de ellas sin ni siquiera haberle citado.

En ellos, el también hombre más rico del mundo ha informado, ha informado casi en tiempo real, de una operación que ha tenido sus dos momentos álgidos el pasado 14 de abril, día que anunció su oferta de más de 43.000 millones de dólares por la totalidad de la compañía, y este mismo lunes, cuando se hizo efectiva y que el multimillonario celebró con un mensaje con un simple "sí" acompañado de tres exclamaciones, emoticonos y una captura de un mensaje suyo sobre la libertad de expresión en la plataforma. "¡Hagamos que Twitter sea lo más divertido posible!", afirmó en otra publicación este mismo jueves. 

Con más de 88 millones de seguidores, Musk ha engrosado su lista de followers en unos siete millones durante estas últimas semanas. Su cuenta, activa desde julio de 2009, se encuentra en el selecto top 10 de perfiles con más seguidores. En concreto, está en el puesto siete, por detrás de figuras tan populares y reconocidas mundialmente como el expresidente Barack Obama, los cantantes Justin Bieber, Katy Perry, Rihanna y Taylor Swift, o el futbolista Cristiano Ronaldo. 

Su intensa actividad de estas últimas semanas no sorprende a nadie. En estos casi trece años que lleva en la plataforma, ha tuiteado 17,5 mil publicaciones. El multimillonario recurre con mucha frecuencia a su cuenta para insultar a sus críticos, controlar los mensajes sobre sus coches eléctricos, divagar sobre sus viajes espaciales o difundir información falsa sobre el coronavirus. 

Ante sus tuits, muchos medios en EEUU no han dudado en calificarlo como el típico troll de la red social. Laura Pérez Altable, doctora en comunicación e investigadora de la Universitat Pompeu Fabra, no comparte esta visión. "No creo que sea un troll, más bien es su forma de pasárselo bien. Es el típico empresario, hombre blanco y triunfador, que ahora, además, ha comprado Twitter. Muy de mentalidad americana", sostiene esta experta que considera que Musk no sabe ni donde se ha metido ni las repercusiones: "Creo que no ve la perspectiva de lo que implicar". "Esta compra ha sido casi un capricho", argumenta. 

¿Y qué tipo de mensajes ha compartido desde que entró en la esfera empresarial de Twitter? El también jefe de Tesla y SpaceX ha usado su perfil estas últimas cuatro semanas para todo tipo de mensajes e incluso ha sacado tiempo para felicitar la Pascua con una fotografía de su perro de raza shiba inu, que hace honor a un tipo de criptomonedas.

Ha hecho propuestas de cambios en la plataforma como que los mensajes directos cuenten con cifrado de extremo a extremo como Signal para que "nadie pueda espiar o piratear sus mensajes" o la incorporación del famoso botón de editar. "No sé si realmente hará esta revolución con el botón de editar. Pero si luego la persona autora, lo va a modificar, puede haber una distorsión en los retuits o los favoritos", expone Pérez Altable. 

Al usuario @engineers_feed Musk le prometió una verificación después de que comentará que hacía esta petición cada mes. "El proceso actual es como si Kafka tuviera una bola 8 mágica", le respondió el 23 de abril sin ni siquiera haberle citado en el mensaje inicial. También ha bromeado (o no) sobre cómo sería una junta de la tecnológica con él fumando en ella o sobre querer quitar la 'w' del nombre para convertirlo en una variante de la palabra teta en inglés (en un tuit ya borrado). Incluso ha preguntado a sus followers si la plataforma se muere. "Veo como que pretende cambiar la naturaleza de la red social y para peor", afirma esta experta. 

Asimismo, ha llevado a cabo una encuesta sobre si hacer que Twitter sea privado a 54,20 dólares debería "depender de los accionistas, no de la junta". El resultado fue un abrumador sí con más de un 80% de los votos. No es la primera vez: ya a finales de marzo, Musk publicó una preguntando si la gente pensaba que la red social se adhería "rigurosamente" a la libertad de expresión. El resultado, de nuevo, fue abrumador, ya que el 70% votó que no. "Hace uso de la herramienta para publicitar su empresa. Ahora directamente, la ha comprado porque ya no le valen sus reglas", argumenta Pérez Altable. 

Musk y la libertad de expresión

Todas estas publicaciones sobre su nuevo juguete pueden estar a punto de llegar a su fin. Según el contrato registrado por la compañía ante la Comisión de Valores y Bolsa de EEUU (SEC, por sus siglas en inglés), Musk ha aceptado limitar sus críticas hacia la red social en sus tuits mientras dura la operación de compra. Lo que pase cuando acabe, es aún un misterio. Esta "prohibición", se suma a la que ya pende sobre su figura por parte también de la SEC con respecto a Tesla. El multimillonario cuenta con ciertas limitaciones a la hora de usar Twitter cuando se trata de información que pueda afectar la valoración de su empresa de coches y el mercado de valores.

De lo que seguramente seguirá hablando Musk es sobre la libertad de expresión. Desde marzo, ha tuiteado cinco veces la expresión "free speech" (libertad de expresión, en español). "Espero que hasta mis peores críticos permanezcan en Twitter, porque eso es lo que significa la libertad de expresión", escribió  el 25 de abril tras anunciar la compra de la red social. Menos de 24 horas después, volvió para dar explicaciones sobre este tema en un tuit que ha fijado en su perfil durante la jornada de este viernes: "Por 'libertad de expresión', me refiero simplemente a lo que se ajusta a la ley. Estoy en contra de la censura que va mucho más allá de la ley. Si la gente quiere menos libertad de expresión, le pedirá al gobierno que apruebe leyes a tal efecto. Por lo tanto, ir más allá de la ley es contrario a la voluntad del pueblo".

El 26 de abril también tuiteó: "La reacción extrema de quienes temen la libertad de expresión lo dice todo". Y un día después volvía a recurrir a la libertad de expresión a la hora de hablar de Truth Social, la red social de Donald Trump. Tras afirmar que el nombre es "terrible", defendió que su existencia es debida a que "Twitter censuró la libertad de expresión", tras reflexionar que esta plataforma ya supera en descargar a su nuevo juguete y a TikTok en la Apple Store. 

La ideología del hombre más rico del mundo

Por cierto, aunque Musk ha dejado la puerta abierta a un regreso al expresidente de EEUU a Twitter tras su expulsión de por vida tras el ataque al Capitolio, solo ha mencionado en tres ocasiones el nombre de Trump, y todas antes de 2018. "Dios mío, no estoy 'trabajando' para Trump. Estoy tratando de brindar consejos que ayuden a llevar las cosas en una dirección más positiva", aseguró en un tuit el 5 de febrero de 2017 en respuesta a otro usuario. Eso sí, ha mencionado a su antiguo usuario, @realDonaldTrump, en 16 ocasiones. En concreto, hasta en cuatro ocasiones para darle las gracias, una de ellas por apostar por Tesla y otra dos por confiar en SpaceX. 

No ha sido igual de amable con el actual residente de la Casa Blanca como con Trump. "Biden es un títere húmedo en forma humana", escribió el 31 de octubre de 2021 después de que el actual presidente no mencionase a Tesla en una serie de comentarios sobre la fabricación de automóviles en EEUU. 

Muchos ven el comportamiento de Musk un fiel reflejo de lo que hizo Trump en la red social durante su presidencia, cuando aún podía. Es decir, gobernar a golpe de tuit. "Está muy en la lógica Trump, que es muy peligrosa, porque desprestigiaba a los medios de comunicación", explica Pérez Altable que no descarta que, a partir de ahora, el universo tuitero se entere de los cambios consultando el feed del nuevo dueño de la plataforma. "Musk ya tiene su red social y para él ya es un medio de comunicación, ya deja verlo en su manera de tuitear en plan: 'suelto aquí lo que quiero'", reconoce esta investigadora de la Pompeu Fabra. 

Ante este comportamiento, la pregunta es clara: ¿es Musk de derechas? "Las políticas de una red social son buenas si el 10% más extremista de izquierda y derecha está igualmente descontento", tuiteó el 19 de abril. La ideología del actual hombre más rico del mundo es una de las grandes incógnitas sobre su figura y una de las que más reflexiones ha generado. Por ejemplo, The New York Times explicó esta misma semana que "a menudo, el multimillonario ha sido descrito como un libertario, pero no ha rehuido la ayuda del gobierno cuando conviene a sus negocios". 

El propio empresario ha entrado al trapo en su cuenta de Twitter. Este jueves compartía un diagrama en el que daba a entender que no se había derechizado, sino que la izquierda había provocado este cambio. Asimismo, en una respuesta a este tuit, aseguró a un usuario que apoyó "firmemente a Obama para presidente" pero cree que ahora "el Partido Demócrata está secuestrado por extremistas". Este viernes, compartió dos mensajes continuando con este debate: "¡La extrema izquierda odia a todos, incluidos ellos mismos!" y "pero tampoco soy fan de la extrema derecha. Tengamos menos odio y más amor".

Tuits contra Bill Gates y sobre comprar Coca-Cola

Pero además de hablar sobre su nuevo juguete, la libertad de expresión y su ideología, el empresario ha aprovechado toda la atención mediática que lo ha rodeado estas semanas para meterse con algunos de sus rivales, por ejemplo, con Bill Gates. Musk compartió un meme del fundador de Microsoft comparándolo con un emoji embarazado acompañado de la frase "en caso de que necesites perder una erección rápido" tras filtrarse unos mensajes entre ambos concertando una reunión, a la que finalmente el nuevo dueño de Twitter no acudió al enterarse que su compañero en la lista Forbes tenía una posición corta masiva contra Tesla. También metió el dedo en la llaga en la crisis de Netflix a raíz de su pérdida de usuarios: "El virus woke ha hecho que no se pueda ni ver".

E incluso bromeó con hacerse con Coca-Cola. "A continuación compro Coca-Cola para volver a meter la cocaína", tuiteó este jueves. Un chascarrillo que continúo este viernes citando a la compañía de bebidas: ""La verdadera magia está a solo un sorbo de distancia" (¡¡eslogan actual de Coca-Cola!!". Para Pérez Altable, tuits como este demuestran que Musk considera que está "que está por encima del bien o del mal" y que este comportamiento demuestra que "hay un enfoque de clase": "Para él Twitter o Coca-Cola es como para nosotros comprar unos pantalones".

Incluso este mes de abril hizo mención a España. Justo después de su tuit de "oh hi lol" (que en español, se puede traducir como "oh, hola, me parto") del pasado día 4, que fue su peculiar forma de confirmar la noticia de que había comprado el 9,2% de las acciones de la plataforma, respondió a la cuenta @slashdot que había compartido una noticia titulada "España planea invertir 12.400 millones de dólares en chips y semiconductores" y explicó que nuestro país "debería construir una matriz solar masiva. Podría alimentar a toda Europa"

Otras dos veces ha mencionado la palabra "Spain" en sus tuits. Una en 2014, comentando que Tesla llegaría a España y Portugal en ese año. Y otra en 2018, relacionado con uno de los lanzamientos de SpaceX y en el que explicaba que "el vuelo 50 de Falcon 9 se lanza esta noche con Hispasat para España. Con 6 toneladas métricas y casi el tamaño de un autobús urbano, será el satélite geoestacionario más grande que jamás hayamos volado". 

"Una mirada sin filtros a su mente excéntrica"

Pero la tormentosa relación entre el hombre más rico del mundo y el universo tuitero no se puede limitar sólo al último mes. Es más, a principios de marzo, mucho antes de que se conocieran públicamente las intenciones del multimillonario, Visual Capitalist realizó un informe con un análisis de su cuenta. "Debido a su naturaleza sincera, el feed de Twitter de Musk le brinda al público una oportunidad única de captar una mirada sin filtros a su mente excéntrica", explican en el inicio de este estudio. 

"Musk ahora usa Twitter de manera muy consistente, tuiteando al menos una vez en todos menos 14 días en 2021", explica Visual Capitalist. Aunque su perfil lleva creado desde 2009, lo cierto es que el empresario no empezó a tuitear hasta 2011. Pero su cuenta se usó, aunque ahora mismo las publicaciones están borradas. Pero el 4 de junio de 2010, escribió: "Ignore los tuits anteriores, ya que era alguien que pretendía ser yo. Este soy yo en realidad"

Después de este tuit, Musk no volvió a tuitear hasta finales de 2011. Así, y según recoge este estudio, el multimillonario ha publicado 42 tuits en 2011, 270 en 2012, 422 en 2013, 189 en 2014, 617 en 2015, 736 en 2016, 1.162 en 2017, 2.288 en 2018, 2.933 en 2019, 3.367 en 2020 y 3.113 en 2022. "Al menos el 50% de mis tuits los publiqué desde un trono de porcelana... Me da consuelo", afirmó el 22 de noviembre de 2021.

Multa de 20 millones de dólares por tuitear sobre Tesla

En todo este tiempo, en su cuenta de Twitter prácticamente no ha dejado ningún tema sin comentar. Incluso, ha recibido una multa por alguna de sus publicaciones. En concreto, el 6 de agosto de 2018, afirmó que estaba considerando privatizar Tesla por 420 dólares la acción. La SEC lo demandó alegando que este tuit engañó a los inversores y le impuso una multa de 20 millones de dólares.

La multa no le impidió en noviembre de 2021 hacer una encuesta en Twitter para preguntar a los usuarios si debería vender el 10% de sus acciones de Tesla para pagar impuestos. Un 57% votaron a favor y el multimillonario les hizo caso y se deshizo de acciones por valor de 16.000 millones de dólares.  

De "el pánico del coronavirus es tonto" a "los pronombres apestan"

También ha compartido abiertamente sus opiniones sobre la pandemia. El 6 de marzo de 2020 tuiteó "el pánico del coronavirus es tonto". Desde entonces, ha expresado su desconfianza en las pruebas de antígenos y no tiene miedo de compartir sus frustraciones por los confinamientos con sus seguidores. En total, ha tuiteado veinte veces la palabra covid y tres veces coronavirus.

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Ese mismo año, en julio de 2020, Musk escribió un "los pronombres apestan". El colectivo LGTBI lo entendió como un ataque y calificaron el mensaje de transfóbico. A pesar de las críticas, no volvió a tocar el tema hasta diciembre de ese mismo año cuando publicó: "Apoyo absolutamente a los trans, pero todos estos pronombres son una pesadilla estética". 

Sus dardos a la competencia

Tampoco se ha quedado callado con su competencia. Así celebró públicamente superar en febrero de 2021 a Jeff Bezos como la persona más rica del mundo. Primero, respondió a un tuit de @teslaownersSV con la noticia afirmando "qué extraño". Posteriormente, y en el mismo hilo, escribió: "Me voy de vuelta al trabajo". 

También fue uno de los impulsores de la campaña #DeleteFacebook. "Es patético", tuiteó el 8 de febrero de 2020 en respuesta al actor Sacha Baron Cohen. En marzo de 2018, confesó en Twitter que había eliminado las páginas de Facebook de Tesla y SpaceX y se disculpó por tenerlas abiertas ya que "no se había dado cuenta". Es más, incluso este mismo mes abril, justo después de convertirse en primer accionista de la red social, y ante sugerencias de si también se iba a hacer con el imperio de Meta, tuiteó: "Facebook me pone los pelos de punta". 

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