PRESUPUESTOS GENERALES
El Gobierno saca adelante los Presupuestos con una amplísima mayoría frente a los augurios de las derechas
Sin problemas y con amplísima mayoría en el Congreso. El Gobierno de coalición logró sacar este jueves su proyecto estrella de Presupuestos Generales del Estado, con los que se blinda hasta el final de la legislatura y que suponen el mayor gasto social de la historia del país en mitad de un incierto momento económico marcado por las consecuencias de la invasión de Ucrania y una abultada inflación.
De esta manera, el Ejecutivo de Pedro Sánchez deja encarrilada la legislatura con unos terceros Presupuestos en tiempo y forma. Ahora el proyecto tendrá que pasar al Senado, con la idea de que esté listo y en vigor para el próximo 1 de enero. Y conlleva también un claro mensaje político: el Gobierno, frente a los augurios de la derecha, tiene una amplísima base parlamentaria, ganando votos respecto a la investidura de hace casi tres años.
PSOE y Unidas Podemos han sumado en esta ley con PNV, Más País, Compromís, Coalición Canaria, PRC, PDeCAT, EH Bildu y Esquerra Republicana, sumando como mínimo 186 votos, de 350, en todos los dictámenes.
Las cuentas públicas vieron la luz verde este jueves por la tarde, tras cuatro intensas jornadas de debate, que estuvieron marcadas en buena parte por el discurso machista y lleno de insultos contra la ministra de Igualdad, Irene Montero, por parte del grupo parlamentario de Vox, que le acusó de sólo haber estudiado “en profundidad a Pablo Iglesias”. “Hooliganismo político”, lo resumió el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Las cuentas más sociales de la historia
Las cuentas públicas para el año que viene tienen un clarísimo componente social: seis de cada diez euros van para servicios públicos. En total, están dotadas con 274.445 millones de euros (un 35,4% más que los últimos Presupuestos de Mariano Rajoy en 2018). Entre sus principales medidas está el incremento de la partida de las pensiones en un 11,4% (con una revalorización conforme al IPC). Otro factor determinante para Hacienda es que por primera vez en 13 años se incorporan recursos a la hucha de las pensiones (2.957 millones de euros). Asimismo, se incluye el mayor gasto en becas de la historia y los bonos para jóvenes para alquiler y cultura.
Según la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, la votación ha sido “algo importantísimo para el país” porque “implica dar seguridad, estabilidad y confianza en un momento de incertidumbre derivada de la invasión de Ucrania”. “España es de los pocos países de la UE que está logrando acordar unas cuentas públicas que son un instrumento imprescindible para que los ciudadanos, las empresas y los servicios públicos salgan fortalecidos y el año que viene tengan más capacidad de sortear las consecuencias de esa crisis”, argumentó la también ‘número dos’ del PSOE. Lanzando además un guiño a los socios: “Agradezco a los grupos parlamentarios que anteponen el interés general al suyo particular o partidista”.
El Ejecutivo celebró también que son los terceros Presupuestos consecutivos, algo que no ocurría desde hace diez años, según recordó María Jesús Montero. De esta manera, se desvanece la imagen de Gobierno Frankenstein que ha vendido la derecha durante toda la tramitación. “Una estabilidad que gobiernos anteriores, con más mayoría, no lograron”, presumió la titular de Hacienda, pieza clave de las negociaciones de las cuentas.
Las negociaciones con EH Bildu y Esquerra
Buena parte del foco político durante la fase final de la tramitación estuvo puesto en las negociaciones con EH Bildu y Esquerra para lograr el ‘sí’ definitivo. Con el grupo vasco, el Ejecutivo llegó finalmente a un acuerdo que conlleva la prórroga, durante todo 2023, del límite del 2% para la actualización de las rentas del alquiler y el aumento del 15% de las pensiones no contributivas.
También supone avanzar en cuestiones de memoria democrática (con la creación de un Memorial del 3 de marzo por las víctimas de los sucesos de Vitoria de 1976) y la transferencia de la competencia de Tráfico a Navarra antes del próximo 31 de marzo. Esto fue utilizado por el PP contra la coalición, llegando a decir que era una cesión a los “herederos de los etarras”. Pero desde el Gobierno se recuerda que fue José María Aznar, en el año 2000, quien prometió desde La Moncloa iniciar este proceso.
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ERC se volcó finalmente con los Presupuestos al conseguir varios acuerdos, como la inversión en Cataluña de 900 millones de euros para infraestructuras “claves”, como reconoció Gabriel Rufián. Entre otras medidas, se incluyen 40 millones para la Autoridad del Transporte Metropolitano de Barcelona y un convenio para para la conectividad de la AP2 con la AP7, con una aportación plurianual de 250 millones de euros.
Asimismo, esta aprobación de los Presupuestos se ha producido de manera paralela a la puesta en marcha de la proposición de ley, registrada por el PSOE y Unidas Podemos, para sustituir el delito de sedición por uno de desórdenes públicos agravados, que conllevará la reducción de penas de cárcel de 15 a 5 años. Esta es una de las reivindicaciones clásicas de Esquerra, que aspira también a cambiar el delito de malversación, pero que, por el momento, no ha presentado una enmienda en este sentido.
Esto sirvió para que el PP, a lo largo de los cuatro días de debate de los Presupuestos, haya desplegado el argumentario de que se trata de un Gobierno en manos de los separatistas y haya intentado remover a la bancada socialista y a los barones, algo que no ha conseguido. Además, llevan jornadas dibujando unos Presupuestos que, en su opinión, no sirven en estos momentos y sólo buscan rédito electoral de cara al ciclo del año que viene con municipales, autonómicas y generales.