Qué es el voto CERA y por qué protagoniza la desinformación electoral de cara al 23J
Ante la proximidad de las elecciones, han crecido las publicaciones en redes sociales que siembran dudas sobre la legitimidad del proceso electoral. Estas narrativas se centran en el voto por correo, el papel de Indra en el escrutinio —ambos son clásicos en la desinformación sobre los comicios— y, como ha observado el equipo de verificación de Newtral.es, en el voto desde el exterior; es decir, el conocido como voto CERA.
El CERA es el censo electoral de españoles residentes-ausentes que viven en el extranjero y, por tanto, es donde debe figurar todo aquel que esté fuera de España y quiera participar en las próximas elecciones del 23 de julio. Actualmente hay algo más de dos millones de españoles en este registro, la mayoría de ellos en Argentina, Francia, Estados Unidos y Cuba. Todos ellos recibirán la documentación por correo y podrán emitir su voto por vía postal o en los espacios habilitados por las embajadas y consulados. Si algún elector del CERA no recibiera las papeletas a tiempo —desde la junta electoral reconocen retrasos por las impugnaciones de algunos partidos—, las podrán descargar a través de internet hasta el 20 de julio.
En primer lugar, es preciso contextualizar el volumen de votos procedentes de los españoles que viven en el extranjero. De cara a las elecciones del próximo 23 de julio, en el registro CERA figuran 2.328.261 españoles. Aunque la cifra pueda parecer abultada, la abstención en el voto exterior suele ser muy alta, por lo que —por lo general— no es representativo. Para hacerse una idea del peso del voto exterior, en las elecciones generales de noviembre de 2019 votaron 145.853 españoles en el extranjero, lo que supuso el 6,85% de todos los electores en el exterior.
Sin embargo, de cara a las elecciones del 23 de julio se espera un aumento en el voto CERA respecto a los comicios de 2019. Una de las razones, como explica a Newtral.es el profesor Carlos Vidal, catedrático de Derecho Constitucional en la UNED, es la eliminación del voto rogado que trajo consigo la reforma de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (Loreg) en 2022.
Antes de que se eliminara el voto rogado —que se había introducido en 2011— los españoles residentes en el extranjero que quisieran votar tenían que manifestar su deseo de participar en los comicios y, por tanto, solicitar la documentación electoral. Ahora, en cambio, se envía de oficio a todos los electores residentes en el extranjero.
Como ya explicó a Newtral.es la profesora Covadonga Ferrer, coordinadora del Máster en Derecho Parlamentario, Elecciones y Estudios Legislativos de la Universidad Complutense, el voto rogado se eliminó porque, entre otras cuestiones, “provocó una bajada de la participación de los votantes en el extranjero”.
Según aclara Carlos Vidal, los votos emitidos desde otros países se envían a España en urnas custodiadas por personal de las embajadas a través de valija diplomática y, posteriormente, se cuentan en las juntas electorales en el escrutinio definitivo.
La desinformación sobre el voto CERA
En los últimos días ha crecido la desinformación para desacreditar el voto desde el exterior. Por ejemplo, hace poco se viralizó un bulo que aseguraba que el voto CERA en Madrid para el 23J había crecido de forma anómala un 700% respecto a 2019. Estas publicaciones mezclaban datos de las solicitudes de voto de 2019 —cuando existía el voto rogado— y las personas que figuran en el registro CERA para las elecciones del 23 de julio, a las que ahora se envía la documentación electoral de facto.
Para Manuel Torres Soriano, miembro del Foro contra las Campañas de Desinformación del Departamento de Seguridad Nacional (DSN), uno de los propósitos de los actores que difunden estos bulos es “desincentivar el voto” y presentar los procesos democráticos como una forma de “prometer una participación que no es real”. Estos discursos son amplificados, a su vez, por actores extranjeros —generalmente vinculados a Estados no democráticos— para mostrar “a los países enemigos como países corrompidos”.
Otro ejemplo reciente de desinformación relacionada con el voto exterior y el registro CERA son los mensajes difundidos en marzo de 2023, dos meses antes de las elecciones municipales y autonómicas. Entonces se viralizó un bulo que afirmaba que el Gobierno había aprobado un decreto para favorecer el “pucherazo” y que “alguien que sepa tus datos pueda votar por ti”.
Se referían a un decreto que mencionaba la supresión del voto por elector —el voto rogado— que, como explicamos anteriormente, se aprobó en 2022 para suprimir el requisito para solicitar la documentación electoral, que ahora se envía de oficio a los españoles en el exterior inscritos en el CERA. Sin embargo, esto no resta garantías al proceso y, como ocurre con los electores residentes en España, los votantes deben identificarse para emitir su voto.
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El origen de estos mensajes se encuentra, en muchos casos, en grupos que difunden desinformación y que han ido configurando supuestas plataformas que dicen defender unas “elecciones transparentes” o una “justicia democrática”. Según Manuel Torres, estos grupos “aún no son una fuente de desestabilización porque —a su juicio— siguen siendo marginales, pero siembran una base mínima de activismo que, con el tiempo, puede iniciar una reacción en cadena que pueda derivar en algo mayor”.
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Este artículo forma parte de los contenidos difundidos por Comprobado.es, una alianza de verificadores y medios para luchar contra la desinformación sobre las elecciones generales del 23 de julio.