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El futuro de la izquierda

Con Sumar pero sin sumar: Podemos diseña su estrategia al margen de Díaz y no le "regalará" sus votos

La secretaria general de Podemos, Ione Belarra; la ministra de Igualdad, Irene Montero; y la portavoz del partido Isa Serra; saludan en un acto de Podemos.

"¿Apruebas la nueva hoja de ruta de Podemos en la que se refuerza su autonomía, su fortalecimiento como organización, y la articulación de acuerdos preelectorales cuando estos sean útiles y siempre que las listas se configuren mediante primarias y sin vetos?". Es la pregunta que la dirección de Podemos ha trasladado a sus bases —el plazo para votar comenzó este jueves a las 10 horas y expira el viernes a las 23:59— y que forma parte de la estrategia con la que el partido se quiere emancipar de Yolanda Díaz, la líder de Sumar, coalición con la que se presentaron a los comicios del 23J.

Horas antes de presentar el documento político en el que Podemos desgrana su hoja de ruta —que consta de 44 páginas e incorpora el 86,16% de las 2.255 enmiendas presentadas por la militancia según datos de la organización— la secretaria general del partido, Ione Belarra, denunciaba a través de un vídeo publicado en redes sociales que el objetivo de Díaz en los últimos dos años —tras la marcha de Pablo Iglesias de la política institucional— ha sido "reducir la capacidad de acción política y de representación" de su partido para "sustituirlo" por una propuesta "que no moleste a la estructura de poder".

Ese es el eje sobre el que gira el documento de la formación morada, en el que censuran la estrategia de la vicepresidenta segunda en funciones. "Reivindicamos el ruido, que significa no callar ante las injusticias y levantar la voz con el objetivo de lograr los avances que necesita nuestro país", señalan desde la organización. "Sin 'ruido', un Gobierno de coalición es retroceso y asimilación de la fuerza más transformadora a la más conservadora", prosiguen. Frente a una Díaz que se "pone de perfil", según los morados, Podemos reivindica dar "la batalla de lo cultural y lo simbólico".

La presencia de ministros de Podemos en ese futuro Ejecutivo de coalición —donde públicamente piden situar a la número dos del partido y actual ministra de Igualdad en funciones, Irene Montero— es otra de las cuestiones que se desgranan. El principal argumento de los de Belarra es que si no hay miembros morados, ese gabinete no será de coalición sino que estará "subordinado" a los intereses del líder del PSOE, Pedro Sánchez. En esa línea hacen hincapié en que la izquierda alternativa no debe "confundirse ni subordinarse a fuerzas social-liberales".

Podemos también reclama que para apoyar o formar parte de cualquier gobierno de coalición en el futuro se debe incorporar "una parte sustancial" de su programa —en la formación consideran que el acuerdo rubricado entre los socialistas y Sumar es poco ambicioso—y que los votos de sus representantes en las instituciones "se deben negociar y nunca se regalan", abriendo así la puerta a votar distinto al resto del grupo parlamentario en la investidura de Sánchez, pese a que en privado varios dirigentes admiten que no está en sus planes impedir la formación de gobierno.

Los militantes reclaman (y Podemos valida) romper con Díaz

El documento político subraya lo que la formación lleva meses reprochando públicamente a Díaz, no haber sido capaz de "ampliar el espacio político y ser la fuerza mayoritaria de Gobierno", según explican. Ese, argumentan, "fue el motivo que nos llevó a proponer a Yolanda Díaz como candidata". Critican que Díaz ha llevado a cabo "un proceso de 'unidad electoral' duro y profundamente injusto —por la exclusión de Montero de las listas, entre otras cuestiones— que no ha cumplido con las expectativas y que ha derivado en una pérdida de votos y escaños". La formación realiza ese balance de los resultados del 23J pero, por contra, no hace ninguna mención a la debacle del 28M, que implicó la desaparición de la marca Unidas Podemos de la mayoría de parlamentos.

Podemos no renuncia a firmar "acuerdos electorales de unidad" con otras fuerzas en el futuro pero pone condiciones. La primera es que "resulte útil, conveniente y eficaz desde el punto de vista político y electoral" —aunque no detallan qué elementos se tienen que dar para que así sea— la segunda que "exista respeto mutuo a la autonomía de las distintas fuerzas políticas que conformen la correspondiente coalición" y la tercera que "las listas de la candidatura se conformen siempre mediante primarias abiertas sin restricciones y sin vetos".

Más explícitos son los cerca de 6.000 militantes que han participado en la elaboración del documento final —el borrador se presentó el pasado 16 de septiembre y desde entonces ha estado abierto a aportaciones —. En algunas de las más de setenta enmiendas aceptadas y transaccionadas por la dirección Podemos sobre su relación con Sumar, los inscritos reclaman abandonar el grupo parlamentario, desligarse de la coalición de Díaz y presentarse en solitario —o con Izquierda Unida, recuperando la marca de Unidas Podemos— en los futuros comicios como los europeos.

"Sumar está negociando de una forma muy lamentable con múltiples concesiones al PSOE", se lee en una de las enmiendas. "Debemos salir de Sumar, la mayor estafa perpetrada desde tiempo de la falsa pinza de Anguita", subraya otra. "Yolanda Díaz ha demostrado que solo quiere ser ella la protagonista, veta a compañeros y denigra todo lo que la izquierda ha conseguido en estos cuatro años", añade otro militante. "Hubo señales claras de que la intención de Yolanda Diaz no era hacer crecer Podemos, sino a sí misma. Su oscura financiación, su desprecio a figuras importantes del partido, o sus posiciones políticas dentro del gobierno", reprocha un cuarto. Se llega a equiparar a la vicepresidenta segunda con las exlíder de UpyD, Rosa Díez, y se le acusa de ser una "marioneta" al servicio del Ibex.

En ese mismo apartado la dirección del partido ha rechazado otras aportaciones que defienden que Podemos tiene que "encontrar su sitio" en el proyecto de Díaz y reducir la hostilidad pública hacia la vicepresidenta segunda. "Debemos cuidar los discursos y ataques públicos a Sumar porque nos desacreditan", reza la citada enmienda. Otro militante plantea las siguientes cuestiones, que tampoco son tenidas en cuenta por la formación: "¿Hemos hecho un análisis de qué implicaciones tendría abandonar ese espacio de confluencia? Creemos que ese debate debe darse con seriedad y responsabilidad, no solo desde un lugar identitario (de “mi partido”) sino en base a todo lo que representamos".

Podemos aumenta el límite de mandatos y facilita la candidatura de Montero a las europeas

La formación que dirige Belarra se sigue sintiendo heredera del movimiento 15M y reivindica que ha sido su fuerza la que ha logrado impulsar cambios de calado en el sistema democrático. "Podemos no comparte ni compartirá jamás el retorno a una vieja cultura política pre-15M de despacho y de dirigentes que llevan 30 años ocupando cargos públicos y orgánicos, ni tampoco una noción tecnocrática (o peor, aristocrática) del gobierno de los mejores'", critican.

Sin embargo, han dejado atrás algunas de las promesas de sus inicios como fue el límite de ocho años para los cargos públicos. Un compromiso regulado en el Código Ético del partido que el partido, con Iglesias al frente, modificó en 2020, poco después de la entrada de la formación en el Ejecutivo de coalición. La tercera Asamblea Ciudadana Estatal de Podemos, celebrada telemáticamente por el coronavirus, mantuvo los ocho años como el límite estándar pero añadió la posibilidad de ampliarlo a doce años de forma excepcional si así lo avalan las bases. En el documento político añaden que más allá de dicho plazo, "la prórroga estará supeditada a consulta a las personas inscritas".

Este detalle no es menor si se tiene en cuenta que la formación trabaja para impulsar una candidatura a las europeas al margen de Sumar con Montero como gran favorita para liderarla, lo que implicaría —si consigue el acta— superar ese límite de los doce años, ya que Montero se inició en política a finales de 2014. La formación deja claro que aunque la número dos del partido, a la que definen como "un referente internacional que debería seguir al frente del Ministerio de Igualdad para continuar las transformaciones y llevarlas más lejos", no sea ministra la próxima legislatura "debe seguir teniendo visibilidad y un papel fundamental en el desarrollo de nuestra actividad política junto a la secretaria general".

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