La película ‘low cost’ de miedo española de la que todo el mundo habla y que Stephen King recomienda
“Esta mesa, por su diseño y por su nivel les va a cambiar la vida a mejor”, asegura el vendedor al principio de La Mesita del Comedor (2022). Nada más lejos de la realidad. La película de Caye Casas, que ha llegado a España de la mano de Filmin, se ha convertido para muchos en una de las más perturbadoras de los últimos años. Tras haber codirigido junto a Albert Pintó la comedia negra Matar a Dios en 2017, ganadora del gran premio del público en el Festival de Sitges, y los cortos Nada S.A. y Rip, Casas se estrena ahora como director en solitario.
La trama gira en torno a María y Jesús, interpretados por David Pareja y Estefanía de los Santos, una pareja en crisis que enfrenta dificultades tras la llegada de su primer hijo. La adquisición de una nueva mesita para el comedor no parece mejorar la situación.
Catalogar esta película es un desafío. Terror, thriller, comedia negra: ninguno parece ajustarse. “Siempre he dicho que La Mesita del Comedor es bastante inclasificable”, comenta Casas en conversación con infoLibre. Él la describe como “una gran tragedia con puntos de humor negro”. No se trata de una comedia, aunque el humor negro es “la marca de la casa”.
Elisa Puerto Aubel, guionista, script doctor y directora especializada en contenidos de género —terror, thriller y ciencia ficción— coincide. Esta capacidad para jugar con los géneros “es parte del talentazo que tiene Caye; es capaz de crear su propio universo”. Se trata de “un terror muy diferente, muy cotidiano” y esto “a nivel guion es una bestialidad”. Ella ve la película como “una comedia muy negra” que presenta “un punto de vista muy puñetero sobre lo que significa ser madre y padre y sobre los roles de lo femenino y lo masculino”.
La producción de la película, rodada en el pequeño piso de una amiga en Terrassa, fue una hazaña en sí misma. “Sabíamos que ese guion se podía llegar a rodar en pocos días, una localización, con pocos actores y poco equipo técnico, pero hacerla en 10 días es casi un suicidio”, comenta Casas. “La gran premisa era hacer una peli que, guste o no, sea inolvidable”, afirma.
El esfuerzo dio resultado y el impacto de la película fue tal que ha impresionado incluso a Stephen King. “La cosa más oscura que verás jamás”, aseguraba a través de X —antes Twitter—. Este respaldo fue crucial para la visibilidad de la película: “Es muy fuerte que el rey del terror diga eso; nos hizo muchísimo más visibles”.
Con más de 40 galardones, La Mesita del Comedor se ha convertido en la película española más premiada de la temporada por los festivales. Premio del Público en la Semana de Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián, Premio del Público en el Macabro Film Festival, Mejor Película en el A Night Of Horror International Film Festival, en el Brussels International Fantastic Film Festival y en el Festival Europeo de Cine Fantástico de Estrasburgo. Estos son solo algunos ejemplos; los premios se suceden y las críticas hablan por sí mismas.
Pero, a pesar de su éxito internacional, la película se enfrentó grandes dificultades para ser estrenada en España. “Era muy contradictorio ver cómo a nivel internacional y a nivel de festivales nos convertimos en la película más premiada del año a nivel género y después aquí en España, excepto en festivales, la industria no nos hacía ningún caso”, lamenta el director. Aubel coincide: “Ha gustado mucho en muchas partes del mundo, pero esto no se ha reconocido en España”. Esta falta de reconocimiento, según ella, se debe a “una falta de apoyo para otros tipos de cine”.
Llegó a nuestras pantallas el 17 de mayo de la mano de Filmin, que “hizo una muy buena jugada”, asegura el director. “Una semana antes de que King pusiera el tuit, la adquirieron y la adelantaron —estaba previsto que se estrenara en junio— aprovechando el ruido que hizo”, explica.
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La situación del cine independiente en España es especialmente complicada. “Es muy difícil ser visible, no tienes presupuesto para publicidad, los medios de comunicación no te hacen caso, para la industria no existes”, señala Casas. Este “cine de guerrilla”, como lo describe, necesita más apoyo y reconocimiento para poder prosperar. La realidad es que “el cine independiente tiene solo una cosa buena y es la libertad total, pero todo lo demás son problemas que tienes que ir solucionando y sin recursos”, añade.
Y “si ya es difícil hacer cine independiente, hacer cine independiente de terror lo es aún más, especialmente en España”, explica Aubel. “En otros países tienen más curiosidad y más respeto hacia el trabajo hecho”. Casas ve una mezcla de originalidad y repetición. “Hay un cine de terror que hacen diversos autores que es original y novedoso”, dice, pero muchas producciones del género que llegan de grandes plataformas son repetitivas: “Es más de lo mismo, es copia de copia y a veces te da la sensación de que ya lo has visto y que ya lo has visto mejor hecho”.
“El cine de terror siempre ha estado infravalorado”, dice Aubel, pero “es apasionante y es importante que exista porque es de los pocos lugares del cine en el que se hace una crítica constructiva de la situación sociopolítica y del ser humano y su lado oscuro”.