"El humor es un antídoto contra la crispación": Antonio Muñoz reivindica a Paco Gandía, Eugenio o Gila
El humor por sí solo ya es un aliciente poderoso para mejorar nuestro estado de ánimo y afrontar las dificultades con una actitud más positiva. Sin embargo, para Antonio Muñoz (actual portavoz del Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Sevilla), el humor debe ir acompañado de otros elementos esenciales. Según él, “el humor, para que sea bueno, tiene que proceder de la educación, de la cultura, de la empatía hacia el otro. De reírse de uno mismo y reconocer que nunca se tiene la razón en todo”. Añade, con conocimiento de causa (al ser político), que “el divorcio entre humor y política hay que reconducirlo” puesto que “el humor nos humaniza a todos y puede ser el mejor antídoto contra la crispación”.
El que fuera alcalde de la capital hispalense, desde enero de 2022 hasta junio de 2023, es descrito por su círculo cercano como alguien con “un sentido del humor muy particular y un tanto surrealista”. Por ende, él mismo admite, entre risas, que “pueden hacerme gracia cosas o situaciones que, a lo mejor, no lo son para la mayoría”. Con mayor confianza, nos revela un ejemplo concreto de lo que le divierte: “Los hombres con los pantalones subidos por encima del ombligo”.
El humor nos humaniza a todos y puede ser el mejor antídoto contra la crispación
Un ejemplo del humor surrealista de Antonio Muñoz es el chiste que comparte con nosotros: "En una reunión de amigos, llaman a la puerta. Uno de ellos dice: '¿Y si es una vaca?' Abren la puerta... y efectivamente, era una vaca". El surrealismo es tan intenso que Muñoz confiesa que se ríe a carcajadas con este mal chiste, sin poder explicar por qué.
Tras compartir este chiste tan peculiar, decidimos preguntarle si alguna vez se ríe por cortesía cuando no entiende un chiste o solo para no quedarse atrás. Su respuesta es contundente: "No. Pregunto dónde está la gracia".
A pesar de su humor peculiar y surrealista, Antonio Muñoz tiene muy claro sobre lo que no bromearía nunca en público: “Nunca bromearía sobre algo que pueda ofender a alguien. Antes, teníamos que soportar insultos disfrazados de chistes. Es sencillo: hay que dejar eso atrás. Los chistes de mariquitas, los machistas, los de catalanes o andaluces no tienen sentido si lastiman. Si algo hiere a alguien, ¿qué gracia tiene?”, afirma con firmeza el exalcalde.
No obstante, aporta a infoLibre una interesante reflexión sobre las consecuencias negativas que puede atraer lo políticamente correcto: "Tiene el riesgo de abonar el pensamiento único. Puede convertir “verdades opinables” en “verdades absolutas". Y eso es aniquilar el espíritu crítico que debe impregnar nuestra sociedad", reflexiona.
La gran mayoría de las ocasiones, los momentos más divertidos y chistosos son cuando la improvisación y la espontaneidad toman el control de la situación. Haciendo gala de ello, el exalcalde recuerda cuál fue la última vez que no pudo parar de reír. Un momento en el que estos 2 elementos jugaron un papel protagonista: "Salí con mi pareja y 3 buenos amigos a cenar pizza en el restaurante de otro buen amigo. Además de nosotros cinco había unas seis personas más. Empezamos a poner en el móvil música italiana de toda la vida y acabamos todos bailando. Nosotros, los cocineros y el resto de comensales. Fue un momento muy divertido, improvisado. Casi mágico".
A estas alturas de la charla ya se sabe que, para el actual portavoz del PSOE andaluz en el Ayuntamiento de Sevilla, la cultura es crucial a la hora de convertir el humor en algo de buena calidad. Así es todo, lo demuestra recordando sus vacaciones más divertidas: "Estas navidades en Japón y por la diferencia cultural viví junto a mi pareja situaciones divertidas. En cuanto a libros la última novela de Eduardo Mendoza y cualquiera de la saga de El Asesino de la regaña de Julio Muñoz".
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Sin mencionar un instante específico, Antonio Muñoz comparte un último pensamiento sobre el acto de reír en situaciones inoportunas: "Todos hemos pasado por esos momentos. Es algo intrínseco al ser humano. Además, creo que es sumamente necesario. La vida es una mezcla de tragedia y comedia. Nadie puede estar todo el tiempo riendo ni todo el tiempo llorando". Después de esto, le viene a la mente una recomendación musical: "Existe una canción titulada LLORREIR, de Hidrogenesse, que es muy divertida y también muy inteligente, como todo lo que ellos hacen", comenta el exalcalde.
La vida es una mezcla de tragedia y comedia. Nadie puede estar todo el tiempo riendo ni todo el tiempo llorando
Como político con una trayectoria destacada y habiendo ocupado cargos importantes, Antonio Muñoz posee una comprensión profunda del entorno político, incluyendo el tipo de humor que puede surgir en un ámbito tan serio y formal en apariencia. Gracias a su experiencia, puede ilustrarlo mencionando a dos políticos: uno bastante común y otro menos habitual: "En estos momentos Zapatero usa con frecuencia el humor al estar más ligero de presiones o cortapisas de expresarse como considere. Y eso le hace usar el humor con frecuencia. Rufián también juega a ello a veces. Aunque su sentido del humor no le guste a todo el mundo. Nadie es perfecto", expresa el portavoz.
Para finalizar esta conversación llena de reflexiones, anécdotas y algún que otro chascarrillo, le pedimos a Antonio su opinión sobre cómo percibe el humor en las distintas regiones de España: "No me gustan los tópicos. Dependerá con qué pie se levanten ese día", manifiesta tajante. Por último, "presume" de la pluralidad que hay en España afirmando lo siguiente: "Para muestra de nuestra variedad: Paco Gandía (andaluz), Eugenio (catalán), Gila (madrileño), Broncano (gallego)...", concluye.