Óscar López sustituye a Escrivá al frente del Ministerio de Transformación Digital

Pedro Sánchez mueve ficha. Óscar López deja de ser su jefe de gabinete para pasar directamente al Gobierno como ministro de Transformación Digital y Función Pública en sustitución de José Luis Escrivá, según adelantó el diario El País y explicó posteriormente el propio dirigente socialista en una comparecencia en La Moncloa.

Esta remodelación puntual del Gobierno se produce a raíz de la salida inmediata de Escrivá para ser gobernador del Banco de España, puesto que confirmó este miércoles por la tarde el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, en el Congreso. El presidente opta por López para entrar en el Ejecutivo y darle más peso político en un momento de alta tensión en el debate público.

Esto obliga a Sánchez a cambiar a su jefe de gabinete, un puesto que pasará ahora a manos de Diego Rubio, un académico cercano al presidente del Gobierno y que hasta ahora se ocupaba en el Palacio de La Moncloa de los asuntos europeos.

Sánchez busca más peso político con López

De esta manera, López vuelve a la primera línea política después de haber sido el colaborador más cercano a Sánchez en el Palacio de La Moncloa. Anteriormente había ocupado el puesto al frente de Paradores Nacionales. Sánchez y él se conocen desde hace décadas y habían trabajado durante años en la sala de máquinas de Ferraz.

Las primarias del PSOE les alejaron políticamente, una vez que López optó por la candidatura de Patxi López en la lucha interna, que terminó ganando Sánchez frente todo pronóstico ante Susana Díaz. En ese momento se apartó de la primera línea política durante un tiempo. Poco a poco se recobró la relación entre los dos políticos y el presidente del Gobierno lo rescató para sustituir a Iván Redondo en la gran remodelación que hizo en 2021, en la que salieron también Carmen Calvo y José Luis Ábalos.

López es un político de raza y conoce como nadie los engranajes del socialismo. Él era uno de los 'chicos Blanco' en Ferraz, junto al propio Sánchez y a Antonio Hernando. Llegó a ocupar el puesto de secretario de Organización durante la época de Alfredo Pérez Rubalcaba como líder del partido. Es una persona con gran ascendencia dentro de la familia socialista y ahora podrá volver a sacar el colmillo en púbico.

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Sánchez manda una señal clara con su nombramiento: quiere más peso político para el Ejecutivo en un momento muy complicado. El Gobierno se enfrenta a un periodo de sesiones en el que tiene que intentar sacar los presupuestos generales del Estado como señal para aguantar la legislatura. Además, hay frentes internos en el PSOE y externos como la financiación autonómica después del polémico acuerdo entre el PSC y Esquerra para la investidura de Salvador Illa.

Rubio, el nuevo gran fontanero

El cambio también supone el ascenso de Diego Rubio al epicentro del poder como jefe de gabinete tras haber ocupado el puesto de secretario general en La Moncloa para asuntos europeos. Durante estos años se ha convertido en uno de los principales sherpas del jefe del Ejecutivo para la política internacional y las grandes cumbres.

Rubio (Cáceres, 1986) es un historiador que también ha estado en La Moncloa anteriormente al frente de la Oficina Nacional de Prospectiva y Estrategia, un departamento creado por el Ejecutivo para diseñar las políticas del futuro. Ha tenido una extensa actividad académica como investigador y ha pasado por las universidades de Oxford, Columbia, La Sorbona y la Autònoma de Barcelona.