"Con Franco había militares no franquistas": Xosé Fortes rememora los 50 años de la Unión Militar Democrática

Integrantes de la UMD, con Xosé Fortes a la derecha.

Respeto por los derechos humanos, convocatoria de unas Cortes Constituyentes elegidas por sufragio universal, amnistía para todos los presos políticos y retorno de los exiliados y lucha contra la corrupción. Estos son los principios básicos del ideario de la Unión Militar Democrática (UMD), una organización nacida en clandestinidad en el seno de las Fuerzas Armadas con el objetivo de difundir los valores democráticos y, al mismo tiempo, frenar los deseos continuistas de los mandos militares en las postrimerías del franquismo.

Porque a comienzos de los años setenta, el ejército se mostraba impermeable a las ansias de libertad y democracia que ya manifestaban amplias capas de la sociedad española. Alentados por las protestas de mayo del 68 en Francia primero, y por la Revolución de los Claveles en Portugal después (en 1974), un reducido grupo de oficiales, entre los que se contaba el entonces capitán de infantería Xosé Fortes, desafió a sus superiores con la fundación, en septiembre de 1974, de una UMD con ansias progresistas y democráticas. 

Una utópica anomalía en aquellas Fuerzas Armadas. "Llegó un momento en el que vimos que el ejército era el gran obstáculo para aquella sociedad que ya miraba a Europa y soñaba con la democracia", destaca a infoLibre el propio Xosé Fortes, que recuerda ahora la historia de la UMD en las páginas de En la piel de los héroes. Una conspiración democrática en el ejército franquista (Tusquets, 2024). "El ejército en el franquismo estaba absolutamente ideologizado, y teníamos muchas dificultades para luchar contra ese simbolismo. El franquismo hizo mucho daño a este país anulando las Fuerzas Armadas, porque les quitó la capacidad de pensar y las convirtió en un ejército personal", plantea.

Una arriesgada apuesta personal hecha por pura convicción a pesar de las enormes dificultades que sabían que iban a encontrar en el camino, con un alto precio a pagar en unas consecuencias a todas luces inevitables. Pero, aun así, se decidieron. "La noche de la primera minirreunión me la pasé casi entera despierto pensando, con una copa de Habana 7, en el lío en el que nos metíamos", reconoce divertido el militar e historiador, quien aún recuerda: "Yo tenía un buen destino, daba clases en un buen colegio, estaba haciendo la tesis doctoral y criando a mis hijos. Sabía que ese mundo se iba a ir al garete, pero a uno le toca lidiar con el toro que sale, y es lo que había".

Porque a veces hay que estar en el lado correcto de la Historia, incluso sabiendo que toca perder. Los miembros de la UMD arriesgaron su carrera y su libertad por defender la democracia, la soberanía popular y los valores de una sociedad progresista. Detenidos e injustamente condenados en 1975 a largas penas por inducción a la rebelión, solo muchos años después fueron rehabilitados y merecidamente honrados por la democracia española que tanto contribuyeron a consolidar. Literalmente, un 'todo por la patria' entendida desde los valores democráticos porque, tal y como recalca Xosé Fortes, "la patria siempre fue la sociedad". "Cuando a la gente aquella se le llenaba la boca de la palabra patria era algo que inventaban ellos, era una fantasía, porque no imaginaban una sociedad que pudiera decidir su destino, ni unas Fuerzas Armadas dependientes del Gobierno, porque soñaban con una mayor autonomía".

La patria siempre fue la sociedad

La memoria personal de estos hechos se complementa con Verano del 75, un personal epílogo escrito por su hijo Xabier Fortes, quien pone negro sobre blanco su visión de todo aquello siendo un niño. "A mí la infancia se me acabó el 29 de julio de 1975 cuando, teniendo yo nueve años, detienen a mi padre y me doy cuenta de cómo puede ser la vida", afirma el hoy periodista de TVE y presentador de La noche en 24 horas, asegurando también que aunque fueron momentos duros, los recuerda con cariño. "Y queda un punto de orgullo que no ocultamos ni en los peores momentos. Eso nos queda y lo llevamos muy a gala, por eso es muy importante la memoria y que las nuevas generaciones conozcan a la UMD para que se den cuenta de que la democracia no es eterna, que hay que pelearla cada día para que no se erosione y que costó mucho traerla, por lo que hay que cuidarla y mimarla", destaca.

Resalta Xabier Fortes que el ejército "se fue volviendo más ultra y cerrado según fue envejeciendo Franco", algo que chocaba frontalmente con una sociedad que "pedía más libertad desde finales de los sesenta". En ese contexto surge un grupo de oficiales, primero muy poquitos, pero que poco a poco llegaron a ser hasta 150 afiliados, para tratar de ser ese puente entre las Fuerzas Armadas y la ciudadanía. "Era muy difícil estar dentro del ejército y oponerte a la dictadura y al franquismo, más que estando por ejemplo en una universidad donde siempre hay contacto con las libertades. Sabían que se arriesgaban a un consejo de guerra, pero hicieron lo que sentían que tenían que hacer, que era oponerse a la dictadura. Tenían muy claro el concepto de valor y de hacer lo que hay que hacer aunque las consecuencias sean muy adversas. Sabían que eso iba a pasar, pero no había otra forma de mirarse al espejo cada día", relata con orgullo de hijo.

Era muy difícil estar dentro del ejército y oponerte a la dictadura y al franquismo

"Sabíamos lo que iba a pasar", reconoce Xosé Fortes, puntualizando que lo que no sabían era que "Franco se iba a morir tan pronto", lo cual les evitó varios años de cárcel gracias al Real-Decreto Ley de Amnistía aprobado por el gobierno de Adolfo Suárez el 30 de julio de 1976. "Pasamos un trago, pero lo pasamos menos mal que nuestras mujeres, que tuvieron que lidiar con los colegios, los niños, los dineros... Ellas merecían más la Medalla al Mérito Militar que nosotros", resalta, refiriéndose así al reconocimiento que otorgó en 2010 a catorce miembros de la UMD —disuelta el 26 de junio de 1977 tras las primeras elecciones democráticas— el Ministerio de Defensa del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, con Carme Chacón como ministra. Una distinción que tardó varios lustros en llegar, pero que llegó por su "valentía" y por colaborar decididamente en el camino hacia la transición a la democracia, siendo por ello encarcelados, juzgados, condenados y expulsados del ejército.

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En la piel de los héroes llega ahora a las librerías coincidiendo con el cincuenta aniversario de la fundación de la UMD con la sana intención, en palabras de Xosé Fortes, de recordar que, aunque les acusaron de "traición" y los condenaron por "conspiración para la rebelión", lo único que ellos habían hecho fue "expandir la ideología democrática en unas Fuerzas Armadas muy ideologizadas por el franquismo". "Se trata también de recordar a los jóvenes que con Franco había militares no franquistas y que nosotros nunca pretendimos dar un golpe militar, en absoluto. En la primera asamblea que hicimos dije que teníamos que dar un golpe de Estado en negativo, es decir, mojar la pólvora del ejército franquista, sacarles los argumentos y defender la democracia", rememora.

"Lo pensaron mucho y lo hicieron, porque sentían que estaban ayudando a mantener la dictadura, cuando lo que querían era que el pueblo fuera el que más ordenara", apunta Xabier Fortes, que comparte con infoLibre un detalle que da idea del peligro que afrontaron: "Al ir ampliando la labor de captación acaban siendo detectados por los servicios de información y era inevitable que los detuvieran. Ellos pensaban, eso sí, que si llegaban a un número importante no les detendrían porque sería muy escandaloso para el régimen admitir que tenía muchos oficiales demócratas, pero detuvieron a la cúpula y acabaron con todo. Cuando les detectan, informan a Miláns del Bosch y hay una reunión para decidir qué hacer. Allí, el general más ultra, Ángel Campano, incluso llega a proponer ametrallarlos. Pero finalmente los detuvieron, los encarcelaron, los sometieron a un consejo de guerra, los condenaron y fueron expulsados del ejército. En cualquier caso, la semilla que dejó la UMD al final ayudó a ese tránsito a la democracia, y con el reconocimiento de la sociedad civil realmente terminaron ganando".

"No se nos resarció antes porque no se podía", asegura Xosé Fortes, quien tiene claro que él hubiera hecho, en cualquier caso, lo mismo que Gutiérrez Mellado: "Él dijo que tuvo que elegir entre nosotros y la tranquilidad del ejército. Porque los que se oponían a nuestro reingreso en el fondo nos utilizaban como arma contra la democracia. Por eso, yo estoy con él: entre mi país y los problemas que pudiéramos tener nueve procesados, mi país".

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