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una tormenta histórica

La dana de Valencia provoca la segunda riada más mortífera de Europa en lo que va de siglo

Vehículos amontonados en una calle tras las intensas lluvias de la fuerte dana que afecta especialmente el sur y el este de la península ibérica, este miércoles en Picaña (Valencia).

La riada que ha arrasado la provincia de Valencia en las últimas 24 horas es la segunda mayor catástrofe fluvial de la historia reciente en Europa. El último balance del Ministerio del Interior deja por ahora 93 víctimas mortales y decenas de desaparecidos, una cifra solo superada por las inundaciones de Alemania de julio de 2021, en las que fallecieron 197 personas, según el recuento del Centro de Investigación sobre Epidemiología de las Catástrofes (CRED), que pertenece a la Universidad de Lovaina (Bélgica). Los expertos advierten de que estos eventos serán cada vez más agresivos y recurrentes debido al cambio climático.

La tormenta, que ha dejado escenas de terror en Valencia, Alicante, Castellón y Albacete, ha sido de lejos la más agresiva de España desde hace 50 años. En octubre de 1973 las riadas de la rambla de Nogalte (que afectaron a Granada y Almería), dejaron al menos 100 víctimas. Mucho peor fue el desbordamiento en 1963 de los ríos Llobregat y el Besós, en Cataluña, donde al menos fallecieron 445 personas, aunque en ninguno de los dos casos hay cifras concretas. El peor episodio de inundaciones en Valencia hasta ahora había sido la inundación de la ciudad de 1957, con 81 víctimas. En Europa, la riada de este martes en Valencia, y el desbordamiento del Rin y el Mosa en Alemania en 2021, son los eventos fluviales más trágicos de este siglo, seguidos de las inundaciones del sur oeste de Francia en 2010 fruto del ciclón Xynthia, que se cobró 53 víctimas.

La tormenta quedó atrapada sobre Valencia

José Luis Sánchez, doctor en Física de la Universidad de León, explica que la diferencia entre esta dana y las de años anteriores es que la tormenta se ha mantenido atrapada durante muchas horas sobre el Levante, y recibía de manera constante aportaciones de humedad de un mar Mediterráneo más caliente de lo normal.

"La principal diferencia con otros episodios anteriores ha sido sencillamente que la dana estaba inmóvil. Se ha colocado justo en la zona donde más vapor de agua podía aspirar del mar: sobre Valencia, Alicante y Murcia. Esa masa ha sido arrastrada hacia Castellón y Albacete, pero un bloqueo atmosférico la ha mantenido atrapada. Si por un lado soplas humedad, y por el otro te encuentras con un muro, la suma es una tormenta de estas características", explica el experto atmosférico.

La dana ha llegado tras un verano de temperaturas récord en el Mediterráneo, donde se registraron temperaturas superiores a los 31ºC en numerosos puntos, como la costa de Baleares. En agosto se alcanzó la temperatura media récord de 28,6 ºC, un calor que facilita la evaporación del agua y la formación de tormentas.

La energía (calorífica) del mar no solo acelera la evaporación, sino que aporta energía (cinética) a la dana en forma de fuertes vientos verticales. La principal característica de una dana es que funciona como una "aspiradora vertical" de aire que eleva la humedad a alturas de hasta 10.000 metros, donde la temperaturas alcanza los -55º, facilitando la formación de gotas de agua y pelotas de granizo de gran envergadura que luego se precipitan por la gravedad.

José Luis Sánchez afirma que el calentamiento global no es responsable de que este martes se formase una dana sobre la provincia de Valencia, eso habría ocurrido de todas maneras, pero sí de que haya sido tan agresiva. "Este tipo de tormentas se repiten cada cierto tiempo, unos 25 años, pero el cambio climático hace que sean mucho más recurrentes", resume.

Para conocer la relación concreta entre esta tormenta y el cambio climático es necesario realizar un estudio de atribución. En los últimos dos años, el equipo de World Weather Attribution (WWA), formado por físicos y expertos de todo el mundo, ha realizado diferentes análisis de este tipo con episodios de lluvias torrenciales en Europa, y en todos ellos han hallado una relación directa entre las catástrofes y el calentamiento global. La tormenta Boris de finales de septiembre en el centro de Europa (Polonia, Rumanía, Austria…), que se cobró 24 vidas, es ahora el doble de frecuente que en la media histórica y un 7% más agresiva por el cambio climático. Mientras que las inundaciones salvajes del año pasado en Grecia y que mataron a 17 personas son 10 veces más probables por la contaminación humana.

En el caso de Valencia, las primeras cifras que han proporcionado las autoridades apuntan a un evento casi imposible en un escenario sin emisiones de efecto invernadero. El embalse de Forata, que pertenece al río Magro, llegó a desembalsar en el peor momento de la tormenta 1.000 metros cúbicos de agua por segundo (1.000.000 de litros por segundo), y actualmente suelta unos 800 metros cúbicos. "Los modelos hidrológicos indican que esta probabilidad de tanta cantidad de acumulación de agua en un punto determinado solo sucedería cada 5.000 años", según fuentes del Gobierno.

Las precipitaciones todavía permanecen en la zona del Levante, aunque el grueso de la tormenta se desplaza hacia el suroeste de la península y Cataluña. La Aemet ya ha emitido una alerta roja en la campiña de Cádiz, donde se esperan precipitaciones de hasta 120 milímetros en las próximas horas. También hay aviso por alerta naranja en el resto de la provincia de Cádiz y en Sevilla.

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