La educación artística está por fin homologada en España tras décadas de lucha. El pasado mes de mayo, el gobierno logró sacar adelante una nueva ley que integra tanto la regulación para la enseñanza superior de creaciones artísticas tan dispares como el circo o los videojuegos e iguala, a su vez, las titulaciones de las universidades con las de los centros superiores. Una norma que pretende cubrir el déficit en torno a la enseñanzas relacionadas con el arte y la cultura y que podría beneficiar al menos a 140.000 estudiantes y 14.000 docentes.
"Es la ley educativa aprobada con más consenso en la historia de la educación y es un canto a la esperanza", así la definía la directora del Departamento de Enseñanzas Artísticas del Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes, Monserrat Grañeras en un encuentro para tratar de comprender y debatir los desafíos que presenta esta legislación, organizado por infoLibre y que ha moderado el director del periódico Daniel Basteiro.
Una norma, en palabras de Grañeras " esperada, demandada y necesaria" que pone de relieve la necesidad de una reforma en las enseñanzas artísticas que abriese las puertas a concretarlas y de trasladarlas al marco europeo. Esta nueva ordenanza no solo posibilita compatibilizar a nivel docente la enseñanza y la creación artística, sino que brinda la posibilidad a su alumnado de acceder a becas más completas —tras una inversión de 7 millones de euros— y de equiparar su formación a la del grado universitario. En definitiva se trata, en palabras de la representante del Ministerio de Educación, de "una apuesta por la educación pública, sin excluir otras opciones" que, además, pone el foco en las posibilidades formativas de "crear itinerarios propios de doctorados en colaboración" con una universidad en la que la investigación se adapte al carisma del arte y de la creación.
¿Cómo se ha conseguido el amplío consenso para su aprobación? Grañeras ha querido poner énfasis en el proceso de elaboración de la normativa en el que fue necesario la escucha activa, tanto con los y las docentes, como con los profesionales del sector con un elemento clave: "haber sido humildes" para poder legislar correctamente en base a esas demandas.
A pesar de que vio la luz en mayo, ahora queda otra ardua tarea: "el desarrollo de la arquitectura de nuestro sistema educativo" para que las comunidades autónomas lo apliquen en sus territorios, incidía la portavoz de Educación. Tras su intervención, ha comenzado una mesa de debate con profesionales del sector representados por Pablo Iglesias Simón, presidente de la Asociación Española de Centros de Enseñanzas Artísticas Superiores (ACESEA); Elsa Pamparacuatro Merchán, portavoz de las tres federaciones de circo FEECSE, FEEFPAC y CIRCORED y cofundadora de la Escuela de Circo Txitatoki; Ainhoa Martín Emparan, presidenta de la Confederación de Escuelas de Artes Plásticas y Diseño; Javier Sagarna Comenge, director de la Escuela de Escritores y Miren Iñarga Echeverria, directora general y académica de Musikene, el centro superior de música del País Vasco.
Un coloquio en el que Iglesias Simón ha querido recalcar que la ley beneficiará a las distintas disciplinas ya que va a fomentar "la sana convivencia que hay entre ellas" convirtiendo "la diferencia en fortaleza". Además, el presidente de ACESEA, ha puesto sobre la mesa otro aspecto: la marginalidad con la que siempre se ha tratado a estas enseñanzas y a la que la ley ahora hará frente, equiparándolas educativamente y socialmente al resto de grados y másteres. "La ley supone simplemente ser normales" ya que, ha explicado, "antes vivíamos en una especie de Frankenstein formativo, la ley nos da visibilidad".
Por su parte, Elsa Pamparacuatro Merchán, ha recalcado la importancia de la formación en el arte circense, "cuando lo utilizan de forma peyorativa, me enfado. Si algo tenemos es disciplina y trabajo". Disciplina que hasta ahora no tenía un reconocimiento en forma de título en España, aunque sí a nivel internacional. Esto provocaba que los profesionales no pudieran desarrollarse plenamente. Tampoco lo tenía la escritura creativa, apartada en los márgenes artísticos con la manida excusa de "a escribir no se aprende", ha dicho el director de la Escuela de Escritores. "Venimos de fuera de la ley. La escritura creativa no tenía ningún respaldo legal hasta este momento", sentenciaba Javier Sagarna Comenge.
La presidenta de la Confederación de Escuelas de Artes Plásticas y Diseño ha comparado la situación del sector aquí con la de los países nórdicos. "Allí, probablemente no vivan de la agricultura ni del turismo, por lo que prestan más atención a las personas y el diseño lo que hace es mejorar la vida de las personas", ha explicado Martín Emparan que también ha incidido en la necesidad de poder recibir ayudas europeas: "un avance sería que las que recibe la FP también las tuvieran nuestras disciplinas"
Durante su intervención, la directora de Musikene ha hablado sobre los retos de la investigación en su campo "el reconocimiento de las competencias y de las individualidades de cada docente", y ha añadido que "investigar sobre los procesos creativos es vital no solo para crear conocimiento futuro, también es un reconocimiento social". Por ello, para Iñarga Echeverria: "Es una ley muy importante. Pone un marco legal necesario".
El punto y final al coloquio lo ha puesto la acróbata Cira Cabasés que, con su exhibición en directo, ha dejado claro que la normativa para regular la creación artística aprobada en mayo era un clamor desde hace mucho tiempo.
La educación artística está por fin homologada en España tras décadas de lucha. El pasado mes de mayo, el gobierno logró sacar adelante una nueva ley que integra tanto la regulación para la enseñanza superior de creaciones artísticas tan dispares como el circo o los videojuegos e iguala, a su vez, las titulaciones de las universidades con las de los centros superiores. Una norma que pretende cubrir el déficit en torno a la enseñanzas relacionadas con el arte y la cultura y que podría beneficiar al menos a 140.000 estudiantes y 14.000 docentes.