Alejarse del fascismo es vital

Cesar Moya Villasante

Es posible que en los tiempos que vivimos calificar como fascista a algo o a alguien suene exagerado, pero para mí no lo es, porque lo que ahora se produce en una derecha totalmente escorada ya hacia el extremo, y no solo en España, es algo similar a aquello de tinte hitleriano, pero considerando que no sabemos su final estando ahora en su desarrollo. Nadie sabemos hasta dónde pueden llegar con su odio y quizás sea en este país donde más sabemos de ello porque Franco, sin considerar el tiempo de guerra, en donde todos hacen salvajadas, en aquellos 36 años hasta el 75 firmó un número enorme de asesinatos que nunca se sabrá exactamente, pero se habla de más de 50.000 seres humanos que murieron sin quizás saber ni el porqué. Y esos son los que la derecha trata de ocultar aunque ellos lo aplauden, para lo cual arremeten contra Sánchez cada día por sacar a la luz una ley de Memoria que puede sacar del silencio y el voto a muchos jóvenes que ahora votan a ese franquismo del que saben muy poco o nada porque siempre se vetó esa parte de nuestra historia. Y quizá muy atraídos por la llegada de Trump, que provoca tanto espectáculo televisivo. 

Por ello, habiéndolo conocido plenamente, a veces quiero ponerme en el lugar de quienes les votan o les dirigen para procurar entenderlo. Y pienso en muchos casos diferentes. El primero es ideológico, pero algo disfrazado, porque hay gente que siempre será de derechas, pero siéndolo son los menos los que se van al extremo porque conocen ese ala y quizá recuerden ese periodo de este país y la historia jamás contada bien del hecho hitleriano. Los que ahora se apuntan a ese fascismo de Trump o Musk con su gesto de brazo visto por todos no puede ser de otro modo que sea puro revanchismo de haber estado ocultos mucho tiempo. Porque con tanta pasta en el bolsillo irse a la política solo puede ser por esas ganas de cebarse en lo que ellos llaman ahora teorías woke

La juventud suele tener la cabeza más limpia de odio, excepto aquellos a quienes se la hayan lavado en su ambiente familiar o social

Los que más me preocupan son esos jovencitos engañados que votan esas opciones porque no conocen bien dónde pueden acabar por culpa de esa papeleta que demuestra falta de formación. Porque la juventud suele tener la cabeza más limpia de odio, excepto aquellos a quienes se la hayan lavado en su ambiente familiar o social. Y deben saber que eso que votan es para destrozar cualquier sistema de valores éticos y de leyes paridas en tiempos de paz. Y solo ver sus comportamientos negacionistas y de odio a todo lo que se mueve sí debería ser más asimilado por ellos, pero el problema actual es que el lavado de cerebro se hace hoy a través de las RRSS, que pudieron ser un poder de libertad de expresión, pero se ha convertido en un arma de destrucción masiva mental. Y utilizado como saben sus dirigentes les van incluyendo en esa democracia dictatorial que ellos entienden como un algoritmo que manejan a su gusto.

Por todo ello, España debería posicionarse claramente a seguir en un proceso de defensa de valores humanos hoy perdidos. Porque el espectáculo de Trump&Musk no tardará mucho tiempo en fracasar, pero hay que colaborar a ese fracaso, para lo cual hay que tomar decisiones de gobierno que insten a abandonar la OTAN, que quizá sea lo que más daño haga y si es necesario mediante referéndum. Sánchez ya ha mirado el futuro y se ha relacionado con muy buena visión con China e India, juntos en esos BRICs que aumentan cada día. Por ello pensar en una alianza distinta puede hacer pensar a Trump que sus ideas no son las mejores, porque el futuro económico del mundo está cambiando y la unión de Rusia con China y la India más África tienen un potencial infinito en el momento que el dólar pierda su valor patrón que ya se comenzó a ejecutar en las transacciones de esos países. Y a China le interesa España y creo que a muchos más de los que creemos los propios españoles. También Sudamérica es un mundo rico en muchas cosas y en nuestro idioma, que también cuenta. Quizá sea esto lo que haga recapacitar a Trump de sus locuras, y si no, allá él y sus amigos.

Sé que esto que expongo no es fácil por una derecha profascistoide como la actual, y que puros hay pocos en cualquier lado, pero el simple hecho de debatir ya puede generar alarma en ese poder USA que se cree invencible, y hoy las cosas han cambiado tanto que cualquier idea puede ser posible si se trata adecuadamente. O, como ahora es la realidad, a través de esas RRSS que la izquierda no maneja bien.

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Cesar Moya Villasante es socio de infoLibre.

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