Confirmada la buena noticia, porque siempre es bueno que los adversarios íntimos se pongan de acuerdo en algo, lo de menos es que algunas de las personas que lideraban Podemos en el momento del fracaso electoral del 28 de mayo se queden fuera de las candidaturas de una coalición electoral en la que participan nueve o diez partidos políticos más.
Teniendo en cuenta la ración de optimismo que para millones de votantes ha supuesto el final feliz de lo que estaba siendo una insufrible retahíla de reproches entre líderes de dos espacios de la izquierda que hasta hace poco eran el mismo, nadie puede discutir que la coalición electoral que concurrirá a las urnas en julio obtendrá muchos más escaños de los que conseguirían si fueran por separado. Dos motivos serán los principales responsables del éxito.
El primero, porque parte del electorado renovará en la coalición una confianza que había perdido en algunas de sus caras visibles desde el gobierno.
El segundo, porque la LOREG (Ley Electoral vigente) penalizaría mucho el acudir por separado a las urnas. Es probable que el caso de la Comunidad de Madrid el 28 de mayo, donde con 158.831 votos la candidatura de Podemos-IU-AV se quedó en blanco, mientras que al PP de IDA cada escaño de los 70 conseguidos solo le costó 22.671 votos, haya sido suficiente, por fin, para hacer reflexionar a unos dirigentes que quizás aún no se han dado cuenta de que nunca deberían haber entregado el Gobierno al PSOE sin antes asegurar la reforma de una LOREG tan contraria a lo establecido en el artículo 14 de la Constitución.
Pasando a otro tema, pues lo de la tergiversadora ley electoral ya lo sabemos, la otra buena noticia es que muchas de las personas que votarán según su estado de ánimo el 23 de julio se van a encontrar que a la salida del colegio electoral se podrán tomar unas cañas, pero no porque vivan en Madrid, único lugar del mundo en el que tal exceso es posible desde que IDA lo declaró motivo justo y suficiente para batir el récord europeo de muertes durante el covid, sino porque habrán cobrado la paga extra pocos días antes, un detalle que aún estoy esperando que mencione Feijóo para acusar a Pedro Sánchez de cruel calculador. Y no es por falta de miles de opinadores que cada día nos recuerdan que el del PSOE va a estropear las vacaciones a millones de los que no podrían disfrutarlas si no cobraran la paga de verano, antiguamente del 18 de julio, que quizás sea por esa fecha maldita por lo que nadie ha caído en el detalle.
Además, también ayudará al éxito de Sánchez y Yolanda el que Feijóo haya agotado con sus sermones para el 28 de mayo casi todo lo que podía dar de sí el recuerdo de ETA o la consigna de acabar con el “sanchismo”.
Sí, las derechas más o menos ultras se irán a la oposición, “pero…”, lo que yo necesito saber es si el poder político que ya ha tocado Yolanda Díaz ha sido suficiente para envenenarla, dado que, según los cálculos que publiqué en mi anterior entrega, en el Reino de España cada gramo de ese poder contiene 22 kilos de veneno.
Doy por descontado que los escaños de Sumar y compañía servirán para que el gobierno que seguirá presidiendo Sánchez sea más social y piense en la mayoría
A este respecto, me preocupan tres detalles.
El primero, lo de que Yolanda va a incluir la foto de su cara en las papeletas electorales de la coalición. Lo digo, más que nada, porque la mayoría de quienes protagonizaron esa “innovación” han terminado fracasando. Y bien de cerca, que a casi todos ellos los conoce ella. En cualquier caso, para consolidar la democracia hay que hacerla más participativa, y las papeletas de votación pueden ser un instrumento excelente, pero hay una propuesta mucho más interesante circulando…, de la que hablaremos otro día.
El segundo detalle es si Yolanda y los suyos van a concederle el gobierno a Sánchez de manera gratuita por tercera vez, tal como hicieron con la moción de censura de 2018 y tras las elecciones de noviembre de 2019.
Digo gratis porque doy por descontado que los escaños de Sumar y compañía servirán para que el gobierno que seguirá presidiendo Sánchez sea más social y piense en la mayoría, pero lo que de verdad cuesta un precio que no todos los políticos quieren pagar es defender una democracia que está en peligro.
Por eso afirmo que es envenenarse lo de regalar el Gobierno al PSOE sin haber amarrado antes una reforma de la LOREG que asegure que todos los votos depositados en las urnas tendrán un valor mucho más parecido al actual a la hora de sumarlos para convertirlos en poder parlamentario.
Y el tercer detalle viene de aquella entrevista con Jordi Évole. Una vez rechazada por parte de Iñaki Gabilondo la insinuación de proponerlo para presidente de la III República, debería también retirar Yolanda la afirmación que hizo segundos después, cuando dijo que lo de la forma de Estado en España no se podría tocar hasta la década que comienza en 2030.
Llegaré a la conclusión de que Yolanda ya estaría demasiado envenenada por el poder político del Reino de España si, por una parte, no condiciona el apoyo a Sánchez a la reforma de la LOREG y, por otra parte, no proclama que debemos enviar la monarquía a la papelera de la historia lo antes posible.
Y que ella hará todo lo que pueda para conseguirlo.
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Domingo Sanz es socio de infoLibre.
Confirmada la buena noticia, porque siempre es bueno que los adversarios íntimos se pongan de acuerdo en algo, lo de menos es que algunas de las personas que lideraban Podemos en el momento del fracaso electoral del 28 de mayo se queden fuera de las candidaturas de una coalición electoral en la que participan nueve o diez partidos políticos más.