Festival de San Sebastián
Alejandro Amenábar, sobre 'Mientras dure la guerra': "Es muy actual, habla del repunte del fascismo"
El director de cine Alejandro Amenábar ha sido uno de los grandes protagonistas de la segunda jornada del Festival de San Sebastián, en la que ha presentado la película Mientras dure la guerra, candidata a la Concha de Oro, en la que recupera el desafío dialéctico de Miguel de Unamuno ante los militares en la Universidad de Salamanca en 1936, a comienzos de la Guerra Civil. El portal Noticine ha tenido la ocasión de entrevistar al cineasta.
PREGUNTA: ¿Qué cuenta en Mientras dure la guerra?Mientras dure la guerra
RESPUESTA: La película trata fundamentalmente del escritor Miguel de Unamuno, un autor muy importante en la historia de España, que en un determinado momento se posicionó al inicio de la Guerra Civil en favor de los golpistas. También trata sobre la gestación de esa Guerra Civil, cómo Franco llega al poder, estableciendo una dictadura de 40 años. Todo esto entronca mucho con la realidad de España ahora mismo. Se puede decir que es una película sobre España. Como todas estas fuerzas tienen que ver con el fascismo, se puede decir que habla del repunte del fascismo en nuestra sociedad.
P: ¿Qué le movió a elegir precisamente este tema?
R: En realidad fue la conexión con la actualidad. Por un lado el personaje, ver a alguien que es capaz al final de su vida de tomar una posición tan valiente en público, en un acto académico rodeado de fuerzas fascistas, y hacer una denuncia del fascismo, me parece un acto tan valiente. A mi me interpela como personaje público, porque llegado a una situación tan extrema, qué hubiera hecho yo, si hubiera sido capaz de demostrar el coraje de Unamuno. Luego también porque está contando un período que de alguna manera creo que se está repitiendo en la sociedad actual. En algún momento dije: "No sé si esta película es necesaria, pero yo necesito hacerla".
P: ¿Mientras escribía el guión tenía ya a los actores en mente?
R: Realmente no suelo tener a ningún actor en mente cuando creo el personaje, y más en una película que como esta tiene un componente histórico, donde los personajes son reales. Lo que intentas es aproximarte a la esencia, al alma de esos personajes. Y luego está la tarea, en algunos casos muy difícil, de dar con el actor que se aproxime a ese alma. Aquí lo más difícil fue dar con la persona que haría de Miguel de Unamuno, que era un señor ya anciano, con una gran altura intelectual, encontrar a alguien que a la vez fuera muy directo. Para eso Karra Elejalde tiene muchísimo talento. No tiene nada que ver con el personaje, ni en la edad, y tuvimos que esmerarnos en el maquillaje, los efectos que llevaba, pero sí tiene el talento para hacerlo. Igualmente en el caso de Franco (Santi Prego), para el que necesitábamos una energía muy concreta, y sobre todo con un actor que se enfrentara al personaje. Porque cuando te enfrentas a un personaje como Hitler, o Mussolini, no tienes que juzgarlo para interpretarlo. Si vas pensando que vas a hacer al "malo" de la película ya no habría salido, no habría tenido la fuerza que yo quería que tuviera la película.
P: ¿A qué dificultades tuvo que enfrentarse para poder hacerla?
R: El problema que se da con una película de época es que tienes que recrear y eso cuesta dinero. Cuando haces una película que no está dentro del sistema, por así decirlo, que es cine independiente, y con el desafío en cuanto a dirección artística, recreación, vestuario... todo se complica. En mi caso intento optimizar mucho los rodajes. Ya me pasó con "Agora", intento que el dinero se vea en pantalla, y eso supone a veces emplear menos tiempo de filmación para que el dinero pueda usarse para pagar determinada localización o tener más extras. Trato de reducir al máximo el tiempo de rodaje.
P: ¿Y en esa recreación, cuál fue el momento más complicado?
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R: Supongo que en la recreación de la escena real de Unamuno hablando en aquel acto fascista, por toda la polémica que hay en España ahora mismo en torno a lo que se dijo o no se dijo, porque no existe un registro visual o sonoro, y todo lo que tenemos son testimonios personales, cruzados muchas veces, de un lado y de otro. Hay mucha mitología respecto de aquel momento. Se trataba de intentar descifrar de una manera casi arqueológica qué fue realmente lo que pasó, y eso me resultó muy apasionante.
P: Eligió el Festival de Toronto, antes que el de San Sebastián, para la première mundial de su película, ¿qué tal le fue?première
R: Toronto es casi mi segunda casa. He presentado varias películas allí e incluso rodé durante algún tiempo. Me gusta el cariño que percibes de la gente, el calor hacia las películas. Realmente los festivales son la manera de dar a conocer las películas. Todo el proceso sientes que está cambiando, pero Toronto es de esos bastiones que quedan todavía a la hora de presentar películas y me siento muy honrado de haber estrenado allí. Para mí era una curiosidad ver cómo reaccionaría un público que puede parecer tan lejano a una realidad como la española de 1936, pero siento que la película tiene esas conexiones con la actualidad que hacen que un espectador de cualquier parte pueda empatizar con lo que está viendo.