OBITUARIO
Fallece Ray Harryhausen, el mago de los efectos especiales
El técnico de efectos especiales que con el procedimiento artesanal de la animación foto a foto dio vida a dinosaurios, colosos mitológicos y ejércitos de esqueletos, el venerado Ray Harryhausen, ha fallecido hoy en Londres a los 92 años, según ha informado su familia. Harryhausen fue un maestro del cine fantástico que confirió a sus monstruos una consistencia, plasticidad y viveza que no han superado muchos estudios de animación digital. Sus criaturas han inspirado a los grandes cineastas del género, como Spielberg, Lucas, Cameron, Tim Burton y Peter Jackson. Dos de sus películas más conocidas, Furia de titanes y Jasón y los argonautas, son recordadas hoy básicamente gracias a su trabajo de animación.
Como una predestinación, fue la película King Kong, de 1933, una de las primeras en utilizar la animación fotograma a fotograma (stop motion), la que descubrió la vocación del joven Raymond Frederick Harryhausen,King Kongstop motion nacido en Los Ángeles el 29 de junio de 1920. Hijo único, sus padres estimularon su pasión por los dinosaurios, los relatos de ciencia ficción y el cine fantástico. En sus memorias elogió el trabajo de Willis O'Brien, aquel técnico pionero que hizo creíble que un gorila gigante escalara el Empire State Building. “Mi obra, y por lo tanto en gran medida mi vida, han estado vinculados a una película determinada y al hombre que la hizo posible”, escribió en 2003 en su autobiografía Ray Harryhausen: An Animated Life. La Academia de Hollywood premió su carrera con un Oscar.
“Soy consciente de haber contribuido a crear imágenes que todo el mundo reconoce”
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La devoción de Harryhausen comenzó en el garaje de casa, bajo las enseñanzas de su padre, especialista en mecanismos y engranajes. Allí aprendió los secretos de la laboriosa técnica del stop motion, que consiste en tomar una foto de una figura a escala, mover la figura y volver a fotografiarla. Y así una y otra vez hasta que la suma de fotografías recree la ilusión de movimiento. De este modo elaboró cintas caseras sobre dinosaurios y simios. Se las presentó al pionero O'Brien y este orientó sus estudios de anatomía, escultura y producción. Él fue también quien le permitió entrar en el mundillo de la animación cinematográfica cuando lo reclutó como ayudante para una película sobre otro simio gigante.
Harryhausen comenzó a destacar a principios de los años 50, con títulos de presupuesto ajustado como El monstruo de tiempos remotos, Simbad y la princesa, Los viajes de Gulliver y La isla misteriosa. Pero el gran salto llegó en 1963 con Jasón y los argonautas, donde desplegó toda su imaginaría visual, con escenas memorables como un combate entre un ejército de esqueletos y actores reales.Jasón y los argonautas De esa década son también la fantasía antediluviana Hace un millón de años (1966). Con la década de los setenta llegó un nuevo tipo de efectos especiales, representados por La guerra de las galaxias, entre otros, en los que Harryhausen no estaba interesado y su trabajo perdió fuelle.
Su último gran despliegue de criaturas fantásticas fue Furia de titanes, en 1981, Furia de titanes un relato de aventuras inspirado en la mitología griega. Supuso su primer largometraje con un gran presupuesto y actores de primera fila como Laurence Olivier y Maggie Smith. Aunque siguió trabajando en algunas cintas ya no volvió a participar en grandes producciones. Recelaba de los últimos avances en efectos especiales; consideraba que demasiada precisión podía restar algo de magia a las criaturas fantásticas. Con su muerte desaparece uno de los mayores artesanos del cine fantástico. Le sobrevive su esposa, Diana Livingstone, con la que se casó en 1962, y su hija, Vanessa.