Noviembre de 2006. Guns 'n' Roses –en realidad Axl Rose bajo el nombre de la banda, ya que el cantante llevaba ya un tiempo siendo el único miembro original del grupo–comienza una gira por Estados Unidos. Como artista invitado, deciden contratar para toda la gira a un grupo con nombre engañoso: Eagles of Death Metal, que presentaba por aquel entonces su segundo disco, Death by Sexy.
La primera cita de la banda en esta gira fue en Cleveland (Ohio)... Y también la última. Eagles of Death Metal no fueron, por decirlo de una manera amable, de agrado para los fans de Guns 'n' Roses.
De hecho, poco después de acabar su concierto fueron despedidos en plena actuación por el propio Axl Rose. "¿Cómo lo habéis pasado con Pigeons of Shit Metal [Las palomas del metal de mierda]? No os preocupéis, este ha sido el último concierto en el que van a tocar con nosotros", fueron las palabras del cantante.
Más allá de lo que supuso esta humillación, la banda trató de encajarlo de la forma más sarcástica posible: a Jesse Huges (voz y guitarra en Eagles of Death Metal) no se le ocurrió nada mejor que tatuar en su antebrazo un logo con la inscripción "Pigeons of Shit Metal". No todo les fue tan mal, rentabilizaron este suceso promocionalmente –la polémica estaba servida– y, todo hay que decirlo, económicamente –cobraron por toda la gira cuando en realidad solo ofrecieron ese primer concierto–.
Para ellos ya ha quedado en el recuerdo como una mera anécdota (no es el primer ni el último encontronazo de un grupo de rock con Rose): ya van por su cuarto álbum de estudio (el primero en siete años), que acaba de salir a la luz bajo el título Zipper Down, y con el que preveen recorrer decenas de países en los próximos meses. Entre ellos España, donde actuarán en las salas Apolo (8 de diciembre, Barcelona) y la Joy Eslava (9, Madrid).
Complexity fue el título del single de adelanto de este nuevo trabajo discográfico, compuesto por un total de once cortes de escasa duración, haciendo un album bastante rápido. Entre ellos, esta suculenta versión del mítico Save a Prayer de Duran Duran.
Siendo sinceros, Zipper Down es un buen disco, pero no ofrece grandes novedades respecto a los anteriores discos de la banda. Suenan igual que siempre, aunque quizá con ligeros toques indie. Eso sí, no han hecho muchas aportaciones musicales al género, cosa que sí han conseguido otros grupos con los que comparten integrantes (por ejemplo, Queens of the Stone Age).
Y no será por no haberlo intentado. La idea de Josh Homme (guitarrista y batería en la banda, según convenga) no era cosa menor. Él mismo cuenta que la idea de crear esta formación le llegó mientras un amigo le introducía en el death metal. Fue cuando se planteó: ¿cómo sonaría un cruce entre este género y Eagles? El resultado fue Eagles of Death Metal.
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Con una mezcla tan dispar, es difícil saber si Homme ha conseguido su propósito –musicalmente tiene un papel que se podría calificar como secundario– y lograr ese extraño sonido. Debe ser parte de aquello que el propio Homme autodefinió como "esquizofrenia musical".
En definitiva, Eagles of Death Metal son una buena banda de rock, con esa atmósfera de sonido sucio y americano que suele gustar escuchar y unas melodías vocales bastante pegadizas. Todo ello sumado a una estética, digamos, extravagante que hace que sus directos no tengan desperdicio.
Y, a continuación, les dejo con Hugues, Homme y compañía. Juzguen ustedes.
Noviembre de 2006. Guns 'n' Roses –en realidad Axl Rose bajo el nombre de la banda, ya que el cantante llevaba ya un tiempo siendo el único miembro original del grupo–comienza una gira por Estados Unidos. Como artista invitado, deciden contratar para toda la gira a un grupo con nombre engañoso: Eagles of Death Metal, que presentaba por aquel entonces su segundo disco, Death by Sexy.