El mejor libro del mundo
Manuel Vilas
Ediciones Destino (2024)
Estimado Manuel:
Tras leer El mejor libro del mundo, supongo que irás tieso y erguido. Nosotros, los lectores, vamos más tiesos, porque tus páginas nos cuestionan y las preguntas son como los bastones. Te apoyas en ellas para no creerte lo que piensan los demás, ahora tan voceras. Te ayudan a descansar del ruido para estar en silencio con la belleza y con la vida.
¿Los escritores escriben porque quieren hacerse famosos? ¿Está bien publicar en las redes sociales lo que pensamos? ¿Las comidas están más ricas con sal? ¿Cómo gestionamos los errores con nuestros hijos? ¿Podemos dejar de beber o de tener alguna adicción para seguir viviendo? ¿Por qué a los de nuestra generación no nos enseñaron inglés en el colegio? ¿Existe Dios? ¿Por qué no existe Dios? ¿Existe la Literatura? ¿El aburrimiento mata más que el caos social y político? ¿Por qué se consiente a los fariseos que reinan en el mundo? ¿Para qué sirve el sexo? ¿Por qué eres tan valiente, Manuel Vilas? ¿Qué esconde la poesía? ¿Qué es la comedia? ¿Cuándo somos víctimas y cuándo verdugos? ¿Hasta cuándo se leerán los libros de Gil de Biedma, de Bolaño o de Cervantes? ¿Existe Cervantes o sólo don Quijote? ¿Qué significa triunfar? ¿Y ser arrogante? ¿Qué películas debemos ver antes de morir? ¿Por qué tenemos que morir? ¿Leemos demasiados libros? ¿Qué es la democracia? ¿Qué es el amor? ¿Cuánto gana un escritor por libro vendido? ¿Qué significa Send in the Clowns? ¿Hay que terminar las novelas que comenzamos? ¿Cómo podemos encontrar el camino de la bondad absoluta? ¿Por qué la mayoría de los escritores quieren ir a los festivales, a los congresos o a las ferias del libro? ¿Qué nos hace sentir vulnerables? ¿La muerte nos humilla? ¿Cuánto cuesta una caja de ansiolíticos en la farmacia? ¿Quién es la última persona de nuestra familia de la que nos acordamos? ¿Vivirán siempre las películas de Luis Buñuel? ¿Y los versos de Baudelaire? ¿Fuman ahora las mamás en los coches mientras llevan a sus hijos a kárate o a piano? ¿Por qué queremos tanto a nuestros padres? ¿Hay alguna marca especial de agua con gas? ¿Podemos aprender algo? ¿Qué hay en mi casa que me seduce tanto? ¿Hay algún atuendo que nunca te pondrías? ¿Qué es la belleza? ¿Dónde está la belleza?
De momento, la belleza está y es en este libro. Porque la belleza aquí es sinónimo de valentía, de elegancia, de sencillez, de acierto, de pecho descubierto, de camisa blanca, de vistas al mar, de Roma, de una mujer llamada Ana. Está en frases que son versos: “Pío Baroja me estaba robando la contemplación de mi padre y de mi madre”. La belleza está en la literatura, que sí que existe, como también existe Manuel Vilas, diga lo que diga su editora.
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Hay libros que vienen para quedarse. Porque son exclusivos, como lo es El mejor libro del mundo. He repetido varias veces la palabra “valiente” o “valentía”, porque de todas las palabras, (que ya no están sólo en el diccionario, ahora están por todas partes y no sólo para crear belleza y bondad) esta es una novela valiente. Bella y valiente. Generosa y valiente. Seria y valiente. Ancha y valiente. Eterna y valiente. Sólo los amigos valientes nos cuestionan y nos alejan del abismo de los ecos y de las voces ajenas. Sólo los escritores valientes se atreven a subirse a una báscula y pesar cada palabra para devolvernos el amor que hay en cada una de estas páginas. Amor y valentía. Tiempo, dichoso tiempo, y valentía.
Ve tieso, Manuel. Ve erguido. Y gracias. Gracias por las palabras-bastón. Gracias por las preguntas. Gracias por la poesía. Gracias por el silencio. Gracias por todos los grandes momentos que nos has regalado cuando se acababa el día y comenzaba el libro. Ve tieso, Vilas. Tú sabes cuál es tu nombre y cuál tu apellido. Y nosotros también. Manuel Vilas.
* Sonia Asensio es profesora de Literatura.