Quique González: "Los curas tienen muchísimos más delitos a sus espaldas que los músicos"

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Dos años después de su fructífera unión con Luis García Montero en Las palabras vividas, Quique González (Madrid, 1973) regresa con Sur en el valle. Un nuevo disco, el decimotercero, inspirado por los valles pasiegos en los que desde hace años habita. Más contemplativo, menos urbano. Reposado y de trago largo, más reflexivo que narrativo, en el que la naturaleza y los escenarios condicionan el diálogo interior que hila las canciones.

PREGUNTA: Una fácil para empezar. O, bueno, igual es difícil en realidad. ¿Qué es esto de Sur en el valle?Sur en el valle

RESPUESTA: (Se toma su tiempo para responder) Pues es un disco un poquito distinto a los últimos que hemos hecho, tanto en sonoridad como en las letras. Un disco más reflexivo y menos urgente y narrativo que otros. Está grabado de una forma muy natural, con todos los músicos tocando a la vez en la misma sala, incluso grabando las voces directamente ahí. Un disco en el que elementos de la naturaleza están más presentes que en otros discos.

P: Lleva más de quince años viviendo en Cantabria, en un valle pasiego de esos que llamamos de la España vaciada, pero pareciera que se nota más en este disco de repente. Por la pandemia, el confinamiento... puede ser, que no lo sé, por todo el tiempo que tuvimos que pasar mirando al mismo lugar todo el rato.

R: Claro. Cuando estás en movimiento tienes otro tipo de información y de elementos que se introducen en las canciones, pero al haberlo hecho así como parado sí que es un poco más contemplativo. El entorno siempre condiciona mucho. La vida de una ciudad te da unas informaciones distintas y la vida en un sitio tan rural y aislado como en el que vivo hace que tiendas a mirarte más hacia dentro.

P: En el pasado sus discos fueron más callejeros, nocturnos, con sus portales y sus bares, más de las calles de Madrid. Veo que está en un momento diferente, pero en realidad todos lo estamos después de el último año y medio que hemos vivido relativamente parecido. Ahora la gente puede volver a besarse en los portales, pero ha estado mucho tiempo sin poder.

R: Lo que hemos pasado condiciona nuestras relaciones, nuestro entorno, nuestros pensamientos y nuestro día a día, ¿cómo no va a influir en las canciones? Aunque no sea un disco que hable específicamente del confinamiento, de alguna manera eso entra por la ventana.

P: Escuchando Sur en el valle me surge la imagen de alguien contemplando un paisaje enorme, inabarcable, escuchándose en silencio a sí mismo por una vez. Sur en el valle

R: Pues sí, hay algo de eso. Sí. De lanzarte preguntas, de cuestionarte cosas a partir de la contemplación de la naturaleza y viendo cómo el paisaje cambia con el paso del viento y del tiempo. Mientras estás haciendo el disco no te das cuenta de estas cosas, yo me doy cuenta cuando termino, el disco está fabricado y lo puedo escuchar con un poco de distancia. Pero mientras lo estoy haciendo no predetermino el carácter de cómo va a ser.

P: Se aprecia eso también en la importancia del silencio en estas canciones.

Me fío más de la intuición propia e intrínseca de las canciones que de la mía muchas veces

R: Soy más mayor, vengo de otros tipos de discos, me interesan otro tipo de cosas... Sibilinamente las canciones te van dando esas pistas. Los versos de algunas canciones. Ellas son las que saben cómo tienen que sonar, son las que saben qué traje les sienta mejor. Me fío más de la intuición propia e intrínseca de las canciones que de la mía muchas veces.

P: Es un disco de guitarras, pero no tan predominantes. Ya ese giro estaba en Las palabras vividas (2019) respecto a los años anteriores, más decididamente de rock electrificado.

R: Es cierto. Era otro tipo de banda y de formación y las canciones nos llevaron por otros caminos. Pero a mí me gusta hacer cosas distintas. Siempre mis discos han sido de guitarras, aunque ahora igual son más de guitarras acústicas (risas).

P: También está Nina (cantante de Morgan) en los coros otra vez. Parece que fue ayer cuando el gran público la descubrió cantando 'Charo' a dúo con usted.

R: Ya ves, sí, sí. Pero una cosa te digo, a Nina la hubierais conocido todos tarde o temprano porque es imposible que se escape un talento así. Ya no tengo la suerte de poder contar con ellos en directo porque tienen una superbanda de éxito y tienen que estar en lo suyo. Yo les llamaría pasado mañana para que volvieran conmigo. Les considero hermanos, parte de la familia, no solo a Nina y a Schulches, sino que soy muy fan de todo Morgan.

P: Sur en el valle es su primer disco con canciones totalmente suyas en cinco años, pues Las palabras vividas lo hizo con letras de Luis García Montero. ¿Qué cree que se le quedó de ese trabajo conjunto y que pueda estar aquí? ¿Cambio en las letras, más reflexivas a lo mejor?Sur en el valleLas palabras vividas

R: Puede ser. Pienso que los maestros te traspasan con parte de su sabiduría sin ser explícitos en ello, sin saber especificarlo. Te dan herramientas como sin querer y, para mí, eso es un síntoma de grandeza. Sin poder identificar exactamente los cambios, sí que creo que me ha influido mucho haber hecho el disco con Luis. No sé si en que haya más imágenes, no lo sé. Tampoco creo que las canciones que haga se relacionen con la poesía, pero sí que siempre la poesía coge elementos de la poesía y viceversa.

P: Ocurre también que transmite mucho con la voz. Quizás está cantando mejor ahora que nunca y eso genera una conexión más fuerte con las canciones. Igual es por la forma de grabar, más cruda y directa.

R: Yo creo que tiene que ver con el hecho de llevar haciéndolo mucho tiempo. Antes sufría mucho cantando en el estudio. Hasta que conocí a Brad Jones y grabé en Nashville. Me vio sufriendo el primer día, paró y me dijo "aquí hemos venido a disfrutar". Eso que ve cualquiera no siempre uno es consciente cuando se pone a hacerlo. Ese fue un gran cambio en ese momento.

P: He seleccionado cuatro o cinco frases que me han llamado la atención especialmente en este disco. Como esta: "El búnker de la religión. Si encuentras una oración, préndele fuego para sacarte el corazón". Puede parecer dura para ciertas personas.

Hay una especie de poder eclesiástico en España y en todo el mundo que nos impide avanzar

R: Bueno, dura depende de donde vengas, ¿no? Seguramente, para víctimas de los pederastas de la Iglesia les parecerá bastante suave, pero para la Iglesia puede que le suene fuerte. Creo que hay una especie de poder eclesiástico en España y en todo el mundo que me parece que nos impide avanzar. Es un poder casi como oculto, como si vivieran al margen de la ley. Y sin embargo, hay cierta gente que considera que los músicos, o que las bandas de rock, son más peligrosas que los curas, cuando sin duda los curas tienen muchísimos más delitos a sus espaldas que nosotros. Ese dato indica el poder que tienen.

P: Como dice en otro verso de esta misma canción, de La tripulación, "tienen las armas, tienen los teléfonos, las drogas y la información". Ellos.La tripulación

R: Sí, el poder que no vemos porque no se dejan ver para seguir estando en el poder. Como cuando John Gotti, el último gran padrino famoso de la mafia de Nueva York. Por eso no se dejan ver mucho y no llamar demasiado la atención para seguir haciendo fechorías y manteniendo su negocio en pie.

P: Los peligrosos no son los que vemos entonces. Lo son, pero hay incluso otros más peligrosos.

R: Eso es. Existe la sensación de que los que vemos son los que han puesto estos otros de los que hablamos para irse de rositas y que pague el pato el que sale por la televisión. Que luego nunca lo acaba pagando tampoco.

P: Otra frase, otra imagen, en este caso de Alguien debería pararlo: "Los piratas salen del club náutico"Alguien debería pararlo

R: Es que antes los piratas no vivían en el gran lujo. No existían grandes lujos metido en un barco asaltando a otros barcos. Ahora son los mismos piratas pero dejan atracado su yate y se meten en el club náutico. Tienen gente que atraca por ellos mientras ellos disfrutan de sus vacaciones. Y fíjate, en esta canción quería hacer como una postal de una pareja en crisis en verano, pero ahí salieron los piratas e incluso la Guardia Civil.

P: ¿Y cómo es "vivir al estilo Mediterráneo"? Puede que me mueva es una canción más luminosa, parece que abre un camino futuro.Puede que me mueva

R: Siempre queremos lo que no tenemos. Yo soy muy feliz en Cantabria, pero tengo déficit de luz y necesito un poco más de sensación de vivir en la calle con un clima un pelín más amable. Siempre me ha atraído mucho el Mediterráneo y sobre todo las islas Baleares, donde estuve viviendo, y ahí tengo el sueño de acabar viviendo una temporada en Menorca, que sería alucinante para mí porque es un sitio mágico. Puede que me mueva es una canción que anhela estar en movimiento y viajar hacia otro lugar.

P: La última frase: ¿Cuál es "la camiseta doblada del rocanrol?"

R: Yo he sido muy caótico y llega un momento que ves que la estás ordenando para mantenerla en pie. Y en medio de todo eso, la camiseta está ahí para cuando la utilices, la puedes recuperar cuando quieras, pero está ahí doblada en el armario. Es la ropa del armario que hace mucho tiempo que no te pones y ves esa camiseta que te retrotrae a tiempos más salvajes.

P: Lo malo es que igual al cogerla encuentras que tiene agujeros.

R: O que te queda pequeña (risas)

P: ¿Qué planes tiene a corto plazo?

Tenemos ganas de tocar, de que pasen cosas distintas y las canciones crezcan

R: Tan a corto que empezamos una nueva gira la semana que viene en el Teatro Falla de Cádiz. Me gustan mucho los teatros y creo que las canciones del disco se adaptan mucho mejor a este formato. De momento con mascarilla, pero los aforos creo que van a estar al 80 o al 100 de capacidad, así que creo que lo vamos a poder hacer con normalidad. Tenemos ganas de tocar, de que pasen cosas distintas y las canciones crezcan. Estamos preparados para pasar un buen rato con la gente.

P: Pasar un buen rato y reivindicar el oficio, si me apuras, después de todo este último año y medio de penurias entre los músicos.

R: Lo han pasado mal desde la gente que toca en bares hasta los que llenan estadios. Todos lo hemos pasado mal, pero los que menos lo hemos sufrido somos los que estamos en un término medio, y somos los que antes estamos volviendo a hacer cosas. Vivimos en un país donde se criminaliza muchísimo la música. Lo ves desde el momento en el que empezaron a sacar las salas del centro de las ciudades para llevarlas a polígonos a las afueras. Más allá de eso, ojalá poco a poco volvamos a ello y sintamos el apoyo de las instituciones y de quien puede echarnos un cable igual que se lo han echado a otros sectores. Porque hay muchos músicos y técnicos que no van a poder volver a dedicarse a esto y es una pena.

P: Nos situamos en diciembre de 2022. ¿Qué tiene que haber pasado para que se diga que la época de Sur en el valle ha estado bien?Sur en el valle

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R: Pues tiene que haber pasado que empecemos la gira la semana que viene felices y la terminemos en 2022 más felices todavía. Sí, eso. Que la gente viaje con nosotros, que nos sintamos a gusto todos en la banda y el equipo. Que tengamos la sensación de seguir haciendo camino con nuevos proyectos, hacer otro disco. Continuar caminando, en definitiva.

P: Seguro que ya tiene canciones para un siguiente disco. Algo habrá.

R: Estoy empezando a ello, así es.

Dos años después de su fructífera unión con Luis García Montero en Las palabras vividas, Quique González (Madrid, 1973) regresa con Sur en el valle. Un nuevo disco, el decimotercero, inspirado por los valles pasiegos en los que desde hace años habita. Más contemplativo, menos urbano. Reposado y de trago largo, más reflexivo que narrativo, en el que la naturaleza y los escenarios condicionan el diálogo interior que hila las canciones.

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