Desde el argentino Bizarrap hasta el español Sen Senra, cómo la música de ahora nace desde una habitación

El productor argentino Bizarrap en su estudio.

El sueño de ser cantante hace años era casi impensable. Sin embargo, había quienes descubrían que su cuarto era su mayor aliado. Aquel futuro artista que sabía no sólo componer, sino también producir, tenía una posibilidad, ya que no necesitaba de grandes compañías para llevar a cabo aquello que más anhelaba. No obstante, las plataformas musicales y, sobre todo, las redes sociales, han sido un plus para lograr ese alcance que antes solo podían disfrutar aquellos que contaban con una discográfica.

En los últimos años estamos viendo cómo esta manera de concebir la música desde una habitación se establece como una de las señas de identidad de un género muy actual: la música urbana. Aunque, según apunta a infoLibre el director de comunicación de Repvblicca Circular, Pau Chisbert, no solo esta característica forma parte de la imagen del género, ya que “viene sobrevenido por la democratización del consumo de la música”.

No obstante, es una realidad que este estilo musical se alza en las listas de éxitos, llena estadios, revoluciona discotecas y mueve masas. Un ejemplo de ello, y una representación de los considerados “productores de habitación” o bedroom producer, es Bizarrap. El argentino inició un proyecto que podría caer en lo simple, pero que al final resultó ser revolucionario. Ya no son los productores los que acuden al artista, sino que en su caso son los cantantes quienes van a su habitación: Residente, Nicky Jam, Anuel AA… Diversas personalidades con trayectoria van a la habitación del chico de 24 años para que haga el hit del verano, como ocurrió con el cantante emergente canario Quevedo. El español fue agregado en Radar, programa de apoyo a los nuevos artistas en España y en el mundo. “Quevedo estaba en la lista de talentos con más proyección, y los datos de este verano demuestran que cualquier artista puede llegar a la cima de éxitos mundial", explica a Europa Press Melanie Parejo, directora de Head of Music para el sur de Europa en Spotify.

Bizarrap y Quevedo presentaron al inicio de julio Quédate, single que se alzó como la canción del verano en este 2022, manteniéndose durante siete semanas número uno en el Top 50 Global de Spotify. La lista está conformada por aquellas canciones más escuchadas de la plataforma, en la cual cohabitan artistas de renombre como Christina Aguilera, Ed Sheeran, Beyonce o Harry Styles. No obstante, el género urbano y en especial latino se asienta un año más, con la presencia de Bad Bunny posicionándose como el cantante más escuchado en Spotify.

Desde una habitación al mainstream

De igual manera, hay cantantes que sin contar con el rol de productor se embarcan en dicha tarea para poder lanzar un EP o algún sencillo, con el objetivo de crecer en su recién nacida carrera. Así comenzó Billie Eilish en Estados Unidos, mientras que en el caso de España destaca el artista gallego Sen Senra, cuyo trabajo Sensaciones le presentó al mundo y demostró que crear entre las cuatro paredes de tu dormitorio puede ser el sitio correcto. Actualmente, las compañías saben que estos cantantes surgidos en sus hogares son el futuro y, por este motivo, discográficas como Sonido Muchacho apuestan por sus proyectos.

Ante esto, son muchos los artistas emergentes que deciden apostar por su sueño e iniciar la travesía desde su espacio más íntimo, como la artista canaria Ambizius. “Componer en un espacio tan tuyo... A los inicios de tu carrera te da ese lugar significativo donde puedes soñar sin barreras. Ahí puedes probar cosas nuevas que otras personas quizás no entiendan, pero que harán de ti el mejor artista que puedes ser”, remarca a infoLibre la cantante de Prioridades. Aunque los inicios de Ambizius fueran desde su hogar, la artista apunta que le encanta ir al estudio para “fusionar ideas, mejorar y potenciar las creaciones" con las personas presentes: “Pero no sin antes haber pasado años conociéndome y construyendo confianza en mi propia visión de la música. La pandemia ha sido un regalo a nivel creativo, me dio la libertad de hacer lo que me diera la gana, lo que me pedía el corazón, sin pensar en absolutamente nada más. Me ayudó a transformarme en mi esencia, me dio tiempo y espacio para encontrarme como artista. Creo que hay que ir hacia dentro, hacia ti, encontrar tu propósito, y es un trabajo que solo tu puedes hacer”.

Redes sociales: el plus esencial para el artista nacido en su habitación

Las plataformas digitales y las redes sociales han contribuido a la aparición y crecimiento de cantantes. “Son, indiscutiblemente, un determinante en la carrera de cualquier músico o productor de esta generación”, comenta Alejandro Cremades, manager y director de ASS Music. Aunque puede tratarse de un arma de doble filo, ya que debe ser utilizado como instrumento y enfocado hacia ese público que se busca. Por este motivo, el productor Eduardo M. Molina aconseja contar con “una persona de medios o encargado de promoción, ya que te va a llevar a la prensa que te va a escuchar, a esa que es más afín al arte que estás haciendo”. Aunque Molina reseña que todo “depende mucho del producto que hagas, ya que si no tienes una buena canción no importa el dinero que metas”. 

Un buen trabajo es posible desde tu propia habitación, una práctica que se lleva haciendo desde hace años. “Ahora es mucho más sencillo que antes aportar tu granito de arena y hacerse respetar musicalmente hablando. Puedes partir de un ordenador portátil, un micrófono barato y una tarjeta de sonido. La gran diferencia entre que algún día seas alguien o que lo dejes pronto es tu actitud ante la adversidad”, explica Cremades. Esta afirmación la complementa Eduardo M. Molina apuntando que “cuando tienes herramientas para que alguien pueda grabarse, escucharse y, sobre todo, pueda compartir su música, esto evidentemente quita todos los límites que antes se conocían a la hora de sacar arte. Ahora se puede subir a la plataforma lo que se quiera y hacerlo en casa, es muchísimo más fácil. Por ejemplo, una tarjeta de sonido ahora cuesta 150 euros y tras grabar una canción puedes compartirla al día siguiente en YouTube. Evidentemente, eliminar las fronteras y los límites facilita a todo el mundo lo que quiera compartir”.

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