El empleo en la hostelería y el comercio pincha en el verano récord del turismo

Agosto ha cerrado con la mayor caída del empleo en ese mes desde 2008: se han destruido casi 180.000 puestos de trabajo, un 23,8% más de los que se perdieron en agosto del año pasado. Los responsables del Ministerio de Empleo han culpado del pinchazo a la “escasa o nula actividad” de la construcción, la industria y la educación durante ese mes, en el que es “típico” que aumente el paro debido a la rígida estacionalidad que marca el comportamiento del empleo en España.

Es cierto que el paro siempre sube en agosto, cuando termina la temporada alta del turismoturismo, el principal motor de la economía española antes y después de la crisis. También que el grueso de la bajada del empleo se debe a la extinción de los contratos de los profesores, al descenso en el número de obras y a las vacaciones en la industria. Pero este año dos datos revelan por qué la caída de las afiliaciones en la Seguridad Social ha sido de récord el último agosto.

El primero se refiere a la hostelería. En agosto de 2016 la afiliación a la Seguridad Social en esta rama de actividad creció en 11.855 personas, un 0,9% respecto al mes anterior. Pero este año sólo ha aumentado en 3.720, tres veces menos y apenas un 0,27% por encima de julio. En el comercio el mes ha sido mucho peor, porque este agosto se han destruido el doble de puestos de trabajo –11.724– que el año pasado –5.999–. También las actividades administrativas y servicios auxiliares –que engloban a agencias de viajes, vigilantes de seguridad, personal de oficina y limpieza de edificios, por ejemplo– han duplicado su caída de afiliaciones el pasado agosto, 14.765 desde las 8.491 de 2016.

El resto de las ramas que han perdido empleo el último mes han superado igualmente las cifras de 2016 –actividades artísticas, también ligadas al turismo, y las actividades profesionales, científicas y técnicas–, aunque en menor cuantía. Y lo mismo ha ocurrido con dos de los tres sectores a los que el ministerio atribuye el bajón de agosto: la industria ha perdido 20.618 empleos –sólo 148 más que en 2016– y la construcción, 17.410 –5.399 más que el año pasado–. Por el contrario, la educación, responsable de la pérdida de 56.906 afiliaciones –el 31,7% de los puestos de trabajo desaparecidos el último mes– ha eliminado este agosto 1.146 empleos menos que en 2016. Es decir, el parón ha sido más extenso y más profundo de lo que reconoce el Ministerio de Empleo.

Además, estas bajadas en el comercio y la hostelería se producen precisamente en el verano de los récords para el turismo español. No sólo se ha producido la mayor entrada de visitantes extranjeros desde que España se convirtió en una potencia turística –10,5 millones–, sino que la patronal del sector, Exceltur, aventura que el PIB turístico crecerá un 4,1% este ejercicio, un punto más que el PIB nacional, tras revisarlo al alza desde el 3,5% que adelantaban en abril.

Desaceleración de un empleo volátil

Es más, la caída de agosto ya es la tercera interanual consecutiva –desde mayo– que sufre la afiliación a la Seguridad Social. Y si se desestacionalizan los datos –eliminados los efectos del calendario–, los cotizantes también bajan, 14.976 personas menos respecto a julio, por lo que agosto se convierte en el primer mes desde noviembre de 2013 en el que se reduce la afiliación desestacionalizada. Estos datos no han pasado inadvertidos para la CEOE, que destaca la “ruptura de la tendencia descendente [del paro] registrada en los seis meses anteriores del año”. “Habrá que estar pendiente de lo que ocurre en los próximos meses ante ciertos síntomas de ralentización en la recuperación del empleo”, advierte la patronal.

Casi el 70% de los empleos creados este verano fueron temporales

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UGT culpa de los malos datos de agosto a la “volatilidad” del empleo que está creando la recuperación: “estacional, temporal y precario”. Un año más, agosto marca el mínimo en el porcentaje de contratos indefinidos registrados, un 7,51% –llegó a ser del 10,4% en febrero–. Este último mes se ha firmado en España un total de 1,53 millones de contratos, de los que 1,42 millones son temporales. Por eso no es de extrañar que sólo el día 31 de agosto se dieran de baja en los registros de la Seguridad Social 313.141 trabajadores –30.843 más que el mismo día de 2016, un aumento del 11%–. El 31 de julio se dieron de baja aún más, 346.550, después de que el 3 de julio firmaran el alta nada menos que 520.301 personas. El 30 de junio salieron del sistema 341.334 cotizantes. Son las tres fechas del año con mayor número de bajas en los registros de la Seguridad Social, cuando mayor número de personas se quedan sin trabajo.

Para explicar estos vaivenes, CCOO apunta a otra característica del modelo productivo y del mercado laboral: sólo el 7,2% de la población ocupada trabaja en sectores de contenido tecnológico medio y alto. Y la recuperación no ha cambiado ese patrón. El 91% de los empleos creados durante la recuperación pertenecen a actividades de bajo contenido tecnológico.

Aparte del freno en la creación de empleo para el final del año que puede aventurar la tendencia de los últimos meses, otro dato activa las alarmas del largo plazo. La ratio entre número de afiliados a la Seguridad Social y número de pensionistas se encuentra a mínimos desde 1999ratio. Ya es sólo de 2,22, cinco décimas menos en en diciembre de 2016 y lejos de la ratio de 2,71 que marcó en diciembre de 2007, cuando los registros de afiliación a la Seguridad Social alcanzaron sus máximos antes del estallido de la crisis. Sin embargo, el secretario de Estado de Seguridad Social, Tomás Burgos, alabó este lunes la “importante evolución de los ingresos” por cotizaciones. “Lo relevante”, añadió, “es que siga siendo suficientemente importante para cubrir el desfase [el déficit de 18.000 millones de euros con que cerró 2016 la Seguridad Social] y para asegurar la sostenibilidad futura del sistema”.