El grupo italiano Enel, controlado por un Estado que está en apuros y presionado por la troika (FMI, BCE y Bruselas) para que ajuste sus desequilibrios económicos, ha decidido exprimir al límite a su filial española Endesa, en la que controla un 92% desde 2009. Ni el Ministerio de Industria, ni la CNMV, ni la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia, organismo que ha analizado las operaciones en marcha, disponen de instrumentos legales para oponerse.
El consejo de administraciòn de Endesa, presidido por Borja Prado -representante también en España del banco italiano Mediobanca- ha aprobado el pago de un nuevo dividendo de extraordinario de 6.353 millones.nuevo dividendo Se sumarán a los 8.253 millones aprobados tras vender a la matriz los activos de Endesa en América Latina. De los 14.606 millones, Enel, propietario mayoritario de la eléctrica, ingresará en efectivo 13.437 millones; cubrirá con creces el desembolso realizado por el traspaso de los activos americanos de Endesa.
El plan para exprimir Endesa tiene tres patas: traspaso de lo mejor del negocio de la eléctrica en América Latina a la matriz (16.240 MW, el 41% de la compañía); reparto de dividendos -14.606 millones - y venta en Bolsa (OPV) de un 17% del capital de la filial, según información del diario italiano Il Sole 24 Ore.
Vaciar la compañía
Todos los órganos relacionados directa o indirectamente con la operación, desde el Ministerio de Industria a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), pasando por la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC), saben que Enel ha decidido vaciar Endesa. Competencia ha analizado las operaciones anunciadas, pero ha concluido que carece de herramientas para intervenir; Industria ha expresado su "respeto" por las decisiones de Enel y la CNMV, a preguntas de infoLibre, ha declinado valorar la operación.
La CMNC, que asumió las funciones de la antigua Comisión Nacional de la Energía (CNE) es como un cuchillo sin filo. La antigua CNE, a raíz precisamente de las guerras desatadas en el sector energético, sí dispuso de un instrumento -la denominada Función 14- que le permitía intervenir en operaciones empresariales en el sector energético para prohibirlas o condicionarlas.
La Función 14 permitía a la antigua CNE emitir un informe (vinculante) para valorar si una operación concreta determinada afectaba a la seguridad de suministro. La función se aplicaba cuando una empresa adquiría otra o se modificaba la propiedad de forma significativa.
Función 14
Con la creación del macrorregulador, la CNMC, la Función 14 se desdibujó. Teóricamente, el Ministerio de Industria asumió el papel de velar por los sectores estratégicos y regulados y puede intervenir en caso de amenaza grave para la garantía de suministro. Pero no es el caso. infoLibre intentó, sin éxito, recabar la opinión del Ministerio.
En la presentación remitida a la CNMV, además de comunicar el nuevo dividendo, Endesa anuncia la inversión de 2.500 millones en España en dos años. En Londres, los directivos, encabezados por el nuevo consejero delegado José Bogas, anunciaron, según Europa Press, la intención de la eléctrica de "promover la extensión de la vida útil de las centrales nucleares más allá de los 50 años". La empresa está "preparada para invertir" en caso de que sea así.
Endesa dispone del 47% de la capacidad nuclear de España, en virtud de sus participaciones del 36% en Almaraz I y II, del 50% en Garoña, del 100% en Ascó I, del 85% en Ascó II y del 72% en Vandellós, así como del 1% en Trillo.
Ver másBorja Prado adelantó en julio al Gobierno los planes de Enel para ‘exprimir’ la eléctrica Endesa
Puertas giratorias
El grupo italiano Enel ha sido uno de los que más ha engrasado las puertas giratorias entre política y empresa en España. La compañía italiana nombró consejero al exministro socialista Pedro Solbes; colocó al expresidente José María Aznar como asesor internacional asesor internacional y sentó en el consejo de la filial chilena Chilectra a Elena Salgado, la sucesora de Solbes en la cartera de Economía del Gobierno socialista de Rodríguez Zapatero.
Al frente de Endesa, Enel colocó Borja Prado, hijo del embajador y asesor financiero del Rey Juan Carlos Manuel Prado y Colón de Carvajal. Borja Prado es banquero de negocios, encargado del banco italiano Mediobanca en España. Prado compagina sin ningún obstáculo la presidencia de la eléctrica Endesa con la labor de Mediobanca como asesor en operaciones en el mismo sector.
El grupo italiano Enel, controlado por un Estado que está en apuros y presionado por la troika (FMI, BCE y Bruselas) para que ajuste sus desequilibrios económicos, ha decidido exprimir al límite a su filial española Endesa, en la que controla un 92% desde 2009. Ni el Ministerio de Industria, ni la CNMV, ni la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia, organismo que ha analizado las operaciones en marcha, disponen de instrumentos legales para oponerse.