CONTABILIDAD ELECTORAL
Facebook niega al Tribunal de Cuentas información sobre los dos millones que facturó a los partidos por las cuatro elecciones de 2019
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Los partidos políticos se gastaron casi 49 millones de euros en la campaña para las elecciones generales de noviembre de 2019 y otros 45,8 millones más en las municipales de mayo de ese mismo año. En cada una de ellas, incluyeron como gastos electorales casi un millón de euros –931.046 y 967.069 euros, respectivamente– que el Tribunal de Cuentas ha considerado que no tenían esa naturaleza, que no están legalmente permitidos, se realizaron fuera de plazo o no fueron justificados. Pero sólo a uno de ellos propone al Ministerio del Interior, el órgano encargado de hacer la liquidación, que le recorte la subvención electoral por haber incurrido en un gasto no autorizado: Vox.
El partido ultraderechista contrató anuncios electorales en emisoras de televisión privadas por importe de 36.600 euros para las generales de noviembre de 2019. Así que el Tribunal de Cuentas plantea que se le reduzca la subvención en el doble de esa cuantía, tal y como marca la ley: 72.600 euros. La Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG) prohíbe a los partidos contratar espacios de publicidad electoral tanto en medios públicos como privados. Sí tienen derecho a disfrutar de espacios gratuitos en los medios públicos de radio y televisión.
El resto de las incorrecciones descubiertas por el órgano de control al fiscalizar las cuentas de los partidos en esa convocatoria, pese a su cuantía, no llevan aparejadas sanciones, de acuerdo con los informes que presentó este martes en el Congreso su presidenta, María José de la Fuente.
En el caso de las municipales de mayo, en cambio, el Tribunal de Cuentas ha elevado propuestas para recortar subvenciones electorales a 20 partidos políticos, aunque por un importe menor, 45.224 euros. Y propuestas de no adjudicación de subvenciones a nada menos que 1.189 formaciones por no haber siquiera presentado la contabilidad electoral al Tribunal.
Se trata, en muchos casos, de formaciones locales muy pequeñas y con escasos recursos: se presentaron un total de 1.664 partidos, de los que sólo 195 superaron los 2.000 euros de presupuesto electoral.
Por el contrario, en los informes destaca otro incumplidor, e impenitente, ante el Tribunal de Cuentas, pero que, a diferencia de las atomizadas candidaturas municipales, es una de las principales y más poderosas compañías del mundo. Facebook Ireland Limited niega al máximo órgano de control español la información que como proveedor de los partidos políticos éste le exige en cada convocatoria electoral. No se la ha remitido ni en las generales de noviembre ni en las municipales y europeas de mayo, como tampoco la había enviado en las generales de abril.
O al menos no ha facilitado las facturas de los servicios que le contrataron Unidas Podemos, Más País y ERC en las de noviembre, así como Compromís, En Comú Guanyem y ERC en las municipales. En las de abril, tampoco dio dato alguno de su relación comercial con En Comú Podem-Guanyem, ERC, PSC y Unidas Podemos. En las europeas, calló sobre Ahora Repúblicas –ERC, EH Bildu, BNG, Ahora Canarias, Andecha Astur y Puyalón de Cuchas– y Unidas Podemos.
Además, las cantidades que los partidos contrataron con la compañía de Mark Zuckerberg no son despreciables. El que más dinero invirtió en publicitarse en Facebook fue Unidas Podemos, que en las elecciones del 28 de abril de 2019 pagó anuncios por valor de 931.384 euros y en las de noviembre, 752.727 euros. En las europeas de mayo bajó a 56.252 euros. En total, 1,74 millones de euros en un año.
A través de la filial en Irlanda
Aunque el resto de las facturas tampoco son pequeñas. Más País le pagó 41.032 euros en la campaña de noviembre. ERC suma 21.780 euros en esa misma convocatoria a los 60.337 euros de las municipales y otros 11.082 en abril: 93.198 euros. En Comú Guanyem facturó con Facebook 29.890 euros en las municipales y 10.511 euros en las generales de abril. Compromís, 10.858 euros en las municipales. Y el PSC, 25.951 euros el 28A. En resumen, Facebook ha facturado a los partidos de la izquierda española 1,95 millones de euros en cuatro convocatorias electorales a lo largo de sólo un año. Y los cobra la filial de Facebook en Irlanda –un país con un régimen fiscal tan laxo que los críticos lo consideran un paraíso fiscal dentro de la UE–, no a través de Facebook Spain, tal y como consta en el informe del Tribunal de Cuentas.
Según publicó El País el pasado diciembre, Facebook Spain ingresó 261,6 millones de euros en España en 2019, más del doble que el año anterior, cuando facturó 112,6 millones de euros. La filial española dividió en dos partidas su volumen de negocio: 11,1 millones de euros por dar soporte de ventas al grupo y 250,5 millones por “ingresos propios”, por espacios publicitarios de clientes directos españoles previamente contratados a la filial irlandesa. Por esos ingresos pagó tres millones de euros en concepto de impuesto de sociedades.
En cualquier caso, no es el único proveedor que ha eludido su deber de informar al Tribunal de Cuentas. Además de un buen número de pequeñas empresas de todo tipo, destacan Ifema – 33.767 euros a Podemos en las generales de noviembre–, el Abc de SevillaAbc –12.705 euros a Ciudadanos en las municipales–, y la Cadena Ser –15.371 euros en las municipales y 11.418 euros en las de noviembre al PSOE–.
Actuaciones musicales, estilismo, problemas de tesorería
En las últimas elecciones generales, los partidos intentan colar como electorales gastos de índole muy similar. Tanto el PSOE como el PP clasificaron como tales el alquiler de salas para la noche electoral y el gasto en actuaciones musicales. O PSOE, Vox y Podemos la contratación de espacios publicitarios antes del inicio de la campaña. En el caso de Podemos, se gastó 239.462 euros en publicidad en medios de comunicación antes de que fuera legal; el PSOE, 71.195 euros; Vox, 30.203. El Tribunal de Cuentas también rechazó a Podemos la consideración de gasto electoral subvencionable los servicios de estilismo de sus dirigentes para la grabación de los anuncios electorales. El PSC remitió como gasto electoral lo que le costó fletar autobuses para llevar a ciudadanos a sus mítines. Ciudadanos empleó 74.367 euros en operaciones ordinarias que clasificó como electorales. Tanto PSOE como PP intentaron engordar los intereses de los créditos que tuvieron que pedir hasta el cobro anticipado de las subvenciones. El Tribunal se los corrigió a la baja.
Algunos partidos quedaron exhaustos, y sin tesorería, tras las campañas. En Vox sólo tenían en la caja 4,41 euros, indica el Tribunal de Cuentas, por lo que tuvieron que pagar las últimas facturas a través de “cuentas corrientes de la actividad ordinaria”, lo que significa que esos pagos quedan fuera del ámbito de fiscalización del Tribunal e incumplen la LOREG. Otro tanto les ocurrió a Podemos, Junts Per Catalunya y PSC.
En las municipales de mayo, las pequeñas formaciones políticas también tuvieron problemas con las cuentas bancarias, pero de otro tipo. En lugar de abrirlas con el NIF del partido político, lo hicieron con el de los administradores electorales, lo que, “además de incumplir lo dispuesto en la legislación electoral, dificulta la obtención de información a través de las entidades financieras al corresponder la titularidad a personas físicas no sujetas al ámbito subjetivo de la presente fiscalización”, lamenta el Tribunal de Cuentas. Incluso nueve partidos “de escasa implantación territorial”, precisa el informe, no abrieron cuentas bancarias específicas para la campaña electoral. Otros ocho consignaron como aportaciones del partido recursos ingresados por los correspondientes grupos políticos en los ayuntamientos. En las generales de noviembre, Más País incluyó en sus cuentas electorales 62.994 euros que procedían del grupo parlamentario de Más Madrid en la Asamblea regional.
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Para hacerse una idea de las fuentes de financiación de los partidos para las campañas electorales basta con acudir al desglose efectuado por el Tribunal de Cuentas. Del total de 48,99 millones de euros gastados en las generales de noviembre de 2019, sólo 38.300 euros procedían de aportaciones privadas, 21,52 millones de créditos bancarios, 13,56 millones de los adelantos de subvenciones electorales y 13,86 millones de aportaciones realizadas por los respectivos partidos.
El que más dinero se gastó fue el PP, con casi 12,5 millones de euros, seguido del PSOE, con 10,7 millones, y Ciudadanos, con 10,14 millones. Unidas Podemos tenía un presupuesto de 5,5 millones y Vox contaba con 2,8 millones, más que el PSC –1,74 millones euros–, y nueve veces más que Junts per Catalunya –sólo 322.199 euros–y más que el triple que el PNV –788.112–. En las municipales celebradas seis meses antes, su presupuesto era de 434.240 euros, por lo que la ultraderecha multiplicó sus recursos por más de seis de una convocatoria a la siguiente.
