España se juega mil millones en exportaciones de acero y aluminio con el chantaje arancelario de Trump

El juego que el presidente norteamericano Donald Trump mantiene con las tasas arancelarias ha entrado en un nuevo capítulo. Esta imprevisible política comercial —que tan pronto anuncia en redes sociales, como en declaraciones al vuelo a la prensa— ha llegado ahora al sector del acero y el aluminio, con una tasa del 25% en las importaciones que entran a EEUU. Después de Canadá (cuyo arancel se eleva hasta el 50%), China y México, a partir de este miércoles, le toca al sector metalúrgico. En España, el sector exporta cerca de mil millones anuales al país norteamericano. “Queremos hacer un llamamiento a la calma porque todavía no se ha producido una notificación oficial. Lo que hay es un anuncio general sin detalles ni aclaraciones escritas, con lo cual, es prematuro sacar conclusiones”, señala Gonzalo de Olabarria, presidente de la Asociación Española del Aluminio y Tratamientos de Superficie (AEA).
En 2024 las exportaciones desde España a EE UU superaron los 616 millones de euros en manufacturas de hierro y acero. En los productos de fundición la cifra llegó hasta los 190 millones y en la rama del aluminio y sus manufacturas las exportaciones se situaron en los 122 millones, de acuerdo con las estadísticas de comercio exterior del Ministerio de Economía, Comercio y Empresa.
Desde la Confederación Española de Organizaciones Empresariales del Metal (Confemetal) explican que el flujo de productos del sector exportado al país norteamericano también impactaría en otras ramas de exportación de manera indirecta. Los componentes metalúrgicos también están presentes en los productos de material eléctrico, vehículos de mercancías o maquinaria para trabajar el metal, que tiene un valor aproximado de 6.200 millones. Otras ramas importantes a las que podría afectar son la automoción y los componentes para vehículos, que representan más de 616 millones y piezas de joyería y relojería (117 millones).
Desde el sector del aluminio llaman a la calma. “Por el momento tenemos que esperar y ver en qué tasas se concreta y para qué productos. Nuestros mercados importantes son europeos y eso implica que, de confirmarse la medida de EE UU, debería tener un impacto limitado en el volumen total de nuestras exportaciones”, concluye Olabarria. En la misma línea se expresa el profesor de la Universidad de Navarra David Echeverry, quien considera que, pese al choque inicial, el sector tiene margen para rearmarse. “España ha estado exportando alrededor de mil millones al año en metalurgia a EEUU, pero esto supone alrededor de un 4% de sus exportaciones totales, por lo que tiene otros socios que podrían ayudar a mitigar el impacto”, concluye.
Pero más allá del golpe directo de los aranceles, el ambiente de volatilidad en los mercados también puede tener un efecto negativo. “En situaciones de incertidumbre económica, los empresarios que tienen que invertir se frenan. Las situaciones de volatilidad y de no saber qué reglas de juego va a haber hacen daño a los mercados”, explica el economista David Echeverry. Esta misma semana, Trump anunció (y luego rectificó) en redes sociales unos aranceles del 50% a Canadá y la respuesta de las bolsas se dejó notar en forma de números rojos, que recorrieron los principales índices globales.
Déficit comercial de 10.000 millones
En términos absolutos, España compra a Estados Unidos más de lo que le vende y, en lo tocante a las exportaciones, es el sexto país de destino (representa el 4,9% del total de las ventas al exterior). En 2024, el déficit comercial con Washington aumentó un 7%, superando los 10.000 millones de euros. En la serie histórica, la balanza comercial se ha movido en cifras muy próximas, una tendencia que cambió en 2022 debido, en parte, al aumento de las compras de gas natural licuado y petróleo en el marco de la crisis energética provocada por la guerra en Ucrania. Durante ese periodo, la necesidad de reducir la dependencia del gas ruso hizo que Europa mirase al mercado americano y aumentasen las importaciones, mientras las exportaciones se mantenían con un ligero incremento.
En este escenario de guerra comercial, la Unión Europea reaccionó esta mañana lanzando un paquete de tasas recíprocas. Bruselas ha anunciado impuestos a productos estadounidenses por valor de 26.000 millones de euros, afectando a artículos como el bourbon, los vaqueros Levi’s o las motocicletas Harley-Davidson. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, señaló en la rueda de prensa que la respuesta se articularía en dos fases. En la primera, se gravará un listado de productos de manera inmediata y en la segunda, se establecerán medidas consensuadas entre los Estados miembros.
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La Comisión busca ejercer presión política sobre Washington, incluyendo productos estratégicos como la soja, que EE UU exporta desde estados clave para el partido republicano. “Normalmente, tú pones aranceles cuando tienes una industria incipiente que quieres proteger, pero eso ha cambiado y ahora Europa también ha entrado en este uso político”, explica el economista. “La elección de productos de la Unión Europea también está siendo política, generando presión para que los propios senadores republicanos presionen a Trump”, concluye.
La presidenta de la Comisión Europea, calificó los aranceles de Trump como “injustificados” y perjudiciales para empresas y consumidores. Además, advirtió sobre el impacto en el empleo y la estabilidad económica, si bien, justificó la decisión alegando que la respuesta era “contundente pero proporcionada”.
Mientras llega (o no) el próximo anuncio de Donald Trump sobre el futuro de las tasas comerciales, desde el sector metalúrgico español señalan que es importante “reiterar en el diálogo” y apuntan que diseñarán estrategias para minimizar los posibles efectos adversos de lo que esté por venir.