Comer las uvas en una casa rural: el plan de Nochevieja con el que Cataluña cuelga el cartel de completo

Un mercadillo navideño en Barcelona.

Cada vez cogemos más las maletas en Navidad y no necesariamente para ir a ver a la familia. Y en este ir y venir, el turismo rural vive una de sus mejores épocas del año. España es el quinto país del mundo cuyos ciudadanos más viajan en Navidad, según Booking, y más de la mitad de los españoles (un 55%) declara que tiene pensado viajar en el periodo navideño, de acuerdo con un estudio de la consultora Appinio. “Generalmente, donde más demanda rural hay durante las fiestas navideñas es en aquellos lugares que el viajero asocia con una experiencia invernal. Nieve, deportes de invierno o alta montaña”, explica Irene Pérez, de Turismo Verde Huesca.

Hay quien vuelve a casa para celebrar en familia, pero también mucha gente se guarda un día para comer las uvas con amigos. El portal de reservas Escapada Rural apunta que los alojamientos rurales cerrarán el año con una ocupación que ronda el 90% a nivel nacional. En Nochebuena, en cambio, solo estarán reservadas el 45% de las casas. Una cifra modesta, pero que ha ido al alza.

Irse de casa rural en Nochevieja es el plan por excelencia. Quien más, quien menos, ha tenido que lidiar con esta propuesta en su grupo de amigos, ya sea para organizar el asunto o para inventarse una buena excusa. “Está más que consolidada la costumbre de alquilar una casa rural para celebrar la Nochevieja junto a familia y amigos”, apunta Pérez, quien también destaca que las reservas suelen hacerse para grupos de hasta 20 personas. “Creemos que esto responde a que la gente vive cada vez en pisos más pequeños y no dispone de un lugar adecuado para estos grandes encuentros”, concluye.

Así, los que viven de este sector ven despegar sus cifras estos días. “La ocupación de este año será superior a la del año pasado”, explica José Manuel Ruíz, del Centro de Iniciativas Turísticas de Segovia. “Son reservas que se suelen demandar en grupo y con mucha antelación. No es una ocupación de última hora”, concluye.

“En los últimos años, el número de personas que eligen turismo rural no para de crecer. Es un sector que todavía tiene potencial de crecimiento y que resulta un motor económico para los pueblos”, apunta Judith Monmany, del portal Escapada Rural. Los datos globales apuntan que en 2023 el sector creció 2,5 puntos con respecto al año anterior.

De acuerdo con los datos proporcionados por la Asociación Española de Turismo Rural (ASETUR), que agrupa más de 600 locales, en la última noche del año son Cataluña, con una ocupación del 95%; Canarias, con un 94% y Aragón (86%) dónde más difícil será encontrar una casa para comer las uvas con amigos. 

Si se observan las cifras para el 25 de diciembre, el porcentaje de ocupación se reduce con respecto a la última noche del año en todas las comunidades analizadas por ASETUR. En el día de Navidad, más asociado a compartir con la familia que a disfrutar de unas copas y un buen cotillón, Canarias ha sido la comunidad con más ocupación (ronda el 82%), seguida de Cataluña con un 68% de las casas rurales ocupadas y de Navarra con un 67%.

La pandemia animó el turismo rural

El turismo rural ha vivido después de la pandemia un considerable despegue. Ha pasado de representar un 10,9% del gasto turístico total en 2019 al 11,9% en 2023, de acuerdo con un estudio de CaixaBank Research basado en datos de pago con tarjeta.

Lugares menos masificados, una terraza, un jardín o dejar que los más pequeños jueguen en la calle eran necesidades inmediatas al final de la pandemia, pero el impulso que le dio a las casas rurales aún se mantiene. “A pesar de que los avances del turismo rural estuvieron ligados a la pandemia, podemos ver que, una vez que se relajaron las restricciones a la movilidad, los turistas han seguido apostando por esta opción”, detalla el estudio de CaixaBank Research.

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Para Monmany, 2024 es un momento de consolidación, pero también considera que queda mucho por hacer. “El sector se enfrenta al reto de buscar nuevas vías de crecimiento como promover más escapadas al año, dar a conocer nuevos destinos y proporcionar más ofertas para atraer a viajeros durante todo el año”, concluye.

En los últimos datos facilitados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), detallan que las reservas en alojamientos rurales hasta octubre (último dato disponible) aumentaron a lo largo del año, con un pico estacional en los meses de verano que llegó a alcanzar los 2,4 millones de pernoctaciones. En octubre la cifra se mantuvo por encima de las 990.000.

Otro de los puntos es el precio. “Hay que tener en cuenta que la oferta de alojamientos rurales ha crecido por encima de la demanda”, concluye Ruíz. Una circunstancia que, según explica, ayudará a contener los precios el año que viene. “Se mueven en una horquilla entre veinte y treinta euros persona noche, dependiendo de la calidad del establecimiento”.

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