Competencia complica la opa del BBVA sobre el Sabadell al alargar el análisis de la fusión
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) complica la oferta pública de adquisición de acciones (opa) del BBVA sobre el Sabadell al alargar el análisis sobre el impacto de una eventual fusión y abrir la puerta a que opinen el Gobierno y otros interesados, informa EFE.
En un comunicado publicado este martes, la CNMC confirma que ha decidido que no basta con el estudio de la operación en una primera fase, como suele hacerlo en la mayoría de los casos y como sucedió con la fusión de CaixaBank y Bankia, sino que en esta ocasión es necesario pasar a una segunda fase de estudio que se alargará hasta 2025. El consejero delegado de la entidad, César González-Bueno, destacó según EFE que ha habido "un nivel de acuerdo sin precedentes" en el que sindicatos, empresarios, comunidades autónomas y "todo el arco político" han considerado que esta operación plantea problemas de competencia.
Esta decisión complica la opa del BBVA sobre el Sabadell anunciada el 9 de mayo y cumple con los deseos de la entidad catalana, que siempre ha insistido en la conveniencia de que el análisis de la CNMC fuera más allá e incluyera una segunda fase. Para el BBVA, sin embargo, supone un jarro de agua fría porque su consejero delegado, Onur Genç, dijo en repetidas ocasiones que no veía "ningún problema" de competencia y aspiraba a que la CNMC diera luz verde a la operación en una primera fase con el "precedente" de CaixaBank y Bankia, que creó un grupo de mayor tamaño.
La CNMC explica que el sector económico afectado por la operación es el financiero, especialmente el de servicios bancarios y el de servicios de pagos. Además, las dos entidades están presentes en el mercado de producción y distribución de seguros, en el de fondos y planes de pensiones y en el mercado de gestión de activos. "A la vista de las circunstancias de la operación y su afectación potencial al mantenimiento de la competencia efectiva, la Sala de Competencia ha resuelto, en aplicación del artículo 57.2.c) de la Ley 15/2007, de 3 de julio, de Defensa de la Competencia, profundizar en el análisis del expediente en la segunda fase del procedimiento" declaró González-Bueno.
Análisis en profundidad
La apertura de la segunda fase no prejuzga las conclusiones definitivas que la CNMC pueda alcanzar en relación con la operación de concentración. En la primera fase del procedimiento, se ha realizado una investigación detallada sobre la situación de competencia en los mercados afectados. Esta redundará en una mayor eficiencia en el análisis durante la segunda fase, cuyo objeto es profundizar en el estudio de la operación, explica la CNMC.
Pero al entrar en una segunda fase de estudio de la operación, la CNMC abre la puerta a escuchar a otras partes, como consumidores o asociaciones empresariales, para determinar si se opone a la hipotética fusión del BBVA y el Sabadell o impone condiciones que garanticen la competencia en el mercado. Asimismo, el Banco Sabadell, el BBVA y "otros terceros con interés legítimo" podrán presentar alegaciones y aportar más información, aclara Competencia. Asimismo, la CNMC solicitará un informe preceptivo a las comunidades autónomas en las que la concentración incida de forma significativa. La resolución final que apruebe la CNMC podrá autorizar, aceptar compromisos, imponer condiciones o prohibir la operación de concentración del BBVA y el Sabadell.
La participación del Gobierno, muy limitada
Con la entrada en vigor de la Ley de Defensa de la Competencia de 2007 se limitó considerablemente la intervención del Gobierno en el control de las operaciones de concentración. Es por esto que la autorización de las operaciones corresponde en exclusiva a la CNMC y únicamente si se prohíbe o si se subordina a compromisos o condiciones una determinada operación durante la segunda fase, el Ministerio de Economía podría elevarla al Consejo de Ministros. Es ahí donde el Ejecutivo, que desde un primer momento se mostró contrario a una posible fusión, podría imponer sus propias condiciones, pero nunca por criterios de competencia, sino de otra índole, por ejemplo, razones de interés general.
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En paralelo a todo esto, después de un segundo intento fallido de fusión, el BBVA lanzó a principios de mayo una oferta a los accionistas del Sabadell, a los que ofrece el pago de 0,29 euros en efectivo y entregar una acción nueva por cada 5,019 de la entidad catalana, teniendo en cuenta los dividendos pagados por ambas entidades en octubre. Dicha oferta sigue pendiente del visto bueno de la Comisión Nacional de los Mercados de Valores (CNMV). Además, en el caso de que la opa prosperara porque más el 50 % de los accionistas del Sabadell decidieran vender sus títulos al BBVA - lo que permitiría tomar el control de la entidad catalana - aún quedaría pendiente su fusión en el grupo BBVA.
Las opciones del BBVA
A finales de octubre, el BBVA admitió la posibilidad de dar marcha atrás en su planes de hacerse con el Banco Sabadell si llega a la conclusión de que las condiciones que acaba poniendo la CNMC son "inasumibles", según explicó el consejero delegado en la rueda de prensa de resultados.
En el banco están convencidos de que la propuesta de compra del Sabadell es buena "para todos" -para la economía, los accionistas de ambas entidades, los clientes y los empleados- y Genç descartó que tanto él como el presidente, Carlos Torres, tengan que plantearse dimitir si al final la operación acaba saltando por los aires. Si Competencia decidiera alargar su análisis, avanzó Genç, el BBVA respetaría esa decisión pero seguiría adelante con sus planes, aunque llevaran más tiempo.