Pepe Álvarez encara su segundo mandato al frente de UGT tras ser reelegido secretario general esta semana en el 43º Congreso Federal de UGT por aplastante mayoría y sin candidato rival. Nada que ver con su primera elección: en marzo de 2016 venció al ferroviario Miguel Ángel Cilleros por apenas 17 votos en la carrera por suceder a Cándido Méndez. Ataviado siempre con un fular, Álvarez cree que no hay grandes diferencias entre Yolanda Díaz y Pedro Sánchez sobre la reforma laboral. Sigue en contacto con el histórico líder del sindicato Nicolás Redondo (padre): "Siempre le gustó que yo no me callara lo que pensaba", dice
PREGUNTA: ¿Cree que han vuelto las diferencias en el Gobierno de coalición sobre si derogar o no la reforma laboral de Mariano Rajoy de 2012?
R: Tengo la sensación de que el presidente y la vicepresidenta tercera no tienen diferencias con la reforma laboral. Es mi apreciación personal. Pedro Sánchez habla de derogar parte, Yolanda Díaz habla de derogar y de cambiar por nuevas normas, a ser posible acordadas con la patronal. Creo que el lenguaje no es tan diferente. Ahora, el presidente del Gobierno haría bien en empezar a decir a la patronal que, con acuerdo o sin acuerdo, se va a derogar la reforma laboral o totalmente o sus aspectos más lesivos. Hay aspectos que no tienen espera. Es muy contradictorio quejarse de los ERE en las entidades financieras o en H&M. ¡Eso es consecuencia de la reforma laboral de 2012!
P: ¿Echó en falta más contundencia de Sánchez en el 43º Congreso de UGT? No habló de derogar la reforma.
R:No. ¡Él es así! Es muy difícil que Sánchez haga confesiones para la galería. Tengo la conciencia de que hará más de lo que ha dicho.
P: Para negociar, ¿prefiere a Yolanda Díaz antes que a Nadia Calviño?
R: Quien pilota esto es la vicepresidenta tercera y es la opinión que me interesa. A ver si resulta que va a entrar todo el mundo en la reforma laboral. No he tenido la oportunidad de tratar con Calviño la reforma laboral. Lo único que digo es que hay que ser coherentes: no se puede lamentar la temporalidad y no adoptar ninguna medida.
P: Dígame qué aspectos de la ley de 2012 habría que derogar con más urgencia.
R: Ahora mismo y por la situación que vivimos hay que frenar los despidos colectivos. Eso quiere decir que hay que causalizar los ERE y recuperar la presencia de la administración en el proceso de despidos colectivos, la denominada autorización administrativa previa. Pero también es fundamental la negociación colectiva, que vuelva la prevalencia sectorial sobre el convenio de empresa o la cláusula de ultraactividad. Sin eso, la negociación colectiva está muy debilitada. ¿Y qué decir de la temporalidad? El debate sobre cuántos tipos de contratos debemos tener en España es estéril si no se entiende lo siguiente: un empresario en España contrata de manera fraudulenta porque le sale más barato, no por el número de contratos que hay. Lo que hay que atacar es esa situación: no puede salir gratis contratar de manera irregular.
P: ¿Y encarecer el despido? ¿Recuperar los salarios de tramitación?
R: También. Recuperar los salarios de tramitación es muy importante. Pero si usted me pide priorizar ahora, recuperar la causalidad en los despidos colectivos. Una empresa con beneficios no puede hacer un ERE.
P: Y es justo lo que está haciendo la banca.
R: Es lo que estamos viviendo, pero también H&M. El Estado tiene que tutelar el proceso de cierre de empresas. Al trabajador solo le quedan los tribunales para defenderse. E incluso ganando judicialmente a veces es tarde. Lo hemos visto en Coca-Cola y otros expedientes.
P: ¿Qué le parece el Plan España 2050? Plan España 2050
R: Pues la verdad es que no lo he visto más allá de los titulares. No hemos podido ir a la presentación porque teníamos congreso. Pero no me parece que tuviéramos que estar si nuestra presencia significase respaldo. ¿Por qué? Yo respaldo la idea de una hoja de ruta de aquí a 2050. Pero UGT no se siente para nada representada por los expertos que han trazado la hoja de ruta del Plan España 2050.
P: El plan apuesta por alargar la jubilación más allá de los 67 vía incentivos.
R: Por eso hablábamos de coherencia entre lo que se dice y se hace con la reforma laboral. ¿Vamos a tener un colectivo de personas con más de 55 años incolocables que además no van a poder jubilarse? Creo que hay una dosis de liberalismo ultra en el documento de 2050 y un fuerte desconocimiento del mercado laboral español. Una limpiadora de hotel que tiene que limpiar a diario cientos de habitaciones no puede trabajar más allá de los 67. La teoría lo acepta todo y la práctica es otra. Podríamos hablar de las carreras profesionales, de dónde has trabajado y cuándo puedes jubilarte. A los 55 hay mucha gente que no puede con el alma.
P: El Banco de España ha vuelto a plantear la mochila austriaca. Es decir, abaratar el despido entre otras cosas.
R: Al menos sabemos lo que querían decir, después de tanto tiempo dando la barrila con la mochila austriaca. Puede llegar un día en que los españoles nos cansemos de pagar al Centro de Estudios del Banco de España. ¡Aún no he visto ningún estudio del Banco de España que favorezca a la mayoría de los españoles! Es que no saben ni por qué se puso la mochila austriaca en Austria. Nuestro mercado laboral no tiene nada que ver con el austriaco, con un sector industrial muy potente y con un sector servicios con unos niveles salariales altísimos. Estas propuestas son muy inoportunas cuando hay una mesa de diálogo con los agentes sociales.
P: Lo que sí anunció Sánchez en su Congreso en València fue un reguero de millones para que las comunidades autónomas impulsen el empleo joven. ¿Les ha contado algún detalle?
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R: No. No he tenido la oportunidad, es que estuvo poco tiempo. Pero nuestro sindicato lleva mucho tiempo trabajando en este tema. Es un plan económicamente dotado como no se había hecho ningún otro, lo que es muy positivo. Por un lado hay que hacer hincapié en la formación de los jóvenes, sobre todo en aquellos que dejan de estudiar, y hacia profesiones con demanda y fácil colocación. Y por otro, potenciar la orientación. Muchos podrían ser trabajadores por cuenta propia con una buena orientación.
P: La primera vez salió elegido secretario general por 17 votos. Esta vez no tuvo rival. ¿Se ve tanto tiempo al frente de UGT como Nicolás Redondo o Cándido Méndez?
R: No. En ningún caso. Es una cuestión de genética [risas]. El trato que me ha dado la gente de UGT, las afiliadas, los cuadros, es extraordinariamente bueno, especialmente en este Congreso.
Pepe Álvarez encara su segundo mandato al frente de UGT tras ser reelegido secretario general esta semana en el 43º Congreso Federal de UGT por aplastante mayoría y sin candidato rival. Nada que ver con su primera elección: en marzo de 2016 venció al ferroviario Miguel Ángel Cilleros por apenas 17 votos en la carrera por suceder a Cándido Méndez. Ataviado siempre con un fular, Álvarez cree que no hay grandes diferencias entre Yolanda Díaz y Pedro Sánchez sobre la reforma laboral. Sigue en contacto con el histórico líder del sindicato Nicolás Redondo (padre): "Siempre le gustó que yo no me callara lo que pensaba", dice