La temporalidad y el peso de la campaña navideña lastran la bajada del paro juvenil

Las cifras del paro llegaron este miércoles para dibujar la situación del desempleo al cierre del año 2017. El número de parados registrados se situó al finalizar el mes de diciembre en 3,41 millones de personas, lo que supone un descenso de 61.500 personas (el 1,77%) respecto al mes anterior y de 290.193 (7,84%) respecto a diciembre de 2016. Según las cifras del Servicio Público de Empleo Estatal (Sepe), el mayor descenso de paro que dejó diciembre en comparación con el mes anterior lo experimentaron los menores de 25 años, con una bajada del 7,91% respecto a noviembre, la mayor por rangos de edad. El motivo, según los sindicatos, es claro: la temporalidad y la campaña navideña. Sinónimo, denuncian, de precariedad.

Surgen entonces dos cuestiones. ¿Se basa dicha bajada en la precariedad laboral? ¿Hay riesgo de que, una vez rematada la campaña navideña, el paro juvenil vuelva a subir?

Lola Santillana, secretaria de Empleo y Cualificación Profesional de Comisiones Obreras, responde afirmativamente a ambos interrogantes. La clave, explica en conversación con infoLibre, son los contratos temporales y a tiempo parcial. "Normalmente la contratación temporal está en torno al 90%, y este mes ha subido hasta el 92,07%", alcanzando los niveles del periodo estival, y además el 34% de los contratos son a jornada parcial. Lo mismo indica Eduardo Magaldi, responsable del área de Juventud de UGT, quien recalca que "tanto en temporada estival como en el periodo navideño existe mucho consumo pero el empleo es temporal, parcial y totalmente precario". El resultado es que no se produce una "mejoría en la economía de los jóvenes porque se les contrata quince días o un mes".

El sindicalista anticipa que "ahora volverá a crecer el desempleo y tendremos que volver a esperar a la temporada estival para decir que ha mejorado". No obstante, advierte, "tenemos que ver qué tipo de contrato se está quedando" y en el caso de los jóvenes el panorama no es esperanzador. "Con la fórmula del autónomo en las nuevas plataformas digitales ya se ha puesto en evidencia que se hace sin protección, sin seguridad, cobrando una miseria y dependiendo de otra empresa", subraya Magaldi, e insiste en que este tipo de contrato "también está haciendo que desciendan las listas del paro".

A su juicio, el "Gobierno no está siendo sincero ni está llevando a cabo un ejercicio de responsabilidad", ya que su discurso se basa en apostar por la creación de"empleo de cualquier tipo, sin hacer que sea de calidad ni creando tejido para mejorar el futuro de la economía".

La realidad del paro juvenil

A finales de diciembre, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, celebraba en su balance anual la situación del desempleo, "por debajo de los cuatro millones por primera vez desde 2008", y resaltaba en concreto el crecimiento del 9% del empleo juvenil. Los datos emitidos por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social reflejan efectivamente un descenso interanual del paro juvenil del 8,88%, es decir, al cierre de 2017 un total de 26.164 personas menores de 25 años dejaron de estar en paro respecto a diciembre de 2016. Sin embargo, la interpretación de la realidad va más allá de la simplicidad de las cifras. Lola Santillana explica los riesgos de analizar los datos en bruto. "Que haya menos jóvenes en paro no significa que estén trabajando", señala. Aunque el desempleo desciende, dicho descenso "no se corresponde con las altas a la Seguridad Social".

Por el contrario, apunta, "hay mucha gente joven que se va fuera, mientras que hay determinados meses en los que baja el paro de personas jóvenes porque se han puesto a estudiar, o porque si no reciben prestación ni subsidio dejan de estar apuntados en el paro tras dejar de ir a sellar". En todo caso, insiste, "hay que analizarlo en base a todas las características del mercado y sobre todo de los jóvenes".

Con ella coincide Eduardo Magaldi, quien diferencia entre descenso del paro y creación de empleo neto. "Cuando se habla de descenso del desempleo hay que tener en cuenta a las personas que se van del país porque aquí no hay oportunidades", relata.

De hecho, el pasado mes de septiembre la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) señalaba que, entre sus miembros, España se situaba a la cabeza en cuanto a porcentaje de jóvenes desempleados, triplicando incluso la media de los países más desarrollados. Mientras que en países como Alemania, Islandia o Japón la tasa de paro entre los jóvenes de entre 15 y 24 años no alcanza el 7%, en España se sitúa en el 38,6%. 

La mujeres, las más perjudicadas

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Si la precariedad en el empleo perjudica especialmente a los jóvenes, las mujeres son quienes sufren con mayor intensidad el paro y la escasa calidad de las condiciones laborales. En términos generales, el paro femenino sigue superando al masculino, ya que afecta al 57,22% de las mujeres frente al 42,8% de los hombres –1.953.055 ellas y 1.459.726 ellos–. Y sin embargo son precisamente las mujeres, en todos los rangos de edad pero especialmente las menores de 25 años, quienes experimentaron una mayor bajada del paro registrado en diciembre, de manera que son ellas quienes sufren en mayor medida la precariedad de la campaña navideña. 

"En estas fechas se contrata a gente joven y a mujeres en condiciones de precariedad", denuncia Santillana, lo que conlleva "menor protección, menos duración de los contratos y tiempo parcial, que no genera derecho a tener prestación ni subsidio". Las mujeres y los jóvenes, subraya, "son los más maltratados".

También Magaldi recuerda que los datos siempre muestran a las mujeres como "las más perjudicadas". La brecha de género es evidente también en el ámbito salarial, y aunque ésta se acentúa en el tramo de los 30 a los 44 años, "en el punto de partida base los hombres ya cobran un salario superior al de las mujeres", de modo que "dentro de la precariedad sigue habiendo esa discriminación de género".