Cientos de voluntarios buscan casa por casa a posibles enfermos de ébola en una nueva campaña de las autoridades que incluye un toque de queda de tres días. El objetivo es frenar la propagación de la enfermedad, pero organizaciones no gubernamentales han denunciado ya la dureza de las autoridades en este tipo de campañas.
Los voluntarios buscan aflorar casos de ébola que se hayan mantenido en secreto e incrementar la concienciación destacando la importancia del lavado de manos y de que se informe de todos los casos.
"Hay aceptación sobre el lavado de manos y las toma de temperatura. Esta es una oportunidad de incrementar la sensibilización y ser más activos en la búsqueda de casos", ha explicado el coordinador de emergencias sanitarias de Cruz Roja, John Fleming, en declaraciones telefónicas a Reuters desde Freetown.
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Fleming ha destacado la cooperación de los vecinos con la campaña, con las calles "siniestramente calladas" en la mañana de este viernes en zonas habitualmente muy concurridas como el barrio de pescadores de Aberdeen.
Sierra Leona ha sido el país más afectado por el último brote de ébola, con casi 12.000 casos contrastados y más de 3.000 muertes desde el estallido de la epidemia, el año pasado. Los barrios de chabolas de Freetown son los más afectados.
El número de casos se ha reducido desde los más de 500 semanales en diciembre a 33 en la semana que concluyó el 22 de marzo. La mayoría han sido detectados en la capital y en la región fronteriza con Guinea.
Cientos de voluntarios buscan casa por casa a posibles enfermos de ébola en una nueva campaña de las autoridades que incluye un toque de queda de tres días. El objetivo es frenar la propagación de la enfermedad, pero organizaciones no gubernamentales han denunciado ya la dureza de las autoridades en este tipo de campañas.