El Parlamento alemán retira su confianza a Scholz, que convocará elecciones generales en febrero
El canciller alemán, Olaf Scholz, perdió este lunes la moción de confianza a la que se sometió ante el Parlamento alemán tras quedar su Gobierno en minoría, con lo que el país centroeuropeo celebrará elecciones generales anticipadas, que están previstas para el próximo 23 de febrero. Un total de 394 diputados de 717 que entregaron su voto le negaron la confianza, 116 se abstuvieron y 207 votaron a favor de su continuidad, anunció la presidenta de la Cámara Baja, Bärbel Bas.
Los diputados que reafirmaron su confianza en Scholz pertenecen al Partido Socialdemócrata (SPD) del canciller, pero también a al menos una diputada de la ultraderechista Alternativa para Alemania (Afd), que consideró que es peor que llegue al poder el líder de la oposición democristiana, Friedrich Merz, que encabeza los sondeos. Los Verdes, que cuentan con 117 diputados en el Hemiciclo, habían anunciado que se abstendrían para garantizar que el canciller perdiera la votación y pudiese disolverse el Parlamento.
Scholz recurrió al mecanismo del voto de confianza —que ha sido invocado ese lunes por sexta vez en la historia postbélica de Alemania— con la intención expresa de perderlo y así poder solicitar la disolución del Bundestag tras la ruptura de la coalición de Gobierno. Con la expulsión de los socios del Partido Liberal (FDP) a principios de noviembre, socialdemócratas y verdes ya no disponían de la mayoría necesaria para gobernar de forma efectiva.
En su discurso previo a la votación, el canciller planteó los comicios anticipados como un referendo sobre la política económica del Gobierno en un momento en el que se ahonda la recesión en Alemania y aumenta la incertidumbre a nivel global. Así, abogó por permitir un mayor endeudamiento estatal con el que financiar inversiones masivas en infraestructuras y en seguridad, para relanzar la economía y al mismo tiempo garantizar la protección del país ante la amenaza procedente de la invasión rusa de Ucrania. "Hay que activar la palanca, y hay que hacerlo ahora", afirmó, tras señalar que los ciudadanos deben decidir si se invierte en la economía "con fuerza y determinación o de forma mezquina y vacilante".
En su réplica, Merz acusó al canciller de no haber cumplido sus promesas sobre la modernización del Ejército a raíz de la guerra en Ucrania y de haber sumido al país en una crisis económica, cuya solución no puede pasar por hipotecar el futuro de las próximas generaciones con más deuda, según dijo.
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Tras perder el voto, Scholz se dirigía al Palacio de Bellevue para entrevistarse con el presidente de la República Federal Alemana, Frank-Walter Steinmeier, para pedirle que disuelva el Parlamento. Éste dispone hasta el 6 de enero para tomar una decisión y está previsto que realice antes, aún siendo una mera formalidad, una ronda de contactos con los jefes de los partidos democráticos.
La Constitución prevé que entre la disolución del Parlamento y la fecha de los nuevos comicios medien como máximo dos meses, pero la fecha con que trabajan todas las fuerzas políticas, pactada por el Gobierno y la oposición, precisamente a petición de Steinmeier, es la del 23 de febrero.
"El presidente Steinmeier ha recibido hoy al canciller después de que la mayoría de los diputados en el Bundestag no le otorgase su confianza. En consecuencia, el canciller ha pedido al presidente disolver el Bundestag", anunció la portavoz de la presidencia, Cerstin Gammelin, en redes sociales. "El presidente dispone ahora de 21 días de plazo para decidir si disuelve el Bundestag. Antes de tomar su decisión, se entrevistará con los presidentes de todos los grupos y fracciones representadas en el Bundestag", agregó.