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Fieles al Movimiento Cinco Estrellas se alinean con Salvini en asuntos migratorios

El ministro de Interior italiano, Matteo Salvini.

Una decena de militantes del Movimiento Cinco Estrellas (M5S) –todos hombres– quedan en verse en un meetup, nombre que reciben los comités locales del partido, en un barrio residencial tranquilo, a pocos pasos de la estación de Marcianise. En esta ciudad del sur de Italia, de 40.000 habitantes, que votó masivamente al M5S en las elecciones de marzo, la mención de la alianza con la Liga de Matteo Salvini causa cierta vergüenza entre la militancia grillini. Pero, a finales de junio, el alivio de ver por fin al M5S en el gobierno parece imperar sobre todo lo demás, a decir de los testimonios recabados por Mediapart (socio editorial de infoLibre).

Pasquale Guerriero no lleva a la Liga en el corazón. Pero este concejal de 30 años, médico en un hospital, le reconoce a Luigi Di Maio, líder del M5S, el mérito de la coherencia: "Cualquier alianza está justificada desde el momento en que se respeta nuestro modus operandi: responder a las necesidades de los ciudadanos y hacer lo correcto, sean medidas de izquierdas o de derechas”. E insiste: "Les dijimos al resto de fuerzas políticas: ‘esto es lo que queremos hacer, ¿alguien quiere ayudarnos?’ A partir de ahí, no hay necesidad de seguir juzgando la coalición con la Liga”.

Las primeras medidas adoptadas por el ministro del Interior, Matteo Salvini, en materia de inmigración, empezando por el cierre de los puertos italianos a los barcos de las ONG que prestan asistencia a los migrantes, no escandalizan en exceso a los simpatizantes del M5S. "La estrategia internacional del Ejecutivo es muy interesante, Giuseppe Conte [el jefe de gobierno, del M5S] ha logrado que el tema se aborde en las negociaciones europeas", afirma Luigi Diodato, de 47 años, empleado de una compañía que trabaja en el metro de Nápoles.

De la misma opinión es su vecino Francesco Maietta, quien considera que "el tono empleado por Matteo Salvini tal vez no sea el mejor”, pero que dado el fondo del asunto, “lo hace para dejarse oír en Europa y tiene razón, porque Italia necesita ayuda". El parecer de Francesco Mennella, de 57 años, cirujano ortopédico, sobre el ministro del Interior no por generalizada desarma menos: “Lo escuché durante la campaña electoral, lo vi cuando vino a Caserta y tengo la impresión de que es el más izquierdista de los líderes políticos italianos. Habla de temas que preocupan a los pobres”.

"No me siento representado por Matteo Salvini y la Liga, desde luego”, matiza Pasquale Guerriero. “Salvini nunca resolverá el problema de la inmigración, vive permanentemente en campaña electoral. Quiero que me represente alguien que resuelva los problemas de la gente”. A su alrededor, los militantes del meet-up de Marcianise asienten en silencio. Aunque no se lo reconocen al periodista, estos fieles al M5S saben muy bien que la Liga ha logrado imponer su línea de derechas en muchos asuntos clave en pocas semanas en el gobierno. Sin embargo, el M5S ganó ampliamente las elecciones del 4 de marzo (más del 32% de los votos), frente al 17% de los sufragios logrado por la Liga.

En el Mezzogiorno, al sur de Italia, el M5S se hizo con el 45% de los votos. De todas las regiones del sur, Campania (capital, Nápoles) fue la zona donde el M5S obtuvo mejores resultados (más del 49% de los sufragios). En algunas ciudades, este triunfo se ha considerado una suerte de plebiscito, como en Marcianise, localidad situada en el corazón de la gran llanura de Campania del Norte, donde el Movimiento 5 Estrellas pasó de obtener el 24% de los sufragios en las legislativas de 2013 a conseguir el 62% en 2018.

La reacción de los fieles al M5S en Marcianise coincide con la tendencia nacional. El Movimiento, descrito durante mucho tiempo como una enorme olla en la que coexisten sensibilidades de derechas e izquierdas, hoy parece aprobar sin pestañear las políticas de Salvini. Por supuesto, el tono siempre será más bajo que el empleado por Matteo Salvini, pero nadie denuncia alto y claro las derivas políticas.

Hay voces que sí se dejan oír, como la de Carlotta Trevisan, vicepresidenta del consejo municipal de Rivoli, quien decidió dejar el Movimiento por posiciones irreconciliables con la Liga. Una decisión que Nicola Sguera, concejal del M5S Benevento, ya había tomado el 22 de mayo, cuando las negociaciones entre los Cinco Estrellas y la Liga aún no habían concluido. Pero estas son personalidades de segundo orden en el Movimiento.

Los grandes nombres están todos detrás de Luigi Di Maio (y por lo tanto Matteo Salvini), con la notable excepción de Roberto Fico, presidente de la Cámara de Diputados y representante de la izquierda del Movimiento, quien dijo el 30 de junio: "Yo no cerraría los puertos... las ONG están haciendo un trabajo extraordinario”. Significativo, pero poco, demasiado como para que pensemos que hay una crisis de conciencia en el seno del Movimiento.

En Marcianise, el reto de la acogida de los inmigrantes está lejos de explicarlo todo. Según los medios de comunicación italianos, muchas otras razones explican el éxito del M5S. En concreto, apuntan a que la promesa del establecimiento de la renta ciudadana ha tenido mucha importancia. En teoría, esta ayuda debería pagarse tanto a los desempleados como a los adultos que nunca han trabajado. Lo que supone abonar un cheque de 780 euros al mes por italiano desempleado. De ahí a interpretar que votar al Movimiento Cinco Estrellas fue como un plebiscito a favor de esta ayuda social en un sur gangrenado por el desempleo, sólo hay un paso. Pero en Marcianise este atajo se rechaza categóricamente.

"Me gustaría que acabáramos con esta leyenda conforme a la cual los activistas del Movimiento 5 Cinco están todos desempleados", dice Luigi Diodato. Sonriente pero firme, quiere reivindicar su condición de asalariado. Este ciudadano confiesa que no votó al M5S para recibir un cheque. Tampoco el hombre sentado a su lado, Stefano De Crescenzo, informático de 50 años. "¡No hay ningún parado entre nosotros!, exclaman en coro los militantes del encuentro.

"El sentimiento antisistema es más fuerte en el sur"

Los habitantes del Mezzogiorno, estigmatizados desde hace mucho tiempo en los medios de comunicación romanos con la etiqueta de “asistidos”, ponen todo de su parte por deshacerse de este sambenito. Activistas o no de Cinco Estrellas. Antonello Velardi, alcalde electo de la ciudad por una candidatura ciudadana que gobierna con el Partido Demócrata (centro), comparte la visión de sus compañeros grillini. "La renta ciudadana no fue el único factor que influyó", advierte. “Nuestra ciudad no representa a un Mezzogiorno atrasado. Aquí hay una zona industrial y un grupo de comercios pequeños que es el más importante de Campania. En la década de 1970, esta zona llegó a ser conocida incluso como Milán del sur”.

Desde entonces, han sufrido los estragos de la crisis pero ha sobrevivido un tejido industrial y comercial. Y si bien la tasa de desempleo de Marcianise es similar a la registrada en la provincia de Caserta (en 2017 del 22,5% y del 40,7% entre los jóvenes de 18 a 29 años), la situación no es peor que en el resto de Campania y, por lo tanto, no explica en su totalidad el resultado excepcional logrado por el Movimiento.

Roberto d'Alimonte, jefe del departamento de Ciencias Políticas de la Universidad Luiss de Roma, señala otros elementos, como “el espíritu de revuelta del sur, donde el sentimiento antisistema es más fuerte que en el resto del país, pero también, en el Mezzogiorno, la debilidad generalizada del centro-derecha ".

Para el alcalde "independiente" Antonello Velardi, elegido gracias a una dinámica ciudadanía, la razón principal del triunfo del Movimiento Cinco Estrellas en Marcianise es la falta de oposición creíble. Entre candidatos de derechas, algunos salpicados por casos de corrupción, otros involucrados en la mafia local y representantes de un PD fracturado y lento (en Marcianise logró el ¡9%! en las elecciones de marzo), el M5S supuestamente sacó partido de la situación. Para justificar su tesis, el alcalde cita su propio caso en las elecciones municipales de 2016. "Cuando un partido y candidaturas ciudadanas se reorganizan a nivel local, incluso en el sur, el Movimiento Cinco Estrellas se queda sin votos", añade. “Los militantes del Movimiento no tienen capacidad para atraer a la gente al territorio; no presentan propuestas políticas”.

Antonello Velardi asegura haber ganado en Marcianise en las elecciones de 2016 con la adopción de una estrategia particular. "¡Hay gente que me conoce como el Alcalde de las Seis Estrellas! Recurrí a métodos que son los del Movimiento y por eso los bloqueé políticamente. Ya no tienen espacio para expresarse”. A las elecciones municipales concurrió con dos consignas de regusto estrellado: Lo cambiaremos todo y Tienen que irse. Tras las palabras, el alcalde trató de pasar a los hechos. La prueba es que ahora vive bajo protección policial por las amenazas recibidas por el clan local de la Camorra.

Pero la derrota en las municipales del Movimiento Cinco Estrellas también revela las particularidades de las elecciones locales en Italia. "A medida que pasamos de elecciones nacionales a comicios más próximos, el Movimiento Cinco Estrellas pierde votos", señala Roberto D'Alimonte. “El problema es que en el ámbito local, especialmente en el sur, el clientelismo y las relaciones familiares tienen mucho peso”. El concejal M5S Pasquale Guerriero añade: "En Marcianise, había 18 listas y 400 candidatos en las elecciones de 2016. En una ciudad de menos de 40.000 habitantes, son muchísimos. Todos estos candidatos tienen familia que se convierten en votantes con las que ni siquiera podemos hablar con ellos para lograr sus votos”.

Todo esto permite entender los pobres resultados del M5S en las elecciones locales de 2016 y su posterior triunfo en las elecciones legislativas de 2018. Pero Marcianise es la única ciudad de este tamaño, en la provincia de Caserta, en la que ha superado la barrera del 60%, más de cinco puntos por encima de la media. "Creo que es nuestro el mérito de los 5-6 puntos adicionales que el Movimiento consiguió aquí", dice Francesco Mennella. "Somos un meet-up muy activo. No sólo hemos protestado, hemos presentado muchas mociones y deliberaciones en el ayuntamiento desde 2016”.

Para demostrarlo, los activistas sacan un dossier de recortes de prensa en los que se habla de estas iniciativas promovidas por el grupo M5S: en defensa del trabajo digno, del hospital público local o para reducir los residuos en toda la ciudad. Estas movilizaciones dan la impresión de que se trata de un colectivo anclado a la izquierda. Buena parte de los miembros del grupo confiesa haber tenido simpatías por la izquierda en un pasado no muy lejano. Es el caso de Luigi Diodato, que se define como "socialista moderado", o de Francesco Mennella, que apoyó a varios partidos pero "nunca votó a la derecha". Un dato común de todos los miembros del M5S, que, sin embargo, no tienen casi nada que decir sobre la alianza con la Liga. _____________

Traducción: Mariola Moreno

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