El origen de la grabación se desconoce, pero la cadena Arutz 2, que la dio a conocer el pasado día 8 de enero, asegura la difusión es legal. La escena ocurrió un viernes por la tarde, en el verano de 2015. Yair Netanyahu, que entonces tenía 24 años, hijo mayor del primer ministro israelí, estaba en un coche en compañía de dos amigos: Ori Maimon, hijo del hombre de negocios israelí Kobi Maimon, y Roman Abramov, de quien la prensa israelí sospecha que fue contratado indebidamente por el multimillonario australiano James Parker, hombre próximo a Benjamin Netanyahu.
Los tres amigos acababan de salir de un club de strip-tease del centro de Tel Aviv. Visiblemente bebidos, bromeaban sobre su noche de desenfreno y el dinero que habían gastado. Ori Maimon se vanagloria entonces de haber pagado una cuenta de 2.400 séqueles, casi 600 euros. De repente, la conversación da un giro político. “Mi padre le ha hecho ganar 20.000 millones de dólares [más de 16.000 millones de euros] al tuyo, bien puedes darme 400 séqueles [unos 100 euros]”, espeta Yair Netanyahu a Ori Maimon. “Hermano, tienes que reconocer que mi padre ha hecho mucho por el tuyo, se ha peleado en la Knesset [Parlamento israelí] por eso”.
El hijo del primer ministro alude claramente al acuerdo alcanzado en agosto de 2015 por el Gobierno de Netanyahu para la explotación de los campos gasísticos descubiertos en el Mediterráneo. El padre de Ori, Kobi Maimon, es uno de los principales accionistas de Isramco, una de las compañías que poseen los campos gasísticos offshore de Tamar, en las costas de Israel.
El controvertido acuerdo en cuestión fue retrasado muchos meses por la oposición de la comisión israelí antitrust y del ministro de Economía de la época, Aryé Deri. Éste rechazó recurrir a una dispensa especial prevista por la ley israelí para autorizar que un monopolio funcionase en el país, por ejemplo, por razones de seguridad. Para forzar el acuerdo, Benjamin Netanyahu finalmente organizó y ganó una votación en el Parlamento israelí a principios de septiembre de 2015.
Durante la grabación, Yair Netanyahu y sus dos amigos se muestran preocupados por el carácter explosivo de la conversación y por el hecho de que pueda hacerse pública. “Si esto sale, será una pesadilla”, avisa Yori Maimon. No hay que olvidar, detalle importante, de que esa noche, Yair Netanyahu y sus amigos no estaban solos. El hijo del primer ministro se encontraba acompañado de un conductor y de un agente de seguridad, personal que paga el Estado de Israel. Los tres amigos empiezan entonces a amenazar al guardiaespaldas en tono de broma. “Si lo despiden, tendremos que matarlo”, lanza Roman Abramov. “Atención, si lo dejas, hermano, podrías morir”, le avisan.
Más allá del trasfondo político del asunto, la situación presenta una imagen patética del hijo del primer ministro israelí. A lo largo de la conversación, Yair Netanyahu hace comentarios denigrantes sobre las mujeres y sobre todo sobre su exnovia, cuyo nombre se ha eliminado de la grabación para preservar su intimidad.
En un momento de la conversación, dice que los 400 séqueles que momentos antes le había pedido a Ori Maimon eran para una “prostituta”. Dice también que va a “organizar” una cita para sus amigos con una stripper de la que tiene el teléfono. Según Arutz 2, la madre de Netanyahu, Sara, habría intentando llamar por la noche. “Mi madre llama... menuda broma”, dice.
Horas después de hacerse pública la grabación, Yair Netanyahu, que en la actualidad tiene 26 años, se disculpaba en un comunicado: “Es una conversación nocturna, mantenida bajo la influencia del alcohol, he dicho cosas ridículas sobre las mujeres y otras cosas idiotas que más valía no haber dicho”, escribe. “Lo siento si alguien se molestó por mis palabras”. Con relación al acuerdo gasístico aprobado por el Gobierno israelí, el hijo del primer ministro asegura que “se trataba de una broma” y que “cualquiera con algo de sentido común enseguida se da cuenta”.
Poco antes, un representante de la familia de Netanyahu también había publicado un comunicado para denunciar la manera “vergonzosa e ilegal” en que se había obtenido la grabación y para negar la veracidad de las palabras de Yair Netanyahu sobre su padre. “El primer ministro no tiene ningún vínculo ninguno con Kobi Mainon, con quien se ha entrevistado sólo una vez, hace diez años. [...] El primer ministro no sabía nada de la relación entre su hijo Yair y el hijo de Kobi Maimon. Yair no estaba implicado en modo alguno en el caso del gas y si hablaba del asunto, evidentemente, lo hacía de broma”.
En Twitter, el jefe de la oposición laborista, Avi Gabbay, se apresuró a denunciar lo que en su opinión es una “nueva mancha sobre el acuerdo del gas corrupto” alcanzado por el Gobierno de Netanyahu.
Habituado a las extravagancias
También ha resultado polémico el dispositivo de seguridad desplegado para Yair Netanyahu en esta salida nocturna. La oficina de Benjamín Netanyahu ha evitado comentar las palabras del hijo del primer ministro y ha afirmado que éste “no es consultado sobre las condiciones de la protección de sus hijos, decidas por los servicios de seguridad”.
En cambio, el pasado jueves, Yoram Cohen, exjefe de Shin Bet, el servicio de seguridad interior israelí, aseguraba en una emisora radio israelí que, a su entender, los hijos del primer ministro no tenían necesidad de una protección permanente. Añadía entonces que, cuando estaba en el cargo, intentó reducir el dispositivo de seguridad del que se benefician, pero que “no se lo aceptaron”.
No es la primera vez que Yair Netanyahu da que hablar. Imputado por calumnias a raíz de un post publicado en su cuenta de Facebook en agosto de 2017, el hijo del primer ministro se encuentra inmerso en el centro d una batalla judicial con el think thank israelí de izquierdas Molad. En septiembre, el joven hizo estallar el escándalo al publicar en la red social un dibujo inspirado en los códigos de la imaginería antisemita para sugerir detrás de los problemas judiciales de su familia había una conspiración.
El dibujo lo compartió en Twitter David Duke, exdirigente del Ku Klux Klan, y la web neonazi Daily Stormer, en un artículo titulado: “El hijo de Netanyahu publica un meme impresionante en el que acusa a los judíos de hacer caer a su padre judío”. Yair Netanyahu acabó por borrar su post sin disculparse.
Lo que podría calificarse, hasta ahora, de ocurrencias por parte del hijo del primer ministro se ha transformado ahora en una verdadera bomba política. La grabación desvelada por Arutz 2 y las confidencias que contiene, cualquiera que sea su veracidad, le suponen un jarro de agua fría a Netanyahu y a su entorno, acorralados por los casos de corrupción.
No hay que olvidar que la Justicia israelí inculpó en septiembre pasado a la mujer de Netanyahu, Sara, por presuntamente malversar, para fines personales, 400.000 séqueles, unos 100.000 euros, destinados a la residencia del primer ministro.
Pese a la negativa, Benjamin Netanyahu también está en el centro de varias investigaciones por recibir regalos “ilícitos” de multimillonarios y por haber tratado de comprar un tratamiento favorable de su persona en las columnas del diario de la oposición Yediot Aharonoth. Según los medios de comunicación israelíes, la Policía, que lleva varios meses de retraso en hacer públicas sus conclusiones, puede recomendar la inculpación del primer ministro antes de finales de marzo. ______________
La Policía israelí recomienda la imputación por soborno de Netanyahu y de su mujer
Traducción: Mariola Moreno
Leer el texto en francés:
El origen de la grabación se desconoce, pero la cadena Arutz 2, que la dio a conocer el pasado día 8 de enero, asegura la difusión es legal. La escena ocurrió un viernes por la tarde, en el verano de 2015. Yair Netanyahu, que entonces tenía 24 años, hijo mayor del primer ministro israelí, estaba en un coche en compañía de dos amigos: Ori Maimon, hijo del hombre de negocios israelí Kobi Maimon, y Roman Abramov, de quien la prensa israelí sospecha que fue contratado indebidamente por el multimillonario australiano James Parker, hombre próximo a Benjamin Netanyahu.