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Kemal Kiliçdaroglu: “En Turquía debemos reaccionar a esta situación de golpe de Estado”
Kemal Kiliçdaroglu, que lidera desde 2010 del principal partido turco de oposición, el Partido Republicano del Pueblo (CHP, socialdemócrata), se puso el pasado 15 de junio al frente de una marcha de la Justicia, entre Ankara y Estambul, para protestar en contra de la condena de 25 años de cárcel impuesta al diputado del CHP Enis Berberoglu y contra la "desintegración generalizada" del Estado de derecho en Turquía. El político de 68 años, al que entrevistamos a 60 kilómetros de la capital, acusa al régimen de Recep Tayyip Erdogan de haber dado un golpe de Estado institucional después del fracaso del golpe militar del 15 de julio de 2016. Tiene la esperanza de poder remover conciencias con esta iniciativa inédita en su país.
PREGUNTA: Después de tres días de marcha, ¿cómo se siente?
RESPUESTA: Me siento bien. Se trata de un largo maratón. Caminamos alrededor de 20 kilómetros al día. Sigo los consejos de mis doctores sobre lo que tengo que hacer durante la marcha y después. Como no soy muy grande, mi cuerpo responde bien a este ejercicio. También me encuentro bien de ánimos. Recibimos apoyo de todo el mundo.
P: La prensa turca compara la iniciativa con la marcha de la sal que promovió Gandhi en India, en 1930, pero entonces el Mahatma lanzó aquella marcha como último recurso no violento frente a un régimen de opresión colonial. ¿Turquía se encuentra en ese punto?marcha de la sal
R: En un primer momento, Turquía hizo frente a una tentativa de golpe de Estado militar el 15 de julio pasado [que las autoridades atribuyeron a la organización FETÖ, acrónimo que designa a las redes del predicador Fethullah Gülen, instalado en Estados Unidos]. Pero, después, se produjo un verdadero golpe de Estado el 20 de julio. Con la declaración del estado de emergencia, la anulación de facto del Parlamento, el traspaso de los poderes a una sola persona, el golpe de Estado –en el seno estricto del término– se produjo el 20 de julio. Este golpe de Estado del 20 de julio puso a la orden del día un modo de dirección totalitaria. Todo el mundo se encuentra a la defensiva porque hay un mecanismo estatal muy poderoso que echa mano de todos sus recursos para silenciar las opiniones disidentes. El sistema judicial quedó sometido a una única autoridad. El principio de separación de poderes se vio completamente anulado. Después de cada golpe de Estado, los golpistas crean su propio sistema jurídico. Desde el 20 de julio, con el estado de emergencia, los golpistas pueden modificar a discreción la Constitución y las otras leyes para crear su propia legislación. Llegamos a un punto en que debemos reaccionar frente a una situación de golpe de Estado, donde hay que reclamar Justicia en voz alta y hacer que, en el conjunto del mundo civilizado, se oiga nuestra voz.
P: La marcha de la sal tuvo un impacto inmenso. En toda India, fue el pistoletazo de salida de un importante movimiento de resistencia. ¿Qué expectativas tiene en ese sentido?marcha de la sal
R: Nuestra marcha ha devuelto la esperanza a muchos sectores de la población que la habían perdido, a gente que se preguntaba: si discuto las injusticias, ¿me van a detener, meterme en prisión? Esta gente ha visto que no estaba sola. Esta marcha se ha convertido en su portavoz. Desde ese punto de vista, estamos muy satisfechos. ¿Tendremos tanto éxito como Gandhi? No lo sé, pero haremos todo lo posible por restablecer la Justicia en el país. Tenemos una responsabilidad histórica con respecto a Turquía, nuestros hijos, el futuro.
Caminamos y frente a nosotros hay un muro, una persona que se dirige a la oposición con espíritu revanchista. Esta persona es la fuente principal de los problemas de Turquía. Hay que secar esa fuente. Hoy [por el 17 de junio], Erdogan hizo una declaración. Alertó de que un juez iba a terminar citándonos, que nos iban a detener. En resumen, hizo un llamamiento al poder judicial. Vais a ver como, cualquier día de estos, se nos va a abrir un proceso judicial. Pero esto no nos hará renunciar.
P: Algunos os reprochan que el movimiento se puso en marcha demasiado tarde, cuando la democracia ya está muy debilitada. ¿Qué le parecen esos reproches?R:
Es verdad, habríamos podido empezar antes, pero el vaso se ha ido llenado gota a gota. La última gota, la que ha hecho que se desborde, ha sido la condena de Enis Berberoglu a 25 años de cárcel. Esta marcha también es por todos los periodistas encarcelados, por todos los universitarios expulsados de la enseñanza superior, por los dos docentes que siguen huelga de hambre tras ser despedidos y que ahora están en prisión preventiva.
P: A su partido también se le reprocha haber votado, en mayo de 2016, el levantamiento de la inmunidad parlamentaria que ha permitido la detención provisional de una docena de diputados del partido de izquierda prokurda HDP, del mismo modo que la condena el pasado miércoles de Enis Berberoglu...R:
Esta opinión es errónea. Entonces dijimos sí al levantamiento de la inmunidad diplomática porque formaba parte del programa de nuestro partido. No soy yo el que ha escrito ese programa, lo definió y aprobó en sesión plenaria el consejo del partido. De modo que debíamos reaccionar conforme a la decisión del consejo. Si esto ocurriese hoy, no nos habríamos mostrado favorables al levantamiento de la inmunidad. Pensamos que las inmunidades no están justificadas, salvo cuando protegen la libertad de expresión.
P: Los medios de comunicación progubernamentales describen vuestra marcha como una campaña de apoyo del CHP a favor del FETÖ. ¿Cuál es, en su opinión, el impacto de estas acusaciones sobre la opinión pública?R:
La técnica de Erdogan para proteger su poder es la de inventar enemigos –enemigos internos o externos–. En este momento, nos acusa, con los medios de comunicación a sus órdenes, de ser miembros de FETÖ, cuando son ellos los que han permitido la apertura de universidades, de residencias de estudiantes, bancos gulenistas. Son ellos los que han permitido la llegada de los gulenistas al Estado, que les han situado en las situaciones más conflictivas. Basta con consultar en el diario oficial los decretos de nombramiento de altos funcionarios, ver quién los ha firmado: el presidente, el primer ministro y los ministros. Y ahora nos acusan a nosotros. Pero ahora el pueblo ya no lo acepta.
P: Desde la ajustada y controvertida victoria del sí el 16 de abril en el referéndum sobre la instauración de un sistema presidencial, ¿la nueva realidad política ha turca ha cambiado?R:
El aspecto positivo del referéndum es que se han unido partidos muy diferentes pero que comparten una misma visión democrática. El 16 de abril [Erdogan y el AKP] no consiguieron el 50% de los votos a favor del sí pese a que habían echado mano de importantes presiones estatales [contra los partidarios del no] y que emplearon los medios materiales y financieros del Estado. Hizo falta una decisión del Consejo Superior de la elección para que pudieran proclamar la victoria del sí por un 51% frente al 49%, cuando esperaban un resultado del 60% o del 65% a su favor.
P: El año 2019 se presenta como un año crucial para Turquía, con la celebración de tres elecciones, locales, legislativas y presidenciales. ¿Conseguirá la oposición presentar una candidatura común frente a Erdogan?
R: Mantenemos conversaciones con los partidos que dijeron no en el referéndum. Estamos decididos a defender la democracia, que es nuestro valor común. Es prematuro hablar de un candidato común para la Presidencia. Primero debemos establecer una hoja de ruta de común acuerdo con los partidos. ____________________
Turquía: lecciones un año después del intento de golpe de Estado
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Traducción: Mariola Moreno
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