El presidente qatarí del PSG autorizó la violenta campaña en Twitter del ejército de 'trolls' contratado por el club
En octubre de 2022, Mediapart reveló que el París Saint-Germain (PSG) había encargado a una agencia especializada la creación de un “ejército digital” para lanzar ataques violentos y soeces en Twitter (ahora X), en particular contra medios de comunicación (Mediapart, L'Équipe) y personalidades del club como el exjugador Adrien Rabiot, el ex director deportivo Antero Henrique e incluso el icono Kylian Mbappé.
En aquel momento, el PSG, propiedad de Qatar, lo negó rotundamente: “El club nunca ha contratado a una agencia para perjudicar a personas o instituciones”.
La afirmación del club era sencillamente falsa. Así lo demostró la investigación judicial sobre los “manejos del PSG”, que se amplió al “ejército digital” a raíz de las revelaciones de Mediapart.
Los documentos judiciales, revelados ahora por Mediapart, confirman que el PSG encargó y pagó efectivamente a la agencia Digital Big Brother (DBB) por este concepto. Además, el presidente del club, Nasser Al Khelaïfi, estaba perfectamente al corriente no sólo de la existencia del “ejército digital”, sino también de ciertas operaciones, como la que apuntaba al antiguo director de L'Équipe, Jérôme Cazadieu.
La operación estaba dirigida por Jean-Martial Ribes, director de comunicación del PSG hasta mayo de 2022. Los mensajes extraídos de su teléfono por agentes de la Inspección General de la Policía Nacional (IGPN) revelan la violencia de las instrucciones que dio a DBB para “hundir” y “desacreditar” a las personalidades señaladas por el club. “Les pedí que criticaran. A eso me refiero con 'hundir'. Estamos en guerra y en gestión de crisis. Es como un entrenador habla a un equipo, con palabras directas y agresivas, para espabilarles”, alegó en su defensa mientras estaba detenido.
El argumento no convenció al juez de instrucción Vincent Lemonnier, que imputó a Jean-Martial Ribes el 1 de diciembre por siete delitos, dos de ellos relacionados con el “ejército digital”: acoso moral por internet contra Jérôme Cazadieu y contra Nelson, un seguidor del Rennes abofeteado por Neymar en 2019; y utilización y difusión ilícitas de los datos personales de Nelson “que permiten identificarlo con el fin de perturbar su tranquilidad o atentar contra su honor”.
Nelson y Jérôme Cazadieu presentaron primero una denuncia a raíz de las revelaciones de Mediapart, y luego interpusieron una demanda civil tras recibir una notificación a la víctima del juez de instrucción.
Contactados por el periódico francés, Nasser Al Khelaïfi y el PSG no han respondido. El empresario franco-tunecino Lotfi Bel Hadj, responsable del DBB, también se negó a contestar. “En aras de una buena continuación de la investigación judicial, no deseo responder a sus preguntas, ya que mi cliente ni siquiera ha sido interrogado aún por el juez de instrucción”, explicó el abogado de Jean-Martial Ribes, Romain Vanni.
Un contrato influyente para Qatar
Como informó el diario francés Libération, todo comenzó justo después del bloqueo a Qatar, puesto en marcha en junio de 2017 por varios países del Golfo encabezados por Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos. Fue el inicio de una batalla en la sombra, en la que se mezclaron el pirateo informático y la desestabilización, con jugadas sucias por ambas partes (ver las investigaciones de Mediapart aquí y aquí).
El 25 de julio, la Oficina de Comunicación Gubernamental (GCO), el departamento de comunicación de Qatar, firmó en Francia un contrato de 2,6 millones de euros para actividades de lobby e influencia con la agencia ESL & Network, dirigida por Alexandre Medvedowsky, que fue miembro del Partido Socialista en Bouches-du-Rhône. Digital Big Brother (DBB), una empresa con domicilio en Barcelona, es elegida como subcontratista para las operaciones de internet.
El proyecto está dirigido por Jean-Martial Ribes, a quien Nasser Al Khelaïfi contrató como “superdircom” justo después de que Qatar comprara el PSG en 2011. También se hizo cargo de la comunicación de otras entidades gestionadas por su jefe: el canal de televisión BeIN Sports y el fondo soberano Qatar Sports Investments (QSI).
Uno de los primeros encargos de Ribes a DBB, en marzo de 2018, fue difundir información negativa sobre la visita a Francia del príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salmán.
“Qatar, todas las empresas de su entorno, incluido el PSG y sus directivos, empezaron a ser atacados en redes sociales y en los medios de comunicación”, declaró Jean-Martial Ribes a los agentes de policía. “El club sufrió ciberataques. BeIN Sports [...] también fue pirateada. Estamos [...] obligados a contratar agencias [...] para contrarrestar a las de Arabia Saudí. Es una guerra de presión y de comunicación y una cuestión de supervivencia para el país, porque había un bloqueo sobre Qatar”. Tabién dice haber sido “hackeado” en aquella época: “Todos lo fuimos. Ya no podíamos ni hablar. El departamento de seguridad del club revisaba constantemente nuestros teléfonos en busca de micrófonos ocultos. Ya no nos fiábamos de nadie”.
El presidente del PSG conocía el “ejército secreto”
En este contexto de paranoia, Jean-Martial Ribes tuvo una idea: ampliar el alcance del contrato para incluir la defensa del PSG, BeIN y de Nasser Al Khelaïfi. “Entonces había muchas informaciones falsas sobre Nasser”, explicó durante su detención.
Su primer objetivo fue Paris United, un colectivo de seguidores del PSG, en su mayoría anónimos pero bien informados, que acababa de publicar un libro sobre el club. Jean-Martial Ribes sospechaba que habían hackeado al PSG, lo que Paris United negó.
El 22 de marzo de 2018, el director de comunicación del club pidió a DBB que “desestabilizara” al colectivo de seguidores. “Te estoy organizando la desaparición de Paris United, he rastreado toda la red”, le respondió un empleado de la agencia. Se trataba de “contrarrestar la información de Paris United e intentar descubrir a las personas que estaban detrás”, declaró Ribes a la policía. “Para nosotros, eran los Emiratos Árabes Unidos quienes lo financiaban. Había que ponerle fin”. Pero no hay pruebas concretas de esa financiación emiratí.
Creo que lo hablé con Nasser. Él sabía que estábamos trabajando en la web para defender los intereses del club.
El 26 de junio de 2018, Ribes informó a Al Khelaïfi de que había utilizado “gratuitamente” los servicios de DBB para “cositas” sobre el PSG, pero que eso no podía seguir así. Quiere dar a la agencia un nuevo contrato sobre el club y sobre BeIN, para “atacar a quien haya que atacar”. “Es como crear un ejército en la sombra en internet”, le dijo al presidente del PSG.
Nasser Al Khelaïfi le reprochó que planeara el proyecto sin decírselo. Ribes dijo a su jefe que “necesitaba [...] lo digital para luchar”, y que haría aprobar el proyecto “cuando todo estuviera listo”, porque “necesitaría financiación”.
Cuatro días después, la agencia DBB firmaba un documento que le convertía en proveedor del PSG. Dada la paranoia que rodea al bloqueo de Qatar, no se firmó ningún contrato. Sólo hubo “una orden de compra firmada por varias personas, en la que se establecía que DBB trabajaría para crear la cuenta de Twitter Paname Squad”, punta de lanza del “ejército digital”, según declaró a la policía Jean-Martial Ribes.
El ex director de comunicación del PSG “no cree” que Nasser Al Khelaïfi firmara la orden de compra, pero asegura que la decisión se tomó “con la dirección del club”. “Creo que lo hablé con Nasser. [...] Lo que puedo decirles es que él sabía que estábamos trabajando en la web para defender los intereses del club”, declaró a los investigadores.
Los intercambios de SMS con su jefe confirman que el presidente del PSG estaba informado. En agosto de 2018, Nasser Al Khelaïfi le escribió para quejarse de un vídeo publicado por el periodista independiente Romain Molina. Jean-Martial Ribes le respondió que intentaba “desacreditarle con ataques en la web” y recordó a Nasser Al Khelaïfi que “estaba construyendo una red web para atacar o defenderse”, explica la policía.
Vamos a tratar de dejar en ridículo a Cazadieu.
El 1 de mayo de 2019, Nasser Al Khelaïfi está furioso porque un periodista independiente ha conseguido su número y ha intentado llamarle. Jean-Martial Ribes le envía información sobre ese periodista, afirmando que procede de su “gente de la web”, su “agencia especial, que lleva mucho tiempo detrás de él”. Ese mismo día, informa a su jefe de que va a tener que recortar el “presupuesto especial que vigila la web por todas partes y defiende y ataca”, añadiendo que va a “explicárselo de nuevo y que será mejor en directo”.
El 14 de enero de 2020, Ribes escribe al presidente del PSG diciéndole que iba a almorzar con “todos los mandamases de lo digital [...], el ejército secreto”. En julio de 2020, le dijo a su jefe que su “ejército digital” va a aumentar el impacto de una de sus declaraciones. Ribes añade que lo hace "por él [Nasser Al Khelaïfi], que presiona por encima del resto”, dice la policía.
La misión con DBB se interrumpe poco después, en el verano de 2020. “Recorté el presupuesto porque me di cuenta de que no servía para nada”, declaró a los investigadores el ex director de comunicación del PSG.
Asalto al redactor jefe de L'Équipe
Dado que conocía el “ejército digital”, “¿le pidió Nasser Al Khelaïfi que atacara a ciertas personas en internet?”, preguntó la policía a Jean-Martial Ribes. “Me preguntó tantas cosas que ya no me acuerdo”, respondió, evadiendo la pregunta.
Sus mensajes demuestran que el presidente del PSG estaba informado del ataque contra el ex director editorial de L'Équipe, Jérôme Cazadieu, que dejó el diario deportivo en septiembre de 2023 para incorporarse a la Liga de Fútbol Profesional.
En 2018, dos artículos de L'Équipe enfurecieron al PSG: el primero, en octubre de 2018, revelando la apertura de una investigación judicial sobre sospechas de amaño de partidos, que fue finalmente archivada, y otro, el 7 de diciembre, sobre el hecho de que el club podría verse obligado a vender a Neymar o a Mbappé en caso de sanciones por las normas sobre fair play financiero.
Tras este segundo artículo, el PSG acusó en un comunicado a L'Équipe de “desinformar” y lanzó un boicot sin precedentes contra el diario deportivo, prohibiéndole asistir a entrenamientos y ruedas de prensa durante varios meses.
La noche de la publicación, el 7 de diciembre de 2018, Nasser Al Khelaïfi pidió a Jean-Martial Ribes que trabajara “con otros medios como Canal y RMC y atacara a L'Équipe”. Su director de comunicación le respondió que estaba llevando a cabo “una campaña en internet” contra Jérôme Cazadieu, que es, dijo, “un auténtico gilipollas”.
Esa misma noche, Ribes pide a DBB que retuitee el comunicado de prensa del club. La agencia lo hace a través de la cuenta falsa de aficionados Paname Squad, punta de lanza del “ejército digital”, añadiendo un vídeo dirigido a Cazadieu en el que se ve a un hombre recibiendo un violento puñetazo en la cara. “Estamos con los mayores trolls de Twitter, vamos a tratar de dejar en ridículo a Cazadieu”, escribió un empleado de DBB a Jean-Martial Ribes con un emoticono de risas a carcajadas.
“Sobre todo a él, muy importante”, insistió el director de comunicación del PSG. “Le vamos a volver loco, no te preocupes, ya verás cómo funciona este tipo de troleos”, replicó el empleado de DBB, enviándole una captura de pantalla de un nuevo tuit en el que Paname Squad ponía en boca de Jérôme Cazadieu una falsa reacción al comunicado del PSG: “No entiendo la reacción del club. Y eso que siempre hemos sido fieles a nuestra línea editorial de grandes pu...”. Como ya hemos revelado, el director editorial de L'Équipe luego sería víctima de muchas otras vilezas.
Jean-Martial Ribes declaró a la policía que había sido autorizado por el PSG a “tomar las medidas necesarias y ser agresivo con el periódico”, porque sus artículos eran “falsos”. Pero luego, al ser interrogado de nuevo por los investigadores, admitió que el club había decidido no demandar a L'Équipe por difamación, en buena ley, porque durante una reunión interna sobre el tema, algunas personas pensaron que el PSG “podría no ganar”.
Contactado por Mediapart, Jérôme Cazadieu declinó hacer comentarios.
“Hundir” al hincha del Rennes abofeteado por Neymar
El segundo ataque que le ha valido a Jean-Martial Ribes una denuncia por acoso moral en internet se refiere a Nelson, un seguidor del Rennes que fue abofeteado por Neymar, delantero estrella del PSG. El “ejército digital” del club difundió su identidad en Twitter.
Nelson fue entonces acosado tanto en internet como en la vida real. “La gente me increpaba por la calle. Acababa de abrir un restaurante y noté un gran descenso de clientes. La gente pasaba por delante de mi restaurante tocando el claxon y burlándose de mí. Creo que quienes lo hicieron no se dieron cuenta de las consecuencias”, explicó a Mediapart.
Todo comenzó el 27 de abril de 2019 en el Stade de France, después de que el PSG perdiera la final de la Copa de Francia contra el Rennes. Nelson hizo algunos comentarios poco amistosos a varios jugadores parisinos que habían subido de la grada (“¡Sucio bufón!”, le dijo al portero Gianluigi Buffon), y luego increpó a Neymar (“A ver si aprendes a jugar al fútbol”), quien respondió dándole una bofetada.
Nelson y otros espectadores publicaron vídeos de la escena. El asunto causó furor en todo el mundo. Neymar recibió una suspensión de tres partidos de la Federación Francesa de Fútbol y una simple advertencia de los tribunales.
Al día siguiente, Jean-Martial Ribes pidió a Fares, empleado de la agencia DBB encargada del ejército digital del PSG, que “hundiera” a Nelson en las redes sociales, donde utilizaba un seudónimo, pero sobre todo que encontrara su nombre. “¿Alguien tiene los datos de contacto de ese tío?”, tuiteó la cuenta Paname Squad, gestionada de forma encubierta por DBB.
Tenemos que elaborar un dossier rápido sobre ese sujeto, que podría tener antecedentes penales, para mañana".
“Insultó a todos los jugadores”, escribe Jean-Martial Ribes a Fares para justificar su solicitud de identificación. “Pero Neymar le dio una bofetada, el único que reaccionó”, apunta el empleado del DBB. “Sí, lo hizo bien”, responde el director de comunicación del PSG.
Jean-Martial Ribes se alegró por tanto del golpe del delantero brasileño, pero consideró que el castigo no era suficiente, alegando que Nelson había hecho comentarios racistas –falso, según Nelson y los vídeos analizados por L'Équipe– y que había mentido al decir que le había hecho sangre –aunque Nelson sí sangró, según su testimonio y las imágenes consultadas por Mediapart–. El director de comunicación del PSG declaró a la policía que quería identificar a Nelson con vistas a que el club o los jugadores presentaran una denuncia, lo que finalmente no se hizo.
También en la noche del 28 de abril el periodista Pierre Ménès cargó violentamente contra Nelson en el plató de Canal+ –“¡Este tío quiere dinero, es un sinvergüenza!”–. Esto desencadenó una nueva oleada de críticas en las redes sociales contra el seguidor del Rennes, quien anunció que presentaría una denuncia contra Ménès el 1 de mayo.
Informado por Ribes, Nasser Al Khelaïfi le dijo que el PSG debía “ofrecer sus abogados” a Pierre Menès. Al final, el club no lo hizo, según declaró Ribes a la policía.
También el 1 de mayo, Ribes recuperó dos mensajes publicados anónimamente por Nelson en Snapchat, en los que menciona su denuncia contra el periodista, pero también “su miedo a salir de casa” y sus “pensamientos suicidas”.
Sin embargo, el director del PSG continuó siguiéndole la pista. Habló con Malik Nait-Liman, expolicía de la Dirección General de Seguridad Interior (DGSI) y ahora oficial de enlace con los hinchas del PSG –que también ha sido inculpado en este caso–: “Tenemos que elaborar rápidamente un dossier sobre este sujeto, ya que puede tener antecedentes penales, para mañana” . “Preguntaré a la policía, pero necesitaré su identidad”, responde Malik Nait-Liman. “Sí, que no la tengo”, escribe Jean-Martial Ribes. “Tienes que soltarle a los lobos, estoy buscando”, replica el antiguo policía.
El 2 de mayo, Jean-Martial Ribes le envió el nombre y el número de móvil de Nelson: “No tengo su apellido”. Gracias a un amigo policía, Malik Nait-Liman obtuvo el apellido y la dirección de Nelson y luego envió a Ribes la información de la base de datos del TAJ (Traitement d’antécédents judiciaires), el fichero de la policía. Los resultados fueron escasos: “[Sólo] había tenido problemas con el alcohol”.
Interrogado por la policía, Jean-Martial Ribes dijo que no recordaba cómo había obtenido el número de Nelson y que ignoraba que Malik Nait-Liman hubiera conseguido información del TAJ de forma ilegal.
“Nuestro cliente insiste en que nunca se quiso consultar antecedentes penales. Se trataba de obtener la información necesaria para que el departamento jurídico del club presentara una denuncia contra una persona determinada. [...] Nuestro cliente ignora por completo cualquier otro uso que pudiera haberse hecho de esta información”, respondieron los abogados de Malik Nait-Liman, William Bourdon y Vincent Brengarth (ver Caja negra).
A última hora de la tarde del 3 de mayo, L'Équipe publicó una entrevista a Nelson, que sólo revelaba su nombre de pila y declaraba haber recibido amenazas. Dijo que se arrepentía de lo que les había dicho a Neymar y los demás jugadores, y que no había presentado una denuncia contra el delantero brasileño para calmar los ánimos. “He recibido un duro golpe psicológico, pero Neymar también”, concluyó. “Comprendo que no se encuentre bien después de todo esto. Sólo pido hablar con él para decirnos las cosas, disculparme y despedirme con un buen apretón de manos”.
La entrevista no sirvió para calmar a Jean-Martial Ribes. “¡Qué pedazo de mierda es ese tío!”, reaccionó. A las 21:01, la cuenta Paname Squad, gestionada por DBB en nombre del PSG, publicó un tuit en el que revelaba el apellido de Nelson y lo calificaba erróneamente de “pequeño estafador conocido por la policía”, con el emoticono del vómito.
¿Pasó Jean-Martial Ribes esa información a la agencia? “Tal vez. Sinceramente, no puedo decírselo”, declaró a la policía, añadiendo que Nasser Al Khelaïfi no había sido informado de la operación.
Mientras estuvo detenido, el ex director de comunicación del PSG no mostró ningún arrepentimiento: “Esta persona mintió. Teníamos que desacreditar a ese hombre, que agredió a nuestros jugadores. Con sus actos [...] y la cobertura mediática que les ha dado, esa persona se ha creado sus propios problemas”.
“Como todavía no tenemos acceso al procedimiento, no teníamos conocimiento de la declaración del Sr. Ribes. Pero en cualquier caso, no es seguro que un tribunal aprecie semejante estrategia, consistente en desprestigiar a la víctima”, declaró a Mediapart el abogado de Nelson, Philippe Ohayon.
Defender a Nasser, atacar al Dakar y a France Télévisions
Los SMS de Jean-Martial Ribes también revelan que puso el “ejército digital” al servicio de Nasser Al Khelaïfi para limitar el impacto de los artículos negativos sobre su jefe, en particular sobre los casos judiciales en su contra en ese momento.
El 15 de julio de 2019, Mediapart reveló un caso de sobornos en el que estaba implicado Al Khelaïfi, embarazoso sobre todo porque afectaba negativamente a su defensa en la investigación judicial sobre la adjudicación de los Mundiales de Atletismo a Qatar, en la que el presidente del PSG estaba siendo investigado por corrupción. El caso fue posteriormente archivado por errores procesales.
El mismo día, la agencia DBB advirtió a Ribes de que había “mucha cobertura de Mediapart” en la prensa: “Estamos poniendo nuestro equipo en marcha para contrarrestar todo eso". El directivo del PSG también consiguió que el redactor jefe de la revista France Football censurara la información (ver la investigación de Mediapart).
El 2 de agosto de 2019, Le Monde publicó una investigación sobre Nasser Al Khelaïfi, titulada “El jefe fantasma del PSG”. Jean-Martial Ribes estaba furioso porque el artículo aparecía “en primer lugar” cuando se tecleaba en Google su nombre y el de Nasser Al Khelaïfi . Había que “hacer desaparecer” el artículo de Le Monde y bajarlo “al menos a la tercera página” de resultados, ordenó Ribes. “Sí, nuestros equipos están en ello”, responde un empleado de DBB.
El 2 de diciembre de 2019, el patrón del PSG fue interrogado por la fiscalía suiza en el marco de un caso de corrupción vinculado a la FIFA y del que posteriormente fue absuelto. “¿Quieres un poco de contraataque o quieres que veamos primero si sale o no en prensa?”, pregunta un empleado de DBB a Ribes. “Entre tanto, si tienes alguna respuesta a las falsedades que se han escrito, podemos pasársela a Paname Squad”.
El 21 de diciembre de 2018, Mediapart publicó un resumen de las investigaciones de Football Leaks en forma de álbum de fotos de las personalidades concernidas, entre ellas Nasser Al Khelaïfi y el emir de Qatar. Jean-Martial Ribes escribió a DBB que “deberían hacerse las mismas fichas con los periodistas de Mediapart”. Varios de los periodistas de Mediapart, entre ellos el autor de este artículo, fueron atacados por la cuenta Paname Squad.
La investigación judicial ha descubierto finalmente un objetivo hasta ahora desconocido: el rally Dakar, propiedad del grupo Amaury –dueño también de L'Équipe– y de su difusor, France Télévisions. Tras 11 años en Sudamérica, Amaury había decidido organizar el rally en Arabia Saudí, enemigo de Qatar, a partir del 5 de enero de 2020.
El 14 de noviembre de 2019, dos meses antes del inicio de la primera edición saudí, Jean-Martial Ribes encargó a DBB una campaña de desprestigio. Especificó sus objetivos a la agencia una semana después: “Atacar a France Télévisions”, a la presidenta del grupo, Delphine Ernotte, y a Lelet, el director deportivo Laurent-Éric Le Lay.
La operación parece que fue un éxito. El 17 de diciembre de 2019, DBB envió a Jean-Martial Ribes un “informe de actividades” titulado Dakar 2020, en el que la agencia afirmaba haber generado artículos negativos sobre el Dakar. Se desconoce qué artículos, ya que el documento no se ha incluido en el expediente judicial en esta fase. Contactados sobre este asunto, Jean-Martial Ribes y Lotfi Bel Hadj, jefe de DBB, se han negado a responder.
--------------------------------------------------------
Caja negra
Contactados por Mediapart, Jean-Martial Ribes y Lotfi Bel Hadj, director de la agencia DBB, se negaron a responder. Nasser al-Khelaïfi y el PSG tampoco respondieron.
Malik Nait-Liman, abogado del expolicía y antiguo representante de los seguidores del PSG, envió la siguiente respuesta:
“Nuestro cliente insiste en que nunca trató de consultar antecedentes penales. El objetivo era obtener la información necesaria para que el departamento jurídico del club pudiera presentar una denuncia contra una persona determinada, dado el carácter delictivo de los hechos reprochados. Nuestro cliente no tiene nada que ver con cualquier otro uso que pudiera haberse hecho de esa información, con todas las reservas que correspondan a la vista del procedimiento en curso. No dispone de ninguna información al respecto. La mención “soltar a los lobos” se refería, desde un punto de vista general, a la reacción pública a las actos de Neymar, que era el jugador más destacado del Paris Saint-Germain, así como a la respuesta jurídica necesaria.
En este punto, nos gustaría reiterar que hemos impugnado en varias ocasiones la legalidad de las actuaciones y su carácter altamente incriminatorio. En este caso, nuestro cliente lamenta, entre otras cosas, el uso totalmente exagerado del término "manejo", que no refleja la realidad de su intervención y ni siquiera menciona el carácter tendencioso de las investigaciones. Reitera que está a disposición de la justicia para proporcionar toda la información necesaria”.
El PSG trató de destruir a través de su "ejército digital" al aficionado agredido por Neymar
Ver más
Traducción de Miguel López