Este martes se han visto las caras los portavoces agrícolas de los cuatro principales partidos que se presentan a las elecciones europeas. El sector primario se ha impuesto como el pilar del discurso de los conservadores, hasta tal punto que el portavoz del PP en la mesa redonda, Pedro Gallardo, llegó a comerse al de Vox en lo que respecta a extremismo ideológico tras plantear secar los ríos. "Lo que no puede ser es que tengamos agua en los ríos para que sigan viviendo los peces y se nos muera al lado la cabaña ganadera", afeó Gallardo a la candidata socialista, Ana María Romero. Acto seguido hizo apología del regadío ilegal. "Y encima, si te llevas cubos de agua de un pozo sin autorización, la multa se la lleva el agricultor o el ganadero, y eso le ha ocurrido en mi ámbito", llegó a decir.
El sector agrícola comenzó a ganar peso político en Bruselas el año pasado, y tocó techo a comienzos de 2024 durante las protestas del campo en decenas de ciudades europeas. El sector reclamaba un freno en las políticas ambientales que afectan al sector primario, con el argumento de que hacen más complicado y más caro el trabajo de sus profesionales. El PP abrazó este discurso y los partidos ultras europeos aprovecharon para agitar el avispero y erigirse como los políticos capaces de dinamitar el Pacto Verde desde el interior de las instituciones. Meses después y a solo cinco días de las elecciones europeas, estas posiciones quedaron palpables en un salón de la facultad de Agrónomos de la Universidad Complutense, donde la organización Cooperativas Agroalimentarias convocó este martes a los cuatro candidatos.
El político del PP fue el más agresivo de los aspirantes. Repitió varias veces el bulo de que el agua de los ríos que no se aprovecha "se tira" al mar, cuestionó que se multe a quienes extraen agua de forma ilegal y se jactó de que su partido haya votado en Bruselas contra la Ley de Protección de la Naturaleza y las políticas para reducir el uso de pesticidas, a los que se refirió como "productos de sanidad vegetal", el concepto que usa la industria. Gallardo cargó además contra el Pacto Verde europeo —la hoja de ruta para reducir un 55% las emisiones del bloque en 2030—, que precisamente fue promovido por la presidenta de la Comisión Europeo, Ursula von der Leyen, del Partido Popular Europeo (PPE). "Una cuestión clave es suspender el Pacto Verde europeo, así de claro lo dice el PP, no es el momento", afirmó Gallardo. Al contrario que los otros tres participantes del debate, Gallardo no forma parte de las listas a las elecciones europeas con su partido, sino que continuará en su puesto de portavoz de Agricultura en el Congreso con los populares.
El político conservador pronunció un alegato a favor del incremento del regadío pese a la intensísima sequía que sufrió España el año pasado y que todavía perdura en Andalucía y Cataluña. Y culpó de esta escasez a la falta de trasvases para llevar el agua de zonas de abundancia a lugares con escasez. "Lo que no se puede es que nos encontremos con presas en mi provincia [Cádiz] al 17% y en otras a más del 80%", afirmó, sin concretar por dónde circularían estas tuberías. También dijo que su partido ampliará las hectáreas de regadío en España porque "si hacemos un esfuerzo en eficiencia para ahorrar un 30% del agua, pues ese 30% para el regadío", cuando lo que precisamente se busca con el regadío moderno es reducir el consumo total de agua de la agricultura, que está sobredimensionado. Para cerrar este bloque, atacó también a los caudales ecológicos, unos niveles mínimos de agua que es obligatorio mantener en los grandes ríos para garantizar que se mantiene en ellos un mínimo de biodiversidad en épocas de sequía.
Julia Martínez, directora de la Fundación Nueva Cultura del Agua, explica a infoLibre que la agricultura de regadío consume más del 90% de las demandas de agua en España y que es urgente reducir el riego para adaptarse al cambio climático que viene. Sobre los caudales ecológicos, añade que apenas suponen de media un 10% del caudal natural de los ríos, por lo que no son un problema para la agricultura, y que es absurdo pensar que dejar circular el agua por un río es tirarla al mar, "es el ciclo del agua que estudiamos todos en el colegio". En todo caso, sería "un atentado ambiental" tratar de desviar el agua de los ríos para el campo porque realizan una labor imprescindible de llevar nutrientes al mar, y sin ellos no sobreviviría el sector pesquero.
Entre otros comentarios, Pedro Gallardo también culpó al Pacto Verde de "imponer una dieta a base de proteína vegetal" en lugar de la carne. Y terminó con una defensa de la caza. "Yo tengo un coto de caza y creo en la caza para mantener las poblaciones de fauna cinegética, porque si no las cosechas están en peligro", comentó.
El discurso de Gallardo fue mucho más radical que el de Pedro Narro, el número seis de Vox a las europeas. A diferencia de otros políticos del partido ultra, Vox ha escogido para su portavocía agraria a un perfil técnico, con más de dos décadas de experiencia en Bruselas y con un discurso relativamente moderado. Él mismo reconoció en su intervención este martes que cuando decidió unirse al partido de extrema derecha como asesor en 2019 lo hizo "con miedo y con prejuicios, los mismos miedos y prejuicios que podéis tener los que estáis aquí", en referencia al público del evento.
Al igual que Gallardo, Narro cargó contra las nuevas exigencias ambientales que incorpora la renovada Política Agraria Común (PAC), contra la falta de controles fronterizos a la entrada de alimentos de fuera del bloque, y contra el excesivo papeleo que tienen que hacer frente los agricultores. También prometió al sector cárnico y al de los pesticidas, presentes en la sala, que los protegerá desde su asiento en el Parlamento. No obstante, evitó enfrentamientos directos con los candidatos del PSOE y de Sumar, y prometió "un debate sosegado y calmado" antes de su intervención. Aunque no olvidó en su alegato final repetir el argumentario de su partido: "Vox ha dado la batalla ideológica para defender el tabú de la rentabilidad en las explotaciones y nos hemos enfrentado al fanatismo verde, a una narrativa basada en ideología".
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El representante del PP también compró el discurso de Vox en Castilla y León sobre los supuestos errores de los protocolos para controlar las epidemias en enfermedades animales, que son demasiado estrictos, según su parecer. "Hay que revisar la normativa de sanidad animal. Miles de cabezas de ganado se han matado por ser falsos positivos de enfermedades como la tuberculosis bovina o la enfermedad epizoótica. No puede ser que para controlar la tuberculosis se diezme la cabaña ganadera", afirmó Pedro Gallardo. Y afeó además que en Estados Unidos, a diferencia de en España, ya están a punto de comercializar la primera vacuna contra la hemorragia epizoótica, cuando en realidad esta enfermedad se descubrió en Norteamérica hace setenta años, mientras que en España se detectó el primer caso en 2022.
Desde el lado de la izquierda, la candidata socialista Ana María Romero defendió la PAC renovada y planteó que, tras las elecciones, Europa tendrá que cuestionarse qué modelo agroalimentario quiere en el futuro, "si unos productos de calidad cultivados en el interior de Europa o abrirnos, como defienden algunos países, para introducir estos profundos". Sobre la PAC, lanzó un guiño al sector agrario y dijo que es necesario simplificarla y quizás suavizar algunas de sus metas. "Tenemos que desarrollarla acompasados con el sector, que muchas de las medidas no las ha comprendido. No todo acaba en 2030, hay medidas que se pueden hacer en 2035 y otras en 2050", advirtió la socialista. Por el lado de Sumar, Henar Moreno tuvo el discurso más alineado con la versión agroecológica del Pacto Verde y puso sobre la mesa el papel de la mujer en el campo. "Las mujeres hemos estado en el ámbito agrario toda la vida, pero no hemos tenido los derechos que han tenido otros", destacó.
De los presentes en el debate, probablemente solo el candidato de Vox llegará al Parlamento Europeo, ya que ocupa el puesto seis en las listas de Vox, y las encuestas dan a este partido entre 6 y 7 escaños. Por su parte, Ana María Romero, del PSOE, acude como número 27 de las listas y se espera que los socialistas consigan entre 20 y 21 asientos. En el caso de Henar Moreno, de Sumar, las posibilidades son incluso más remotas, pues ocupa el puesto 24 y se estima que apenas lograrán entre 3 y 4 escaños en la Eurocámara.
Este martes se han visto las caras los portavoces agrícolas de los cuatro principales partidos que se presentan a las elecciones europeas. El sector primario se ha impuesto como el pilar del discurso de los conservadores, hasta tal punto que el portavoz del PP en la mesa redonda, Pedro Gallardo, llegó a comerse al de Vox en lo que respecta a extremismo ideológico tras plantear secar los ríos. "Lo que no puede ser es que tengamos agua en los ríos para que sigan viviendo los peces y se nos muera al lado la cabaña ganadera", afeó Gallardo a la candidata socialista, Ana María Romero. Acto seguido hizo apología del regadío ilegal. "Y encima, si te llevas cubos de agua de un pozo sin autorización, la multa se la lleva el agricultor o el ganadero, y eso le ha ocurrido en mi ámbito", llegó a decir.