LA CRISIS DE LA PRENSA
La junta de accionistas de Prisa destituye a Monzón de la presidencia a propuesta de Amber y con el apoyo de Telefónica
Joseph Oughourlian, el dueño del fondo de inversión Amber Capital, es de momento el nuevo presidente de Prisa, después de que la junta general extraordinaria de accionistas celebrada este viernes votara con un 52% de los asistentes la destitución de Javier Monzón. Amber, que posee el 29,84% del capital, ha contado con el apoyo de Telefónica, que tiene un 9,4%, para descabalgar finalmente al también presidente de Openbank, un objetivo que ya estuvo a punto de conseguir en la penúltima junta del grupo, el pasado mes de junio.
El próximo martes se celebrará un consejo de administración, que ya estaba convocado antes de que se produjera la destitución, según ha podido saber infoLibre, pero de momento se queda en funciones al frente del grupo quien hasta ahora figuraba como vicepresidente, Joseph Oughourlian, explican fuentes de Prisa. No se prevé que el nombramiento de un sustituto sea inmediato. El cese de Monzón lo incluyó en el orden del día el propio dueño de Amber Capital. En principio, la junta tenía previsto aprobar cinco asuntos, de los cuales los dos más importantes eran la venta del negocio de Santillana en España al grupo finlandés Sanoma y la aprobación de la política de remuneraciones de los consejeros para este año y el próximo.
Amber ha justificado la inclusión en el orden del día del cese del presidente por las discrepancias que mantiene con Monzón sobre la estrategia del negocio. “Contamos con activos únicos, grandes marcas y un equipo de altísimo nivel. Amber impulsó la separación de los negocios de medios y de educación de Prisa al considerar que ello permitirá desarrollar estrategias industriales en ambos negocios, así como la consolidación de su liderazgo en España y América Latina atrayendo inversores de primer nivel y creando un proyecto ilusionante. Esta decisión estratégica no debe significar en modo alguno desmembrar el grupo y mucho menos a cualquier comprador y a cualquier precio, sino todo lo contrario. Se trata de apostar por nuestros negocios. Javier Monzón no comparte claramente esta visión estratégica por lo que Amber considera que ha llegado el momento de que no siga al frente del grupo. No podemos seguir confiando en quien pretende ejecutar una estrategia que consideramos contraria a los intereses sociales y de los accionistas”, ha explicado a la junta el fondo, según la intervención leída por el secretario del consejo de administración y que ha reproducido íntegramente el diario El País.
El fondo de inversión también ha indicado que habría preferido que “Monzón se apartara voluntariamente de su cargo y así se lo ha hecho saber, pero ante su reiterada negativa, Amber se ha visto obligada a tomar una decisión tan excepcional como proponer su cese en junta de accionistas”. Fuentes cercanas a Oughourlian han asegurado a infoLibre que su prioridad en las próximas semanas es demostrar que "no hay ningún tipo de intencionalidad política en esta decisión" y que "se buscarán fórmulas de máximo consenso" para la elección de un nuevo presidente del grupo, en referencia a un posible acuerdo con accionistas principales como Santander o HSBC, además de Telefónica.
En una intervención interrumpida por problemas técnicos, Monzón puso su cargo a disposición del consejo. Y respondió negando que se hubiera opuesto a la estrategia de dividir el grupo en las dos áreas de educación y medios. “No es veraz ni responde a los hechos que yo no comparta esa visión estratégica, que he impulsado y que creo haber conseguido que haya sido aceptada por el consejo por unanimidad y por una amplísima mayoría que me consta de nuestros accionistas. Siempre he actuado con el ánimo de buscar el entendimiento de los accionistas y así lo seguiré haciendo en todo momento porque eso es lo que beneficia a la compañía. He evitado siempre la división o fractura entre los accionistas y consejeros, y en un día como hoy he querido seguir actuando igual”.
Los porqués de Telefónica
Según han explicado a Europa Press fuentes del mercado, Telefónica apoyó la propuesta de destitución de Monzón para defender el interés de sus accionistas tras la oferta de compra del empresario asturiano Blas Herrero. Aunque la operadora considera su inversión en Prisa como un activo no estratégico y su participación está puesta a la venta a la espera de que mejore la situación de los mercados y pueda obtener un precio adecuado por ella, Telefónica cree necesario que haya “seriedad y profesionalidad” en la gestión de los activos en los que está presente.
Así, la compañía de telecomunicaciones piensa que la oferta de Herrero puso de relieve una situación que no maximiza el valor de la compañía y en la que parece que “cualquiera puede hacer una oferta, de cualquier manera y a cualquier precio” por Prisa, lo que es un “síntoma muy claro de que hace falta otra gestión y otro liderazgo”. Las mismas fuentes destacan que la intención de Telefónica es seguir con su política actual de no entrar en el consejo de administración de Prisa y no interferir en su gestión, pero precisan que, tras la operación fallida de Blas Herrero, era evidente que hacía falta un cambio de rumbo en el grupo de comunicación.
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Javier Monzón entró como independiente en el consejo de administración de Prisa en noviembre de 2017. Antes había sido presidente de Indra desde su creación en 1993 hasta 2015. En febrero de 2018 fue nombrado vicepresidente de Prisa y desde el 1 de enero de 2019 era presidente del consejo de administración. Fue reelegido en ese cargo el pasado mes de junio con el 62% de los votos de la junta general, pero también con la abstención del principal accionista, Amber Capital. Entonces se firmó una tregua entre el fondo de inversión y el Banco Santander que acaba de romperse a favor del primero. El banco de Ana Patricia Botín sólo posee el 4,1% de las acciones del grupo.
Pero el alto el fuego no significa paz. Hace justo un mes Blas Herrero, el dueño de KissFM, presentaba una oferta de compra no solicitada por los medios de comunicación de Prisa, entre 150 y 200 millones de euros. La operación se iba a ejecutar con una sociedad de responsabilidad limitada en la que le acompañaban “un grupo de inversores”. Entonces se llegó a hablar de que el Santander apoyaba la venta a Herrero, quien había planteado mantener en sus puestos a Javier Monzón y al consejero delegado Manuel Mirat. Sin embargo, el consejo de administración rechazó por unanimidad la oferta del empresario asturiano. Desde entonces la acción de Prisa ha incluso superado el euro en algunos días de diciembre, aunque este viernes cerraba en 90 céntimos.
Quién sustituirá a Monzón en la presidencia es una incógnita que no se despejará de modo inmediato. Los nombres con los que se ha especulado desde varios medios, como el de Javier de Paz, consejero de Telefónica y miembro de la ejecutiva del PSOE en los años 90, o el de José Miguel Contreras, fundador en su día de La Sexta yaccionista de infoLibre, no figuran entre los que se barajan para pilotar Prisa. Fuentes de Telefónica han negado tajantemente a este periódico que De Paz esté “en absoluto” en esa operación mientras Contreras ha desmentido ya en distintas ocasiones (la última este mismo viernes) esas especulaciones.