El futuro de la radiotelevisión pública
Los periodistas de RTVE claman por la recuperación de su independencia
Comienza 2017 con los habituales deseos de cambio y renovación que eviten errores del pasado. En muchos (en demasiados) casos, acrecentados por un 2016 que ha transcurrido con un gobierno en funciones. En la radio y televisión pública estatales se tiene la impresión de que no ha pasado el tiempo pese a que la realidad parlamentaria es muy diferente de la de 2015, que los problemas de hace un año han quedado hibernados, y reaparecen con toda virulencia. Al menos así lo evidencia la representación profesional de sus informadores, que expresan en sus deseos para 2017 "recuperar la senda de la independencia frente a injerencias políticas", o "que dejen de vulnerarse las normas elementales de neutralidad, objetividad, pluralidad". "No queremos ser de nadie; queremos ser de todos", proclaman.
Nuevo año, viejos problemas. El dicho tiene en la radio y televisión pública estatal un ejemplo bien significativo de lo que ha supuesto un 2016 perdido para la resolución de asuntos pendientes. Un dato: el presidente de RTVE lleva trece meses sin comparecer ante el Parlamento. En ese lapso, y según los Consejos de Informativos, no ha hecho sino profundizarse en la subordinación de los medios públicos a los intereses del partido en el Gobierno.
"El último caso que hemos denunciado, el del tratamiento dado al dictamen del Consejo de Estado sobre el accidente del Yak-42, es solo eso, el último caso; la manipulación y la censura impuestas sobre asuntos tan significativos como la inspección de Hacienda a José María Aznar, o la omisión de los audios del anterior ministro del Interior conspirando contra rivales políticos, han provocado repulsa y manifestaciones públicas de los periodistas, pero la dirección ha quedado impune ante la ausencia de control parlamentario".
La falta de control ha permitido a la cúpula de Informativos “proseguir con las contrataciones de personal externo por afinidad ideológica (ahí están los casos de Víctor Arribas o Álvaro Zancajo)”, al tiempo que se situaba en puestos clave de la redacción a representantes de la redacción paralela, llegados el año anterior, o se nombraban editores “por nepotismo”, como en el caso de Pepa Sastre, hermana de la número dos de Informativos, y que carecía de experiencia en televisión. Mientras, periodistas veteranos, y con méritos profesionales incuestionables, son dedicados a tareas menores y poco conflictivas, como en el caso de la sección de Economía, explican fuentes del consejo.
"Nuestro objetivo", aclaran los portavoces de la redacción, "no es la denuncia de la manipulación o la censura, sino que a los ciudadanos les llegue una información plural y no sujeta a conveniencias políticas. Por ello luchamos día a día y noticia a noticia”. Las críticas profesionales internas para que se valore de manera independiente la información, y no se pase de puntillas sobre nada relevante, consiguen que en múltiples ocasiones sean rectificadas decisiones previas “escandalosamente partidistas y progubernamentales. Solo cuando las malas prácticas marcan la emisión, se produce la denuncia pública".
La oposición política, sin voz ni voto
Sin control parlamentario desde noviembre de 2015, los partidos de la oposición se han limitado durante 2016 a críticas puntuales y alguna iniciativa parlamentaria de corto recorrido. La dirección de RTVE, inamovible sin un acuerdo político mayoritario, sigue cómodamente instalada en sus despachos e impune en sus decisiones. Durante los últimos meses, miembros de los Consejos de Informativos se han reunido con responsables de todos los partidos (quedan pendientes de cita el PP y el Grupo Mixto).
"Existe una preocupación unánime sobre la situación actual (afirman los representantes profesionales), a la que tanto PSOE, como Podemos, o Ciudadanos, otorgan gran importancia. Todos coinciden (aunque hay matices diferentes) en que hay que evitar que una mayoría parlamentaria puntual pueda decidir sin un consenso amplio sobre posibles cambios en la dirección”. No obstante, subrayan su impresión de que la oposición “sitúa a RTVE por detrás de otras preocupaciones de carácter más general. Mientras tanto, los actuales responsables se aprovechan de esa falta de control político. Por nuestra parte, nos hemos ofrecido para que la voz de la representación profesional sea oída en la Comisión de Control cuando se ponga en marcha", aseguran.
Deseos para el nuevo año
Los Consejos de Informativos de TVE y RNE han querido expresar, a través de infoLibre, sus deseos para el año que comienza. Lo que sigue son palabras textuales de sus portavoces.
TVE: "El Consejo de Informativos de TVE desea recuperar en 2017 la senda de la independencia frente a injerencias políticas y el predominio de los valores deontológicos y profesionales en el ejercicio del periodismo en la televisión pública. Con urgencia, aunque sean unos reyes magos retrasados, es necesario que los responsables de los informativos de TVE sean relevados mediante el consenso al máximo nivel, porque ha sido en períodos de acuerdo cuando los informativos de TVE han vivido sus mejores momentos profesionales, y es necesario revertir cuanto antes la pendiente de descrédito en la que hemos caído. Y a medio plazo, que ese consenso genere un modelo de radiotelevisión pública independiente y al servicio de la sociedad que no pueda ser revertido por ninguna formación política en el futuro, sea cual sea su mayoría parlamentaria".
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"Y, puestos a pedir, nos gustaría que la profesión periodística en general recupere los valores que la convirtieron en un servicio social fundamental y en un instrumento imprescindible para cuidar de la salud de las democracias".
RNE: "Al 2017 le pedimos la despolitización total y definitiva de RTVE. Tan simple y, por lo visto, tan complejo. A los políticos les pedimos que dejen de vernos como un instrumento de unos o de otros según la legislatura. No queremos ser de nadie. Queremos ser de todos. Queremos una RTVE guiada, exclusivamente, por criterios profesionales. Queremos que dejen de vulnerarse las normas elementales de cualquier medio, pero más del medio público: neutralidad, objetividad, pluralidad... El actual equilibrio parlamentario es la mejor oportunidad que hemos tenido nunca para que todos los partidos, sin excepción, lleguen a un acuerdo por la despolitización definitiva de RTVE. Y percibimos que los partidos son conscientes, que saben que ha llegado el momento, pero también tenemos la sensación de que va más lento de lo que debería. Así que también les pedimos velocidad.
"A los ciudadanos les pedimos que no nos olviden y que nos ayuden, que nosotros vamos a seguir dando la batalla. Que recuerden que RTVE es suya, que la pagan con sus impuestos y que deben exigir que esté a la altura en independencia, en rigor, en calidad. También les pedimos que entiendan que, bien regulada, es la única que podría garantizarles una información veraz. Y esa información veraz es imprescindible en una democracia para que no estén indefensos", concluyen.