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Igualdad

"Disparatado", "cruel", "gravísimo": PSOE y Unidos Podemos cargan contra la lista oficial de enfermedades que incluye la transexualidad

Una bandera arcoíris ondea en una marcha por los derechos de lesbianas, gays, transexuales, bisexuales e intersexuales.

"Ser transexual no es ninguna enfermedad", afirma Dolores Galovart, parlamentaria socialista en el Congreso. "No es un trastorno, sino una expresión de la diversidad humana", señala Mar García Puig, diputada de En Común Podem. Tanto el PSOE como el grupo confederal Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea comparten posición en este punto: urge una completa "despatologización" de la transexualidad en España, que se refleje en todos los ámbitos, especialmente en el sanitario. Ambos grupos cargaron este lunes con dureza contra el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, y por extensión contra el PP, por mantener la transexualidad en un listado oficial de enfermedades, información publicada por infoLibre. Tanto Galovart como García Puig coinciden en la necesidad de introducir reformas legales para borrar de la atención sanitaria cualquier consideración de la transexualidad como una patología, un trastorno o un síndrome.

Sanidad incluye transexualidad en un listado de 71 "patologías y procedimientos diagnósticos y terapéuticos" para los que es necesario designar un Centro, Servicio o Unidad de Referencia (CSUR). La atención a la transexualidad comparte clasificación con el "transplante cardiopulmonar", la "cirugía reparadora compleja de válvula mitral" o la "atención al lesionado medular complejo". Entre los criterios para "diagnosticar" la transexualidad se establece "la necesidad de descartar que se trate de un síntoma de otro trastorno mental, como esquizofrenia [...]".

"Es un disparate. Continuamos con la LGTBIfobia. Ser transexual no es ninguna enfermedad. Defendemos el derecho de las personas a la diversidad sexual", afirma Dolores Galovart. La diputada socialista apunta directamente al PP, que "tendrá que reciclarse y no volver a hacer sufrir a tantas personas trans". "Me parece realmente una crueldad establecer que la transexualidad es una enfermedad en un catálogo", añade.

"Lo vemos gravísimo. Va contra toda la normativa internacional. Y choca con las leyes más avanzadas, como las de Andalucía y Cataluña. La transexualidad no es un trastorno, sino una expresión de la diversidad humana, y debe ser tratada como tal", señala Mar García Puig, quien señala que plataformas como Stop Trans Pathologization llevan años luchando por eliminar la consideración de la transexualidad como enfermedad, un asunto prioritario entre las reivindicaciones de los colectivos que defienden la igualdad de derechos de las personas LGTBI.

Sin expresar directamente una posición sobre el listado de Sanidad, Ciudadanos sí se mostró "de acuerdo en la despatologización de la transexualidad". "Nos parece una anomalía que se mantenga en pleno siglo XXI", señalaron fuentes autorizadas del partido naranja. Este medio también solicitó su posición al PP, que no la ofreció.

Discriminación histórica

Los transexuales han sido históricamente tratados como enfermos mentales, cuando no como maleantes. El franquismo se ensañó especialmente con ellos. Los obstáculos sociales y laborales han empujado frecuentemente a las personas transexuales a la marginalidad y la prostitución. Actualmente el debate sobre el reconocimiento de sus derechos está abierto. Diversas comunidades autónomas están consagrando sus derechos en normas específicas sobre transexualidad o con apartados dentro de leyes LGTBI.

El tratamiento a los transexuales en el ámbito sanitario es uno de los elementos clave. Las normas autonómicas más avanzadas desligan la atención sanitaria a estas personas –por ejemplo, el tratamiento hormonal– de la necesidad de presentar certificados de salud mental. Los criterios para definir la transexualidad establecidos por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, integrado por el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas, caminan en dirección totalmente contraria.

Modificación de los trámites para cambiar el nombre

Tanto PSOE como Unidos Podemos persiguen la completa "despatologización" de la transexualidad. También ambos grupos están de acuerdo en la necesidad de acabar con las limitaciones al cambio de nombre de los transexuales que establece la ley del registro civil de 2007, que permite modificar la inscripción relativa al sexo y con ello el nombre en la documentación sin necesidad de cirugía, pero limita el procedimiento a mayores de edad con diagnóstico de "disforia de género" y dos años de tratamiento médico. Este mismo martes comenzará a debatirse en el Congreso la ley de Unidos Podemos sobre derechos de las personas LGTBI, que expresamente recoge la "despatologización" de la transexualidad. "La atención sanitaria a las personas transexuales y transgénero debe realizarse desde la despatologización", señala el texto.

La norma de Unidos Podemos suprime las limitaciones al cambio en el registro que establece la ley de 2007. No obstante, el PSOE defenderá en el Congreso que la mejor vía para superar estas limitaciones es la ley de modificación de las condiciones para el cambio registral que los socialistas llevaron en febrero al Congreso. El grupo socialista considera que su norma recoge las modificaciones necesarias de forma "más explícita" y que tendría "un trámite parlamentario más rápido", en palabras de Dolores Galovart. Está por ver si este punto se convierte en materia de fricción entre el PSOE y Unidos Podemos. Al margen de la ley del PSOE sobre el cambio registral, y de la ley de Unidos Podemos sobre los derechos de las personas LGTBI, está previsto que este mismo año se registre una ley elaborada por los colectivos trans específicamente centrada en los derechos de las personas transexuales.

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Un "plus de sensibilidad"

La senadora de En Marea Vanessa Angustia cree que el PP es un freno para el reconocimiento de derechos de los transexuales. "Yo he participado en la elaboración de la ley de transexualidad de Galicia, que el PP acaba de tumbar. Tienen un problema con este tema, que es un tema serio. Hablamos de negación de derechos fundamentales", afirma. A juicio de Angustia, episodios como el mantenimiento de la transexualidad en un listado oficial de enfermedades revela una "ideología profunda" que "afecta a la gestión de los servicios públicos".

"En el ámbito sanitario es imprescindible un plus de sensibilidad. En todos los servicios [donde se atiende a personas transexuales] se acumulan las denuncias. Pero lo sanitario no es el único problema. Hay que ver el tema educativo, la lucha contra la transfobia... Queremos que la ley trans aborde el tema de forma integral y exhaustiva, porque hay un problema de discriminación brutal. Pero el PP no quiere verlo ni discutirlo", señala la senadora de En Marea.

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