Crisis del coronavirus
Vox abre un debate trampa sobre el derecho a manifestarse para que las caceroladas contra Sánchez se impongan a los aplausos a los sanitarios
En las calles, banderas de España, cacerolas, gritos de "Sánchez, dimisión" o "libertad" y hasta palos de golf. Desde las ventanas y balcones, el himno de España. Escasa distancia social y no todo el mundo con mascarilla. Este miércoles fue el cuarto día consecutivo en el que se producían protestas contra la gestión del Gobierno en la crisis sanitaria del covid-19. Para este jueves estaban convocadas nuevas concentraciones. La del miércoles fue, además, la jornada en la que se produjo una mayor afluencia de personas. Casi todas salieron a las calles en el madrileño barrio de Salamanca, uno de los más adinerados de la ciudad, en especial en la de Núñez de Balboa. Lo hicieron en una de las comunidades autónomas que todavía se encuentran en la llamada fase 0 de la desescalada y dentro del estado de alarma decretado hace ya dos meses por el Ejecutivo. Trece ciudadanos fueron identificados para propuesta de sanción por saltarse la obligación de mantener un distanciamiento social durante la protesta.
Salieron a las 21.00 horas, dentro de la franja horaria que permite salir a pasear o a hacer deporte a las personas que tienen entre 14 y 70 años y justo después del ya tradicional aplauso al personal sanitarioaplauso que, durante semanas, ha parecido unir a ciudadanos de todas las ideologías. Y lo hicieron también, según recalcan en las redes sociales los distintos perfiles de apoyo a estas protestas, de manera "espontánea". Pero ni el uso del término es casual ni completamente acertado. Las redes sociales llevan ya días calentando el terreno. Y cuentas de partidos políticos como Vox han mostrado su apoyo a esta "legítima" muestra de "indignación", intentando centrar el debate en el derecho de manifestación dentro del actual estado de alarma. Hasta la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, pareció alentar este jueves en la Asamblea regional este tipo de manifestaciones: "Esperen a que la gente salga a la calle, lo de Núñez de Balboa les va a parecer una broma”.
Vecinos del madrileño barrio de Salamanca participan en una protesta contra el Gobierno por su gestión en la crisis del coronavirus, este miércoles en Madrid. | EFE
Comenzaron a salir a las calles el pasado domingo, pero fue este miércoles cuando más personas, cacerola y bandera de España en mano, cruzaron la puerta de su casa para salir a protestar contra el Gobierno. Sin guardar la tan necesaria —según los expertos— distancia social, la calle Núñez de Balboa se convirtió en epicentro de las concentraciones. Los lugares de las protestas no fueron casuales. Si se revisan los datos que arrojaron las urnas de sus colegios electorales el pasado 10 de noviembre, se puede observar que en todas esas zonas el partido más votado fue el PP. En el barrio de Salamanca, los conservadores obtuvieron más del 40% de los votos y Vox el 20%; en Ciudad Lineal, el PP obtuvo el 30% y Vox el 18%; y en Moncloa-Aravaca, el 35% y el 18%, respectivamente. A su vez, se trata de algunas de las zonas de Madrid con mayor renta per cápita de toda la ciudad. En barrios más humildes, casi todos situados al sur de la ciudad, la fotografía a las 21:00 horas de la noche era otra bien distinta.
Las redes sociales, por su parte, se inundaron rápidamente de vídeos y fotografías de las protestas, casi todas ellas acompañadas de etiquetas como #VeteYaSanchez, #GobiernoDimision o #Cacerolada21h. Muchos de los mensajes eran anónimos, pero otros, sin embargo, pertenecían a perfiles políticos. La cuenta oficial de Vox publicó este mismo miércoles que "miles de españoles están saliendo a la calle espontáneamente para mostrar su legítima indignación". "Animamos, a quien decida hacerlo, a ser rigurosos en el cumplimento de los protocolos sanitarios", añadieron. Sin embargo, este jueves, en plena polémica por las imágenes en las que no se guardaban las recomendadas y repetidas medidas de seguridad, los de extrema derecha quisieron desvincularse de las concentraciones. Pero no dejaron de apoyarlas. Así, el portavoz de la formación en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, defendió que "si la gente quiere salir a su balcón o a la calle tranquila y pacíficamente tiene su derecho". La indignación de la que habla su partido, dijo "es un sentimiento común que está atravesando España de cabo a rabo".
Los mensajes de Vox apoyando las concentraciones, sin embargo, no se produjeron este miércoles por primera vez. El lunes día 11, el perfil oficial del partido también publicó un vídeo en el que se veía la concentración "espontánea" que había tenido lugar ese mismo día, también a las 21:00 y tras el aplauso diario a los sanitarios, en la calle Núñez de Balboa de Madrid.
Desde entonces, los llamamientos a acudir "todas las noches" a las concentraciones de protesta contra Sánchez se multiplicaron.
La utilización del término "espontáneo"
Si hay una convocatoria clara a través de las redes sociales, ¿podría continuar afirmándose que las manifestaciones se producen de manera "espontánea"? Joaquín Urías, profesor de Derecho Constitucional en la Universidad de Sevilla y exletrado del Tribunal Constitucional, opina que no. De hecho, asegura en conversación telefónica con infoLibre que la utilización del término no es casual. "Emplean esa palabra porque la Ley de Seguridad Ciudadana —más conocida como ley mordaza, aprobada por el PP— permite castigar a quien organiza una manifestación y no lo comunica. Para evitarlo dicen que es espontáneo, pero es difícil que lo sea", asegura.
Según Urías, las concentraciones producidas este miércoles en Madrid, "constitucionalmente hablando, son un ejercicio del derecho a manifestación". "Lo que sucede es que la propia Constitución supedita el ejercicio de ese derecho a comunicarlo previamente a las autoridades", añade. Así lo dice, recuerda, el artículo 21 de la Carta Magna: "En los casos de reuniones en lugares de tránsito público y manifestaciones se dará comunicación previa a la autoridad, que sólo podrá prohibirlas cuando existan razones fundadas de alteración del orden público, con peligro para personas o bienes".
Estas concentraciones, en cambio, no fueron notificadas, por lo que Urías considera que se trata por tanto de una manifestación "ilegítima". Aunque eso no significa, añade, que hubiera tenido que ser disuelta. "Eso solo se hace si la policía considera que suponen un peligro", explica. Y podría haberlo supuesto, valora, si se tiene en cuenta el contexto de estado de alarma en el que se produjo. "Yo creo que la cercanía entre personas en una manifestación en una ciudad en fase 0 hubiera permitido que la policía la disolviera sin que se vulnerara ningún derecho", opina.
En cualquier caso, tal y como continúa Urías, el hecho de que no fuera notificada podría acarrear multas a los organizadores y promotores. Según el artículo 37.1 de la Ley de Seguridad Ciudadana, no hacerlo se considera "falta leve", por lo que la multa podría ir de 100 a 600 euros.
La Delegación de Gobierno en Madrid anunció este jueves por la mañana que desplegaría un dispositivo en la calle Núñez de Balboa. "Una cosa son las caceroladas que todo el mundo tiene derecho a manifestarse como quiera, pero otra cosa es incumplir las medidas del estado de alarma. Nosotros, a través de la Policía, tratamos de que se cumpla la ley para mantener la distancia y que no se produzcan aglomeraciones", aseguró el delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Franco, en una intervención en la Cadena Ser.
El alcalde de Madrid, el conservador José Luis Martínez-Almeida, afirmó este jueves que las concentraciones "no son responsables" ya que "se están vulnerando las restricciones". Por ello, añadió, "las Fuerzas de Seguridad tendrán que actuar". "Las protestas organizadas contra el Gobierno son una manifestación del derecho a la protesta", pero en este momento "han de ser compatibles con las restricciones que entran en vigor", añadió. La presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, avisó por su parte al Ejecutivo central que, dada su gestión en la crisis del coronavirus, cuando se pueda salir a la calle las concentraciones que se produjeron en Madrid, en comparación a lo que se va a producir, van a parecer "una broma".
El antecedente del Primero de Mayo y las convocatorias de Vox para el día 23
El debate de la muestra "legítima" de "indignación" que señala Vox ahora, en cambio, no es nuevo. De hecho, tiene un antecedente muy cercano en el tiempo. De cara al pasado Primero de Mayo, Día Internacional de los Trabajadores, algunas organizaciones como el Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) o la Central Unitaria de Traballadores (CUT) convocaron manifestaciones en forma de caravanas de coches. Sin embargo, las subdelegaciones del Gobierno las impidieron. El argumento de la de Pontevedra, por ejemplo, fue que "el Real Decreto […] por el que se declara el estado de alarma […] no contempla, entre las actividades excepcionadas de la limitación general para circular, los desplazamientos con el fin" de participar en una protesta.
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"Si esas manifestaciones tampoco se hubieran comunicado a las autoridades y la gente hubiera salido directamente, no las habrían podido prohibir", señala Urías. Y eso es lo que, dice, ha ocurrido en esta ocasión.
Ahora, precisamente, es Vox quien ha solicitado la celebración de manifestaciones en forma de caravanas de vehículos en todas las capitales de provincia el próximo 23 de mayo. Según aseguró el propio líder del partido, Santiago Abascal, durante el último debate de prórroga del estado de alarma en el Congreso de los Diputados, su objetivo es colapsar con coches el centro de todas las ciudades españolas. "Confiamos en que el Gobierno recuerde que existe una Constitución que consagra el derecho a la manifestación y a la reunión y que estos no pueden ser vulnerados a través del estado de alarma", dijo el portavoz de la formación Jorge Buxadé. Añadió que, en caso de que las manifestaciones no sean autorizadas, será "la prueba indiscutible" de que el Ejecutivo utiliza el estado de alarma de forma "abusiva, desproporcionada e ilegal" para ejercer un estado de excepción "encubierto".
Los de extrema derecha no han adelantado el recorrido que prevé para esas protestas ni su lema, pero ha garantizado que se convocarán cumpliendo con todas las medidas de seguridad y garantías sanitarias necesarias para proteger a los ciudadanos del coronavirus. Los organizadores de las protestas del Primero de Mayo aseguraron que sus concentraciones también se producirían así, pero ninguna fue permitida.