El blog del Foro Milicia y Democracia quiere ser un blog colectivo donde se planteen los temas de seguridad y defensa desde distintas perspectivas y abrirlos así a la participación y debate de los lectores. Está coordinado por Miguel López.
Adiós, Jimmy, adiós, amigo de la UMD
José Luis Díaz Gimbernat ha fallecido en Barcelona a los 85 años de edad. Cuando se escribe sobre un amigo que se ha ido, se suele poner sobre el papel una biografía más o menos entrañable. Otros lo harán así y lo agradezco.
Yo, sin embargo, solo puedo escribir desde el cariño y el recuerdo, como he tenido que hacer otras veces en casos similares. Desde el cariño, por descontado. Tuvimos ambos muchas ocasiones para demostrarlo.
Conocí a Jimmy, como le llamábamos cariñosamente los compañeros, estando ya ambos en la Unión Militar Democrática (UMD), aquella organización militar clandestina antifranquista, con la que ofrecimos nuestra contribución a la recuperación de la democracia en nuestra patria. Él fue de los de primera hora. Para ir de Murcia a Barcelona utilizó el coche y viajó con un compañero que, al conectar ambos en determinadas cuestiones, le habló de la UMD a la que Gimbernat no dudó en apuntarse, por coincidir con sus convicciones democráticas. Entonces capitán del Arma de Ingenieros y destinado en Barcelona, inició una intensa actividad. En el curso de Estado Mayor en Madrid siguió con sus actividades y llegó a enfrentarse a un oficial que se manifestaba en contra de la ley de amnistía que, en aquel otoño de 1977, se debatía en el Congreso.
Jimmy no era de los que hablaban en voz baja, cuando la ocasión pedía contundencia, en la defensa de unos principios sólidamente asumidos.
En cierta ocasión, recuerdo cómo, recién expulsado del Ejército quien esto escribe, entré en el edificio de Capitanía de Barcelona. Nunca había tenido problemas en las unidades de la capital catalana. Otra cosa era Madrid. Sin embargo, ese día, en la barra del bar, tuve que escuchar los exabruptos de un capitán de la promoción siguiente a la mía, al que tenía como amigo, que pedía a voces que me echaran a la calle. Nos quedamos mirándonos a la cara, pero allí estaba Jimmy, que se encaró con aquel compañero —de cuyo nombre sí me acuerdo, pero no me da la gana pronunciar— y zanjó la situación con energía y autoridad. Seguimos ambos con la copa en la mano.
Es solamente una anécdota, pero se podrían contar muchas más. Por su carácter a la vez riguroso y afable, siempre medió cuando surgía un conflicto, acudió a casi todas las asambleas como delegado y fue miembro del Comité Ejecutivo Nacional de la UMD.
Cómo a tantos otros militares demócratas, sus convicciones profundas y su amor a la libertad condicionaron su carrera militar. Camino del generalato, hubo quien se ocupó de que no llegara.
Reitero que estas líneas, con la urgencia del dolor sobrevenido, están escritas, como he dicho, exclusivamente desde el cariño más sincero a un hombre excepcional.
Adiós, Jimmy, adiós, amigo.
* Fernando Reinlein. Condenado por haber pertenecido a la UMD. Militar (Ret.) y periodista.