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Sobre la 'ley mordaza': pongamos que no eres tú
Pongamos que tienes 17 años. Pongamos que recorres África a pie (o solo Marruecos. "Solo"), como puedes, en un viaje de un par de años, sufriendo todo tipo de penalidades, extorsiones, violaciones de tus derechos humanos más básicos. Pongamos, además, que tu familia te dio todos sus ahorros para que llegases a Europa y consiguieses ese El Dorado en el que podrás mandarles dinero y que todos, muchas personas que son tu sangre, lleven una vida mejor.
Pongamos que el último paso es saltar una valla en la que te esperan policías, que qué más te da que sean españoles o marroquíes, que te van a repeler (la experiencia, el boca a boca, te dice que a palos) y que te van a devolver a Marruecos, donde te dejarán tirado en tierra de nadie, sin nada, a expensas de que, oh sorpresa, se violen más (y, según te han dicho ya, violentamente) tus derechos humanos más básicos. Aunque seas un ser humano. Aunque seas menor, que se supone que estás protegido. Pero da igual. Te han devuelto en caliente. Nadie ha detectado que eres un niño. Y a todo el mundo le da igual.
El partido que gobierna, y que devolvía y devuelve en caliente antes y después de la 'ley mordaza', sabes que no va a cambiarlo. Que va a seguirte viendo como un ente sin derechos
Por haber aprobado primero de empatía me pongo en la piel de un niño, un hombre, una mujer que lo intenta y se le premia con el mecanismo de la devolución en caliente, en el que ya no es que no seas un ser humano, es que no te mereces ni que te protejan si no eres visiblemente menor de edad, o discapacitado, o estés embarazada. Me pongo en la piel de esas personas. Y me las imagino leyendo las noticias de España en las que ya te dicen que están tocando no sé qué ley pero que a ti te van a seguir devolviendo en caliente, que es algo que ya hacían antes de que hubiera una cobertura legal para hacerlo (la que facilitó la ley mordaza, con lo que tus esperanzas son las justas. Porque el partido que gobierna, y que devolvía y devuelve en caliente antes y después de la ley mordaza, sabes que no va a cambiarlo. Que va a seguirte viendo como un ente sin derechos. Y que a la última ha buscado dilatarlo para inventarse una nueva excusa para no hacerlo ya, que es lo que hace siempre. Como si no hubiera tenido tiempo en cuatro años. Y como si no lo tuviera tan fácil como dejar de comportarse como un perro rabioso en la frontera. Pero no lo hacen. Porque no quieren.
Y ahora me pongo en el lugar de esas personas, los últimos entre los últimos, pensando en los otros "gravísimos" problemas que sí que van a solucionar con la derogación parcial de la ley mordaza. Y pienso que qué problemas tan tremendos tienen esos blancos ricos que me dicen que sigamos negociando con el PSOE, como si mi vida fuera una divisa con la que blanquear (vaya, "blanquear") su actividad política de abuso sobre mí. Solo sobre mí.
Y me imagino ser ese chaval y pienso que que le den por el culo a este intento de hacer pasar por progresistas a quienes utilizan los "terribles" problemas de los blancos para blanquear que a mí me tienen jodido, porque no les importo. Y me imagino que, si lo entendieran bien, dirían que qué bien que se haya paralizado esta farsa y que si hay que reformar cualquier ley, que empiece y no acabe con los que más la sufren.
Y, la verdad, así lo pienso yo también.
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