En el inicio de un pormenorizado examen de los “delitos de cuello blanco”, se cita un fundamentado informe con motivo de la quiebra de Lehman Brothers en 2008, en el que se afirma: “El capitalismo moderno ha emulado este sistema de castas”, refiriéndose a los brahmanes indios. Castas que hoy, en España, sin exceso alguno, es un calificativo aplicable también a dirigentes políticos del PP y del PSOE.
Estamos ante un doble reto:
La desigualdad social existente, consecuencia de las políticas de austeridad dictadas desde las instituciones comunitarias y aplicadas dócilmente por los gobiernos del PSOE y del PP
y
el secuestro de la honradez democrática en el Estado español.
La situación actual tiene varios puntos de partida:
La Unión Europea, desde hace mucho tiempo, ha renunciado a reconocer y defender derechos humanos para convertirse en una plataforma del capital que controla los mercados y los gobiernos de los Estados.
Ya nadie puede creerse que sus principios constitutivos presidan las políticas comunitarias.
Basta con recordar el abandono y la traición de principios como “derechos humanos de minorías”, “economía social de mercado”, transformada luego en una “economía de mercado abierta y de libre competencia”, “pleno empleo y progreso social”, el “combate de la exclusión social”, la “erradicación de la pobreza”, la “igualdad de los ciudadanos” y así sucesivamente.
Son necesarios profundos cambios normativos para que la UE deje de ser la máxima expresión del poder del “fundamentalismo del mercado” a través de sus políticas económicas neoliberales que generan desigualdad social y económica y pobreza, con especial incidencia en la infancia.
Esas políticas han conducido a que los Gobiernos de España, conservadores y socialistas, hayan renunciado y traicionado el mandato constitucional de “remover los obstáculos”(Art. 9.2) para garantizar una “igualdad efectiva”.
1. El desafío de los ricos
En 2013, los 30 consejeros mejor retribuidos de las empresas españolas, cobraron anualmente una media de 4,25 millones de euros (CNMV). Un par de ellos, Botín y Alierta, pasaron impunemente por el banquillo de los acusados.
Solamente en las empresas del Ibex 35, 881 consejeros y directivos se beneficiaron de planes de pensiones –o “paracaídas dorados”, según la terminología anglosajona– que alcanzaban elevadísimas sumas.
Las empresas con mayor número de consejeros y directivos beneficiados con contratos blindados son:
Repsol: 296.
Grifols: 94.
BBVA: 90.
Los que se conocen con contratos más elevados son:
- ACS: Florentino Pérez goza de un blindaje por valor de 13,6 millones de euros
Y entre los consejeros y directivos ya cesados, son de destacar los siguientes:
- Telefónica: el ex consejero delegado Julio Linares percibió 24,7 millones de euros;
- Ferrovial: el ex consejero Joaquín Ayuso cobró 8,1 millones de euros;
- FCC: el ex consejero Baldomero Falcones percibió 7,5 millones de euros;
- Indra: el ex consejero Regino Moranchet cobró 9,1 millones de euros.
Pero, hay más, los consejeros y directivos mejor retribuidos de las empresas del Ibex 35 cobraron, de media, 75,5 veces más que los empleados de sus respectivas empresas. De ellos, 87 cobraron anualmente más de un millón de euros (entre sueldos y planes de pensiones).
Estas son algunas de las empresas donde la desigualdad salarial es más escandalosa:
- Inditex: los consejeros y directivos cobran 366 veces más que el gasto medio por empleado.
En las empresas que se citan a continuación, la distancia entre el sueldo de consejeros y directivos y el de los empleados es la que se cita:
- FCC: 299.
- Ferrovial: 151.
- Telefónica: 123.
- Banco Santander: 117.
- ACS: 116.
- Acciona: 105.
- BBVA: 104.
- Indra: 100.
Esta es nuestra economía de mercado, que cada vez puede calificarse menos de social. Es un régimen que incrementa fuertemente la desigualdad, además de que los ciudadanos, trabajen o no, son privados de derechos laborales y prestaciones sociales básicas para tener una vida no ya digna, sino sencillamente acorde con la dignidad humana.
Es, sencillamente, ofensivo y cruel con la mayoría de los ciudadanos.
Algunos pueden entender que, afortunadamente, los viejos tiempos del capitalismo industrial ya pasaron. Pues no lo parece. Por ello, recobran actualidad, con algunas salvedades, las palabras de Engels: “La división de la sociedad en una reducida clase fabulosamente rica y una enorme clase de asalariados que no poseen nada, hace que esta sociedad se asfixie en su propia abundancia, mientras que la gran mayoría de sus individuos no están apenas garantizados, o no lo están en absoluto contra la más extrema penuria”.. Aquella brutal realidad vuelve a estar presente a consecuencia de los políticas económicas y sociales neoliberales, que extienden a amplias capas sociales lo que a mediados del XIX afectaba principalmente a la llamada clase obrera.
Mientras, los gobiernos del PSOE y del PP, impusieron, con apoyos de CiU y PNV, reformas legales que han reducido a una gran parte de la sociedad a la penuria, una reforma laboral que es un continuado golpe de estado constitucional, paro, ausencia de prestaciones sociales, privación de asistencia sanitaria, ausencia de suficientes recursos educativos, etc.
Por ello, es natural que la tercera fortuna del mundo, Warren Buffet, diga: “Hay una guerra de clases, pero es mi clase, la de los ricos, la que está haciendo la guerra y la estamos ganando”.
Pues no, no la ganarán porque aquí están los trabajadores, los parados, el pueblo para impedirlo y hacerles retroceder.
Para exigir e imponer un orden más justo.
Donde la riqueza no este tan concentrada y se reduzca drásticamente la pobreza.
Ello exige una dirección política en nuestro país que no esté asociada a los intereses de los poderosos –como lo acreditan las puertas giratorias, ejemplo de ello, ¿qué hace Borrell en Abengoa?–, que no gobierne a través de sistemas de corrupción y que sea controlable directamente por el pueblo soberano, porque se han olvidado de que solo el pueblo es soberano.
Los gobernantes, si no sirven al pueblo, son una casta que debe ser desplazada y, cuando proceda penalmente, perseguida y condenada.
2. La complicidad de los corruptos
Datos, siempre provisionales, dado el constante aumento de la corrupción:
1.661 procesos por corrupción.
Más de 500 imputados (de ellos 100 banqueros).
Solo unos 15 en prisión (es justo decirlo, la mayoría en Baleares).
Situación injusta e insostenible.
¿Por qué no dimiten los responsables públicos imputados por corrupción, como Magdalena Álvarez en el Banco Europeo de Inversiones,por el fraude de los ERE?
¿Por qué no dimiten los altos cargos y ministros del Gobierno del PP, cuando ya se ha acreditado la relación de algunos de ellos con la caja B de la trama Gürtel?
Aquí estamos para denunciarlo y expulsarlos de la política que, de ser una actividad digna si se ejerce honradamente y al servicio de los intereses públicos, se transforma en un modo de vida que transgrede los principios éticos y se convierte en un modo inmundo de ejercer la política que repele a la conciencia ciudadana.
En cuanto a los cargos públicos electivos o de designación política, basta ya de profesionalización de la política. Como exige la Convención de NNUU contra la corrupción, debe establecerse la ”rotación” temporal en los cargos electivos; y, desde luego, techos salariales,con plena transparencia de sus retribuciones y accesibilidad inmediata a dichos datos por los ciudadanos.
En cuanto a los partidos políticos, dos exigencias fundamentales:
- Que la Ley de Partidos se adapte a la Convención de NNUU contra la corrupción. Es decir, que exija a sus miembros que obren con “integridad, honestidad y responsabilidad” para que pueda “ejercer sus funciones de manera eficaz y sin ninguna influencia indebida”.
- En cuanto a la financiación privada de los partidos, suprimir la de los préstamos o créditos por las entidades financieras, en cuanto generan un grado de endeudamiento con la banca y la consiguiente dependencia fáctica de ella, lo que es incompatible con el ejercicio imparcial de sus funciones constitucionales.
3. Las debilidades de la Unión Europea
3.1. La prohibición de “restricciones a los movimientos de capitales entre Estados miembros y entre Estados miembros y terceros países”. Principio que abre la puerta a la plena libertad de movimientos de capitales, especialmente, en los mercados financieros y, a partir de ahí, el flujo permitido y amparado por la UE hacia paraísos fiscales como cauce del fraude fiscal nacional e internacional y la ocultación y blanqueo de capitales producto de negocios delictivos, particularmente la corrupción.
3.2. Una desarmonizacion fiscal que determina que la carga fiscal se traslade de las empresas a los trabajadores, incrementándose la desigualdad económica y social y la pobreza.
3.3. Las empresas están autorizadas a deslocalizar los capitales, actuando libremente en un mercado único, lo que favorece especialmente a la banca que puede operar en cualquier lugar de la UE, con productos financieros complejos, que favorecen el fraude a ahorradores e inversores.
3.4. ¿Cuándo se hará aplicación de la previsión del Art. 17 de la Carta de los Derechos Fundamentales que contempla la privación de la “propiedad privada” por razones de “utilidad pública”¿.Ya ha llegado el momento.
Mientras, el Banco Central Europeo, centro de las políticas económicas y monetarias, es”independiente”, es decir, no puede ser controlado por los ciudadanos europeos. El círculo de la impunidad está muy bien cerrado.
Por todo ello, Podemos está dando una gran batalla democrática y contribuiremos a derribar los muros que la alianza de los políticos corruptos y los ricos han construido para impedir la plena soberanía de nuestros pueblos.
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Carlos Jiménez Villarejo, eurodiputado de Podemos y exfiscal Anticorrupción
* El título de este artículo, Culpables, millonarios e impunes, es el de un capítulo de la obra de Laura Zúñiga Rodríguez Poder y delito: escándalos financieros y políticos. Salamanca: Editorial Ratio Legis, 2012.
En el inicio de un pormenorizado examen de los “delitos de cuello blanco”, se cita un fundamentado informe con motivo de la quiebra de Lehman Brothers en 2008, en el que se afirma: “El capitalismo moderno ha emulado este sistema de castas”, refiriéndose a los brahmanes indios. Castas que hoy, en España, sin exceso alguno, es un calificativo aplicable también a dirigentes políticos del PP y del PSOE.