GASTO EN SEGURIDAD
El Gobierno negocia en la UE englobar en defensa gastos como ciberseguridad o lucha contra el cambio climático

Detrás de los grandes titulares, los países europeos se mueven entre bambalinas para concretar el gran plan de rearme lanzado por la Comisión Europea y con la presión de la OTAN a la vez para incrementar el gasto en defensa. El compromiso de La Moncloa es total para llegar al 2% exigido antes de 2029, pero todavía se intercambian fichas para concretar esa subida y los plazos.
Actualmente, España tiene un gasto en defensa oficial del 1,28% del PIB, según la OTAN, correspondiente a 2023. Aún no se ha hecho público el dato del año pasado. El jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, no concretó el pasado jueves, tras sus reuniones con los grupos, cómo se va a efectuar el incremento prometido y dejó abierto todavía un plazo de negociación hasta la cumbre de la OTAN de La Haya (Países Bajos) en junio.
“Paso a paso”, es la señal que emiten en el Palacio de La Moncloa sobre esta concreción. Los líderes europeos se verán de nuevo las caras este jueves y este viernes en una nueva reunión del Consejo tras la cita extraordinaria que desembocó en el plan de rearme. Además, el miércoles se hará público el decisivo Libro Blanco sobre Defensa elaborado por la Comisión Europea, con la idea de que los socios puedan hacer compras en bloque de material militar.
Este domingo, Pedro Sánchez, defendió dar "pasos decididos" para aumentar la seguridad en el continente, ayudar a Ucrania y "poder disuadir a Rusia".Sánchez, clausuró el 15 Congreso del PSOE de Cantabria, dijo que los países bálticos y nórdicos "necesitan de nuestra solidaridad y reclaman que entre todos aumentemos nuestra capacidad de seguridad para poder disuadir a Rusia". Eso, subrayó, no significa que España vaya hacer ninguna renuncia, sino que, al contrario, “aumentará el presupuesto en seguridad, en defensa y también en el Estado de bienestar”.
Un concepto amplio de defensa
España envió ya su non paper con las propuestas para ese Libro Blanco. El Gobierno español apuesta por tratar la defensa como un bien público europeo y remarca la visión de que ningún estado miembro de la UE puede garantizar su seguridad solo. Una de las principales propuestas del país es que haya una “visión 360 grados” sobre la seguridad, entendiendo como algo obsoleto el antiguo concepto de defensa y armas.
Aquí es donde está incidiendo la diplomacia española durante estos días ante sus socios europeos y en la OTAN con la vista puesta en el incremento en la inversión. Fuentes del Gobierno subrayan que para España es vital que se integren en ese cómputo temas como la ciberseguridad, la lucha contra el cambio climático y las catástrofes y el refuerzo crítico de infraestructuras de transportes y energéticas. Además, hay cuestiones con las que España puede sumar como el propio gasto de la Guardia Civil o la función de Salvamento Marítimo.
España planea esa hoja de ruta por convicción y, además, serviría para un incremento del gasto no sólo basado en la compra de armas en un país que siempre se ha considerado antibelicista y en el que se ha rehuido el debate sobre la defensa. Por el momento, en el Ejecutivo tampoco se concreta cómo se aprobarán esas partidas, aunque, según apuntó Pedro Sánchez a los partidos, la vía preferida es el fondo de contingencia y no la vía de las Cortes.
En Europa ahora se está debatiendo sobre las propias vías de financiación de ese incremento en defensa. La Comisión Europea ha puesto sobre la mesa la relajación de las reglas fiscales para que no computen como déficit esas subidas. Una de las propuestas que con más ahínco está defendiendo España es que el plan de 150.000 millones que prevé lanzar la UE no sólo sea vía préstamos, sino que se materialice también en transferencias directas. Pero el Ejecutivo no lo hace pensando en el sur, sino mirando a los países bálticos y nórdicos, siempre hasta ahora en posiciones más frugales. Es la hora de la solidaridad, señalan en La Moncloa, después de las ayudas recibidas por España con los fondos Next Generation para paliar los efectos económicos de la pandemia.
“Pedimos invertir mejor y juntos”, lanzó Sánchez tras sus reuniones con los grupos políticos en el Palacio de La Moncloa. Otra de las iniciativas sobre las que presiona España es que este mayúsculo esfuerzo inversor sirva para aumentar la autonomía estratégica europea (un punto sobre el que se intentó avanzar durante la pasada Presidencia española de la UE).
"Es un momento para que las startups, los emprendedores tecnológicos, las pequeñas y medianas empresas, acompañados de las grandes corporaciones vinculadas con la industria de la defensa, den un paso al frente y podamos entre todos contribuir a ese gran salto tecnológico que necesita Europa y que –estoy convencido– España puede liderar", lanzó esta semana Sánchez como argumento.
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Los razonamientos sobre el nuevo concepto de seguridad que España quiere imponer en Europa están siendo desplegados por miembros del Ejecutivo en varios flancos, jugando un papel especialmente importante los titulares de Exteriores, José Manuel Albares, y de Defensa, Margarita Robles. Además, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha abordado la cuestión con sus colegas europeos. El pasado miércoles en la reunión del Ecofin, los socios europeos se abrieron a una definición mayor de defensa. "Hubo un amplio apoyo para una activación coordinada de las cláusulas nacionales de escape en todos los países (...). Los ministros apoyaron una definición amplia de gasto en defensa", explicó el ministro de Finanzas polaco, Andrezj Domanski, cuyo país preside este semestre el Consejo de la UE, tras la reunión de los Veintisiete.
El gasto en defensa en España no tiene además que pasar solo por el ministerio que pilota Margarita Robles, aunque en las prórrogas presupuestarias se ha hecho principalmente a través de programas autorizados a través del Ministerio de Hacienda a ese departamento. Una de las carteras que puede jugar fuerte a partir de ahora en esa subida es la del Ministerio de Ciencia y Universidades, encabezado por Diana Morant.
El debate sobre la defensa siempre ha sido incómodo en España para los partidos de izquierdas. Varias fuentes del Gobierno subrayan: “Este es el momento que nos ha tocado vivir. Nos toca hacerlo”. Ahora, señalan en el Ejecutivo, toca hacer “mucha pedagogía” y explicar, por ejemplo, que esta inversión tendrá una derivada muy importante en el sector tecnológico y servirá para crear puestos de trabajo cualificados con buenas remuneraciones.